Descolonizar la legislaci¨®n ambiental hecha en Europa para Am¨¦rica Latina
Frente a las nuevas leyes de sostenibilidad de la Uni¨®n Europea, expertos latinoamericanos llaman a desarrollar una estrategia continental en com¨²n para proteger la soberan¨ªa de la regi¨®n
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¡°Las legislaciones en materia de sostenibilidad que est¨¢ tomando la Uni¨®n Europea son la se?al del fracaso del sector privado que no ha sabido c¨®mo regularse¡±. As¨ª de contundente se muestra la experta en sostenibilidad y consultora espa?ola radicada en Lima Ester Xicota. ¡°En materia de sostenibilidad, los Gobiernos son b¨¢sicos, son los que han ido m¨¢s tarde, pero son al final los que administran los recursos p¨²blicos. Porque si pones restricciones, es simple: tienes que cumplirlas¡±, apunta.
Xicota se refiere as¨ª a las regulaciones ambientales que est¨¢n entrando en rigor, como la Directiva sobre Diligencia Debida de las Empresas en materia de Sostenibilidad aprobada el pasado 24 de abril por el Parlamento Europeo, que obligan a las industrias de estos pa¨ªses a responsabilizarse del impacto ambiental y social de su cadena de producci¨®n. Es decir, una empresa en Europa puede proteger los derechos laborales y regular sus emisiones, pero si un gran porcentaje de los insumos de su producci¨®n viene de un pa¨ªs donde no se vigilan los derechos laborales ni se restringen las emisiones, entonces de forma indirecta esa empresa no es sostenible.
¡°La debida diligencia les pide a las empresas que miren su cadena de valor, que rompan ese velo que siempre las ha separado de sus proveedores, y que identifiquen los impactos sociales y ambientales que hay, para que empiecen a resolverlos. Es una obligaci¨®n b¨¢sica: que empiecen a considerar la cadena como parte de su negocio¡±, explica Ester Xicota.
Ante un torbellino de regulaciones que cada vez se pondr¨¢ m¨¢s exigente, la experta, bas¨¢ndose en su experiencia en Latinoam¨¦rica, insta a los gobiernos de la regi¨®n a examinar el camino a seguir en relaci¨®n a estos marcos regulatorios. De lo contrario, advierte, ¡°vamos a terminar como siempre cumpliendo unas regulaciones pensadas y creadas desde Europa para legislar territorios y realidades completamente diferentes¡±.
Sus temores no est¨¢n muy lejos de una realidad que ya se insin¨²a. A finales de 2024 entrar¨¢ en vigor una directiva que dice que ninguna agroexportaci¨®n de Latinoam¨¦rica hacia Europa vinculada al aceite de palma, cacao, caf¨¦, caucho, ganado, madera y soja, as¨ª como sus derivados, como carne de vacuno, productos de cuero, papel impreso, muebles, cosm¨¦ticos o chocolate puede estar vinculada con la degradaci¨®n de los bosques. Adem¨¢s, los productos deber¨¢n contar con un certificado que demuestre que no se ha cortado ning¨²n ¨¢rbol para realizar esa producci¨®n. Esta resoluci¨®n ya gener¨® malestar en mayo del a?o pasado en el Gobierno brasile?o que, bajo el presidente Lula da Silva, la calific¨® de ¡°acciones unilaterales¡± contrarias al libre comercio y al esp¨ªritu de acuerdos como el largamente postergado entre Mercosur y la UE.
¡°Lo que ha pasado hist¨®ricamente, como un rezago de lo colonial, es que Latinoam¨¦rica siempre ha sido el lugar para la extracci¨®n y el lugar para botar los residuos. Ahora los pa¨ªses del Norte global dan un reversazo y nos dicen que lo estamos haciendo mal, pero lo que no se dice es que eso es lo que nos ha exigido por d¨¦cadas¡±, explica por su parte la profesora Diana G¨®mez Garc¨ªa, de la Universidad de los Andes en Colombia, experta en el desarrollo de conocimiento cr¨ªtico sobre la sostenibilidad. ¡°Entonces lo que hay desde aqu¨ª es una falta de agencia. Siempre somos como el ni?o del parque que hacemos lo que sea para que nos inviten a jugar y siempre entramos a jugar en desventaja. Tenemos que pensar en d¨®nde nos situamos, para proponer que desde aqu¨ª se puede hacer de otra manera¡±.
Para Xicota, desde Latinoam¨¦rica urge empezar a pensar en bloque, hacer alianzas estrat¨¦gicas que le den m¨¢s peso a las posiciones que asuman los pa¨ªses sobre la administraci¨®n de sus recursos naturales y de su capital de trabajo. ¡°Lo que pasa con los pa¨ªses del Sur global es que si uno de ellos dice: ¡®Estos son mis recursos y los voy a proteger¡¯, entonces las empresas y los Gobiernos se van con el pa¨ªs del lado y as¨ª hasta conseguir qui¨¦n les de sus condiciones, entonces al no estar alineados es muy dif¨ªcil competir. Habr¨ªa que crear frentes comunes para no poner en riesgo todo el capital social y laboral. ?frica ya lo est¨¢ haciendo¡±, insiste.
Ese anhelado pensar en bloque tambi¨¦n es un clamor que la acad¨¦mica G¨®mez comparte, pero no pierde de vista que ser¨ªa una opci¨®n que no les convendr¨ªa tanto a los pa¨ªses del Norte. ¡°Cuando estamos fragmentados es m¨¢s f¨¢cil mover los hilos, adem¨¢s, est¨¢ el fantasma del socialcomunismo. Pensarnos en bloque, como lo hace la Uni¨®n Europea, significar¨ªa pensarnos desde la agencia, desde la epistemolog¨ªa de los sures, desde otras maneras que entienden, por ejemplo, que el capitalismo neoliberal tiene que revisarse y que el crecimiento exponencial es inviable. Pero el mundo no est¨¢ dispuesto para eso¡±, afirma.
Por lo pronto, la experta colombiana propone que los Estados pongan l¨ªmites y condiciones claras. ¡°La circularidad que nos venden desde Europa parece fant¨¢stica, pero cuando la trasladas a lo social, te lanza preguntas complejas. ?Cu¨¢l es la mano de obra que va desmantelar la ropa o desensamblar el celular para reusar las piezas?¡± Probablemente, responde, mano de obra precarizada y barata. ¡°Como pa¨ªses latinoamericanos tenemos decirles: ¡®Entramos en su idea de circularidad, pero aqu¨ª se pagan sueldos dignos, se capacita a la gente, aqu¨ª hay una infraestructura que incluye innovaci¨®n y dise?o¡±.
Desde M¨¦xico, N¨¦stor Genis, Coordinador de Inclusi¨®n y Desarrollo Sostenible de la organizaci¨®n Ethos, tambi¨¦n resiente que Am¨¦rica Latina no tenga una visi¨®n com¨²n. Con los cambios de Gobierno en pa¨ªses como M¨¦xico, Brasil, Argentina y Colombia, explica, se dan tambi¨¦n transformaciones radicales de agenda que impiden una mirada unificada. En M¨¦xico, a?ade, el tema ambiental no ha sido una prioridad en los ¨²ltimos a?os. ¡°Adem¨¢s, tenemos una tensi¨®n entre legislaci¨®n versus implementaci¨®n: porque regulaciones propias tenemos, pero no se implementa y no son suficientes¡±.
Seg¨²n Genis, el verdadero contrapeso en materia ambiental en Latinoam¨¦rica lo han ejercido las organizaciones de la sociedad civil y la comunidad. ¡°Son ellos los que han se?alado los saqueos, han puesto l¨ªmites y han defendido el territorio con su vida, porque desde el Estado la regulaci¨®n y la gesti¨®n no ha sido suficiente¡±.
De acuerdo a G¨®mez, experta en el desarrollo de conocimiento cr¨ªtico sobre la sostenibilidad, pensar en proponer regulaciones ambientales desde Latinoam¨¦rica hace que los expertos invoquen otro tipo de escenarios. ¡°?Qu¨¦ tal si pensamos en relaciones en vez de transacciones? ?Si regeneramos sistemas y creamos narrativas que no busquen crecimiento exponencial?¡±, se pregunta. La colombiana propone pensar el trabajo del Estado tambi¨¦n desde lo popular y cita un ejemplo de la capital de su pa¨ªs, Bogot¨¢ para entenderlo. ¡°Hoy nos venden como una gran tendencia el second hand [ropa de segunda mano], cuando en Colombia, en la Plaza Espa?a, las clases populares han intercambiado ropa desde hace d¨¦cadas¡±, afirma. ¡°Hay unas revoluciones populares que est¨¢n pasando, pero que estaban invisibilizadas o estaban marcadas con la etiqueta de pobreza. Es hora de ver c¨®mo el Estado empieza a legislar con su ciudadan¨ªa m¨¢s all¨¢ de la norma¡±, concluye.
Justamente para no dejar todo el trabajo en manos de los gobiernos, Xicota aboga por fortalecer la sociedad civil latinoamericana e invita al consumidor a ser vigilante de las regulaciones y futuras prohibiciones. ¡°El ecofacismo acecha¡±, afirma. Si la prioridad es salvar la especie humana, se har¨¢ con democracia o sin ella. Las regulaciones con mano dura pueden ser muy efectivas, pero no tienden a ser muy justas¡±.
Tambi¨¦n insta a hacer del consumo un acto pol¨ªtico, consumir menos y tener un poco de imaginaci¨®n: ¡°La crisis m¨¢s grande que tenemos es de imaginaci¨®n, no puede ser que lo ¨²nico que pensemos es que est¨¢n las leyes del mercado, hay que pararse desde aqu¨ª y hacer innovaci¨®n y desafiar las leyes de mercado que no son leyes naturales¡±.
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