Incendios y quemas ancestrales: una pr¨¢ctica que est¨¢ lejos de explicar los incendios en Per¨²
El Gobierno ha insistido en responsabilizar a estas costumbres por el fuego que se extiende por el pa¨ªs. Los expertos, sin embargo, apuntan al rol del cambio clim¨¢tico y las d¨¦biles leyes forestales
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¡°El fuego comenz¨® como a las 9:30 de la ma?ana, en la parte alta de Pomacochas¡±, cuenta la se?ora Roc¨ªo Valles, ciudadana de esta localidad ubicada en el departamento de Amazonas (nororiente de Per¨²). ¡°Cuando llegamos -agrega- dos casitas ya se hab¨ªan quemado y nosotros trat¨¢bamos de hacer zanjas con picos y palas, para que el incendio no avanzara m¨¢s¡±.
Era viernes 13 de septiembre. La ayuda de las autoridades centrales y regionales, seg¨²n Valles, lleg¨® dos d¨ªas despu¨¦s; mientras, los pobladores combat¨ªan las llamas con mantas mojadas. Se perdieron cosechas de ma¨ªz y papa. Se encontraron los cuerpos calcinados de un hermoso colibr¨ª cola de esp¨¢tula (Loddigedia mirabilis) y de un mono choro de cola amarilla.
Al igual que varios pa¨ªses de Sudam¨¦rica, durante los ¨²ltimos d¨ªas, Per¨² se ha visto asfixiado por una ola de incendios forestales que han dejado hasta 20 personas muertas y afectado 20 regiones del pa¨ªs. Seg¨²n el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR), hasta el 23 de septiembre, se hab¨ªan registrado 7.069 focos de calor (sitios donde la alta temperatura podr¨ªa generar fuego) y 179 incendios forestales. Un n¨²mero que baj¨® respecto al 17 de septiembre, cuando se registraban 234, debido a que en los ¨²ltimos d¨ªas hubo lluvias en las regiones afectadas.
Desde enero a agosto de este a?o, antes de que estallara la ola de incendios que sacudi¨® al pa¨ªs, ya eran 192 incendios, lo que representa un 23% m¨¢s de los registrados en el 2023 en el mismo lapso.
En medio de la crisis, el presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianz¨¦n, ha declarado que la raz¨®n principal de los incendios son las ¡°pr¨¢cticas ancestrales¡±, consistentes en quemar bosques o pastizales para ganar frontera agr¨ªcola o mejorar el suelo. Pero la evidencia hist¨®rica sugiere que, si bien esa pr¨¢ctica exist¨ªa en el mundo prehisp¨¢nico, su uso no era extendido y se hac¨ªa de manera mucho m¨¢s controlada.
La practica de quemar, pero no incendiar
El profesor Daniel Valle Basto, de la Universidad Cient¨ªfica del Sur (UCSUR), recuerda que es cierto que, desde antes de la colonia, exist¨ªa la pr¨¢ctica de la quema. De hecho, cita un trabajo de R.K. Hofmann y C.F. Ponce del Prado, donde se afirma que grupos nativas ten¨ªan y tienen por costumbre realizar quemas para proteger ecosistemas pantanosos del avance de la vegetaci¨®n arbustiva.
Sin embargo, ¨¦l mismo se?ala que para entonces ¡°la presi¨®n sobre el suelo era mucho menor¡±. En los incendios actuales, enfatiza, se han quemado hasta las ra¨ªces de los pastizales. ¡°Las quemas de hoy son profundas y las han dejado correr solas por varios d¨ªas¡±, agrega. Son, entonces, distantes de las formas que ten¨ªa el humano andino de relacionarse con la tierra.
No se trata de la ¨²nica evidencia que existe sobre las quemas en el pasado. En el libro ¡®Historia Ambiental del Per¨². Siglos XVIII y XIX¡¯, editado por el propio Ministerio del Ambiente (MINAM), se se?ala que en esos siglos los recursos naturales sufrieron ¡°fuertes presiones¡± por ¡°la quema de pastizales y el sobrepastoreo¡±. Sin embargo, no todo esto se deb¨ªa a quemas realizadas por nativos. M¨¢s adelante, en el mismo libro, se cita al cronista Bernab¨¦ Cobo cuando en 1653 escribe que ¡°se quema m¨¢s combustible en un d¨ªa en la casa de un espa?ol, que en un mes en la casa de un indio¡±.
Lo anterior alude a la enorme demanda de le?a de los conquistadores. Ana Sabogal, directora del M¨¢ster de Desarrollo Ambiental de la Pontificia Universidad Cat¨®lica del Per¨² (PUCP), da otras pistas sobre la cuesti¨®n. En la sierra, se?ala, hab¨ªa rotaci¨®n de cultivos y el ganado pastoreaba de forma libre, traslad¨¢ndose de un lugar a otro; en la selva, hab¨ªa mucha migraci¨®n y casi no hab¨ªa agricultura. ¡°Eso generaba menos presi¨®n sobre la tierra¡±, explica. ¡°A partir de la conquista, ocupamos el territorio de un modo tal que no dejamos que los ecosistemas se regeneren naturalmente¡±.
Todo indica entonces que la afirmaci¨®n de Adrianz¨¦n, repetida insistentemente por analistas pol¨ªticos y algunos medios, es cuando menos exagerada, sino discriminatoria. S¨ª es probable que la mayor¨ªa de los incendios forestales (cerca del 90% seg¨²n el Ministerio de Defensa) sean producto de la acci¨®n humana, pero no porque se trate de una pr¨¢ctica cultural at¨¢vica.
En cambio, son una serie de factores concurrentes los que han provocado que las quemas se salgan de control: la carga sobre los bosques, la insuficiente cantidad de bomberos forestales en el pa¨ªs, el cambio clim¨¢tico y, por supuesto, la nueva Ley Forestal peruana.
¡°La Ley Forestal genera un incentivo perverso para quemar, deforestar y luego ocupar la tierra para obtener una posterior titulaci¨®n¡±, declara a Am¨¦rica Futura el ex ministro del Ambiente, Manuel Pulgar Vidal, explicando que, a eso, se suma el auge de actividades ilegales, como la tala o la miner¨ªa ilegal, y algo que resulta preocupante: el desinter¨¦s pol¨ªtico de las autoridades, tanto las centrales como las regionales, entorno al cambio clim¨¢tico.
?El clima no est¨¢ en la agenda?
Sabogal recuerda que el Panel Integubernamental sobre Cambio Clim¨¢tico (IPCC, por sus siglas en ingl¨¦s), ya ha alertado sobre las altas temperaturas en la Amazonia, las sequ¨ªas y, por consiguiente, la sabanizaci¨®n o desertificaci¨®n de este ecosistema. No resulta coincidencia que este a?o, en varias zonas de la selva, el calor lleg¨® a extremos preocupantes.
Desde 2018, un documento del Servicio Nacional de ?reas Naturales Protegidas por el Estado (SERNANP), ya aclaraba que ¡°se viene observando el aumento de los incendios forestales y el incremento de su intensidad asociados a la variaci¨®n en los reg¨ªmenes naturales del fuego y al cambio clim¨¢tico¡±. Y en 2021, el Servicio Nacional de Meteorolog¨ªa e Hidrograf¨ªa del Per¨² (SENAMHI) emiti¨® el informe ¡®Escenarios clim¨¢ticos al 2050 en el Per¨²¡¯, en el cual se precisa que, para ese a?o, en la Amazonia las temperaturas c¨¢lidas extremas promedio podr¨ªan aumentar, en la temporada de estiaje (julio a septiembre), entre 2,8 a 3,9 grados celsius.
En la mismsa l¨ªnea, Mariano Castro, ex viceministro de gesti¨®n ambiental, sostiene que ¡°un factor determinante adicional para la ocurrencia de la gran propagaci¨®n de los actuales incendios forestales es la ola de calor creciente, por efecto del cambio clim¨¢tico¡±. ?l mismo qued¨® sorprendido por el hecho de que, a pesar de los numerosos incendios forestales, no se declarara la emergencia ambiental.
Y es que los incendios provocan un c¨ªrculo vicioso: se desbordan por el cambio clim¨¢tico y a la vez los incrementan, adem¨¢s de generar una sensaci¨®n de desolaci¨®n para quienes los viven. Esta crisis no ha sido la excepci¨®n: dej¨® a los habitantes de Pomacochas y de otras zonas del pa¨ªs desamparados, al costo ya de 20 muertos, 165 heridos y miles de hect¨¢reas carbonizadas.
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