Lula da Silva vuelve a dar pelea en la pol¨ªtica de Brasil
El expresidente tiene el desaf¨ªo de mantener viva la memoria de bonanza durante los Gobiernos del PT
En la semana en que se conmemora la independencia de Brasil, un movimiento atrajo la atenci¨®n de todos. El expresidente Luiz In¨¢cio Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores (PT), regres¨® al ring de la pol¨ªtica. Aprovech¨® la fecha patria del 7 de septiembre para, en un v¨ªdeo divulgado en las redes sociales, revivir su pulso con el presidente Jair Bolsonaro. Apost¨® como nunca por un discurso a favor de las minor¨ªas, hizo cr¨ªticas al Gobierno y su manejo de la pandemia, habl¨® de econom¨ªa y de pol¨ªtica exterior. Tambi¨¦n ensay¨® soluciones.
Lula difundi¨® su discurso en portugu¨¦s, espa?ol, ingl¨¦s y franc¨¦s. En 23 minutos de video, dej¨® un interrogante: ?ser¨¢ candidato a la sucesi¨®n presidencial en 2022? La pregunta fue hecha hasta por la consultora de riesgo internacional Eurasia. Si dependiera del Poder Judicial, la respuesta es no. Lula est¨¢ condenado en segunda instancia por corrupci¨®n y, por lo tanto, su candidatura est¨¢ considerada ¡°ficha sucia¡±. En otras palabras, la ley le impide competir en cualquier elecci¨®n.
Los choques con la justicia est¨¢n lejos de acabar. Adem¨¢s de estar acusado en seis causas judiciales, este lunes los fiscales del caso Lava Jato presentaron una nueva denuncia contra Lula, por presunto lavado de dinero a trav¨¦s de una donaci¨®n de la constructora Odebrecht a su instituto. La defensa del expresidente rechaz¨® la acusaci¨®n: dijo que los fiscales no tienen ninguna prueba y que apenas reaccionan a los reveses que el caso Lava Jato sufri¨® en el Tribunal Supremo.
De hecho, el clima cada vez es m¨¢s hostil hacia el Lava Jato en la Corte. Lo que alimenta la esperanza de los petistas es una posible victoria en el Supremo en las causas que piden que el exjuez Sergio Moro, que dej¨® la magistratura para ser ministro de Bolsonaro, sea considerado parcial cuando conden¨® a Lula por corrupci¨®n y lavado de dinero.
Una de esas causas es la que result¨® en la sentencia de nueve a?os y medio de prisi¨®n que Moro emiti¨® contra Lula en el caso del tr¨ªplex de Guaruj¨¢ (la condena fue posteriormente aumentada para 12 a?os en la segunda instancia). Esa causa, que est¨¢ en tr¨¢mite en el Tribunal Supremo de Brasil, ya tiene dos votos contrarios a Lula (C¨¢rmen L¨²cia y Edson Fachin) y dos apoyos (Gilmar Mendes y Ricardo Lewandowski). Mendes pidi¨® vistas del proceso y prometi¨® llevarlo a juicio antes de noviembre, cuando el otro ministro de la sala y potencial voto decisivo, Celso de Mello, debe jubilarse.
Para el polit¨®logo Paulo Cesar Nascimento, profesor de la Universidad de Brasilia, el discurso del expresidente sirvi¨® para incentivar el clima de radicalizaci¨®n y polarizaci¨®n con Bolsonaro, en un momento en que el l¨ªder de la ultraderecha brasile?a ve crecer su popularidad. El ¨¦xito de la estrategia a¨²n es incierto. ¡°Lula est¨¢ de regreso al ring, pero ya no depende m¨¢s solo de s¨ª mismo. Su vida est¨¢ atada a lo que decida el Poder Judicial. Mientras tanto, el PT contin¨²a agarr¨¢ndose a la figura de su principal l¨ªder¡±. Y esa polarizaci¨®n es lo que ambos lados quieren.
En la direcci¨®n petista se hace una fuerte defensa de la candidatura del expresidente. ¡°No hay otro l¨ªder que haga un contrapunto a Bolsonaro como el suyo, por eso insistimos en el nombre de Lula¡±, dice la presidenta del partido, la diputada Gleisi Hoffman. La aparici¨®n de Lula en las redes sociales estaba programada desde hace algunos meses. La idea era que pareciese un discurso de estadista, preocupado con la poblaci¨®n. ¡°Hace mucho que ¨¦l quer¨ªa hablar de Brasil, para Brasil. Y principalmente de la cuesti¨®n de la soberan¨ªa, la democracia y la libertad. Quer¨ªa hacer un discurso que tuviese comienzo, medio y fin¡±, dijo la diputada.
Prueba de fuego
Un test para saber si el discurso de Lula a¨²n resuena entre sus electores ser¨¢ lo que suceda en las elecciones municipales de noviembre. El expresidente har¨¢ campa?a en las principales ciudades en las que el PT tenga candidato. Con la pandemia del coronavirus, su participaci¨®n ser¨¢ virtual, mediante videos. Como estrategia para fortalecer su hegemon¨ªa en la izquierda, el PT prev¨¦ lanzar candidatos a las alcald¨ªas de 1.531 de los 5.568 municipios brasile?os, pero, incluso en bastiones tradicionales, como S?o Paulo, enfrenta problemas con candidatos poco competitivos.
El partido har¨¢ probablemente pocas alianzas con otros, como dej¨® entrever el propio Lula en el discurso del 7 de septiembre: en ning¨²n momento mencion¨® el tema. Lo m¨¢s cerca que lleg¨® de hacerlo, de acuerdo con la propia presidenta de su partido, fue cuando dijo: ¡°No cuenten conmigo para cualquier acuerdo en el que el pueblo sea un simple convidado de piedra¡±.
El discurso en redes sociales ha sido un intento de Lula por expandir su influencia en un espacio hasta entonces dominado por los bolsonaristas. Hasta este lunes 14, su largo discurso ten¨ªa cerca de 740.000 visualizaciones, casi siete veces m¨¢s que los cuatro minutos de Bolsonaro en cadena nacional difundidos ese mismo d¨ªa. En su discurso, el actual mandatario dijo que est¨¢ a favor de la libertad de las personas, que defiende la constituci¨®n y la democracia y cit¨®, entre otros temas, la ¡°sombra del comunismo¡±.
Una comparaci¨®n hecha por Pedro Bruzzi, socio de la consultora de an¨¢lisis de redes sociales Arqu¨ªmedes, y publicado en la revista Piau¨ª, muestra que Lula consigui¨® el raro triunfo de superar a Bolsonaro en YouTube. Pero ambos perdieron contra el reci¨¦n llegado diputado Andr¨¦ Janones, del partido Avante, que en dos vivos en Facebook el mismo 7 de septiembre tuvo casi 4 millones de visualizaciones, superando a Bolsonaro y a Lula. El diputado habl¨® del alto precio del arroz, un fantasma que viene persiguiendo al Gobierno y no aparece en el radar del petista.
Todav¨ªa es temprano para decir cu¨¢nto da?o le har¨¢ la inflaci¨®n de los alimentos a la reci¨¦n reforzada popularidad de Bolsonaro, que conquist¨® simpat¨ªa en las clases m¨¢s pobres justamente a causa del amplio programa de transferencia de ingresos iniciado durante la pandemia, cuyo futuro para el a?o que viene a¨²n es incierto. La renta m¨ªnima de emergencia tambi¨¦n se les paga a los beneficiarios del Bolsa Familia, una marca de los a?os de Lula, y puede ser el atajo perfecto para los planes de Bolsonaro de rebautizar de una vez ese programa y borrar lo que queda de memoria de bonanza de los a?os de su mayor adversario.
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