Media hora de terror en el plat¨®, hablan los rehenes: ¡°Yo estaba de rodillas y tem¨ªa morir de un disparo¡±
EL PA?S reconstruye el ataque de un comando armado en el estudio de TC Televisi¨®n de Guayaquil a trav¨¦s de los testimonios directos de las v¨ªctimas. Los periodistas presentes temieron una masacre en medio del noticiero
Hab¨ªa empezado la ¨²ltima hora del noticiero del canal TC Televisi¨®n. Los presentadores Jorge Rend¨®n y Vanessa Filella estaban en el estudio, cuando se escucharon disparos a unos metros de la recepci¨®n del edificio del canal nacional, que est¨¢ en Guayaquil. Los gritos y golpes se acercaban por el pasillo hacia el estudio. Eran cerca de las 14.15 del martes.
Ecuador llevaba un d¨ªa de terror con varios ataques simult¨¢neos con bombas, carros incendiados, balaceras y asesinatos en distintas ciudades del pa¨ªs. En cinco c¨¢rceles, 125 gu¨ªas penitenciarios y 15 personas del ¨¢rea administrativa a¨²n siguen secuestradas por los presos. En las redes sociales circulaban videos en los que presuntamente algunos de ellos eran asesinados mientras el Gobierno guardaba silencio. Hab¨ªa mucho que informar en un d¨ªa violento.
¡°Cuando escuch¨¦ los disparos, todos los que est¨¢bamos en la redacci¨®n corrimos a buscar un sitio para escondernos¡±, relata Alina Manrique, jefa de redacci¨®n, que corri¨® hacia un ba?o. ¡°Todos buscaban un lugar para ocultarse, el archivo, los ba?os, sub¨ªan a otros pisos¡±. Con ella se escondieron otros dos compa?eros y escribieron para pedir auxilio.
¡°Luego hicimos silencio¡ mucho silencio¡±, explica Alina, ¡°hasta que los escuchamos acercarse a nosotros y comenzaron a golpear la puerta con insultos y amenazas de que nos iban a matar y no nos qued¨® otra que salir con las manos en alto¡±. Los golpearon, a ella le arrancaron una cadena que ten¨ªa en el cuello y los lanzaron al piso en el estudio, desde donde se estaba retransmitiendo un momento sin precedentes. Cerca de 20 hombres encapuchados, con mascarilla, algunos con los pantalones debajo de la cadera, con armas y dinamita, tomaron el estudio de TC Televisi¨®n en medio del noticiero.
Junto a la jefa de redacci¨®n estaban otros 10 rehenes. Los terroristas pidieron micr¨®fonos y el sonidista hizo lo que le ped¨ªan; todos intentaban guardar la calma en medio del terror de saber que estaban secuestrados por una veintena de j¨®venes que se mov¨ªan de un lado a otro, arrastraban a las personas, les apuntaban a la cabeza, los pateaban en el piso y disparaban al aire. Una de esas balas rebot¨® en la pierna de uno de los camar¨®grafos, que contin¨²a internado en el hospital.
El periodista Stalin Baquerizo corri¨® a otro de los ba?os a ocultarse con un compa?ero. ¡°Ellos gritaban: ¡®somos los Tiguerones activos¡¯, mientras escuchaba los gritos de mis compa?eros, los disparos, los golpes en las puertas, los vidrios que se romp¨ªan en el piso¡±, narra el periodista sobre los minutos de p¨¢nico que vivi¨® mientras intentaba que no se escuchara su respiraci¨®n. Los secuestradores preguntaron por ¨¦l, que es uno de los rostros visibles del noticiero, y cuando les dijeron que no estaba, los delincuentes, fren¨¦ticos, levantaron del piso al periodista Jos¨¦ Luis Calder¨®n, le colocaron una dinamita en el bolsillo de la chaqueta y le obligaron a darle un mensaje a la Polic¨ªa: que no entren al canal, que se vayan.
Transcurrieron casi 30 minutos hasta que se escucharon helic¨®pteros y disparos de la Polic¨ªa. Los criminales intentaron escapar tomando a algunas de las personas que ten¨ªan sometidas en el piso para usarlas como escudo humano. Entre ellas, Alina. ¡°?ramos seis rehenes y nos llevaron buscando una salida, hasta que llegamos a otro estudio m¨¢s peque?o, donde nos hicieron grabar videos pidiendo a la Polic¨ªa que no disparen y que se fueran¡±.
Cuando los uniformados entraron, los rehenes quedaron en medio. ¡°Tem¨ªa morir por un disparo de la Polic¨ªa o de uno de estos tipos, que estaban muy nerviosos¡±, hasta que entregaron las armas. ¡°Yo estaba de rodillas y cuando un polic¨ªa me ayud¨® a levantarme, supe que hab¨ªa sobrevivido¡¡±, cuenta Alina, quien describe el momento como una experiencia traum¨¢tica: ¡°En este momento es muy f¨¢cil matar a los periodistas en Ecuador, demasiado f¨¢cil¡±.
Aunque el canal debe permanecer cerrado dos d¨ªas para que la Fiscal¨ªa pueda realizar las pericias como parte de la investigaci¨®n sobre lo que ocurri¨®, algunos de los trabajadores madrugaron este mi¨¦rcoles como todos los d¨ªas para las transmisiones del noticiero de la ma?ana, entre ellos, Jorge Garc¨ªa. Es el periodista que se encarga de cubrir las cr¨®nicas policiales, el que conoce las zonas rojas de Guayaquil, y aun con los altos niveles de inseguridad ha continuado haci¨¦ndolo. Por solo unos minutos se salv¨® de estar dentro del canal. Lleg¨® unos minutos despu¨¦s de que los criminales entraron y fue quien llam¨® a la Polic¨ªa. ¡°Mi familia no quer¨ªa que saliera de la casa, todos estamos atemorizados¡±, dice.
La Polic¨ªa logr¨® detener a 13 de los secuestradores, pero los trabajadores de TC Televisi¨®n describen que lograron contar a m¨¢s. Entre los aprehendidos hay dos menores de edad, y el mayor no pasaba de 25 a?os. Ser¨¢n imputados por un delito de terrorismo.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.