Mar¨ªa Corina Machado mantiene el pulso al chavismo y hace campa?a para las presidenciales de Venezuela

En Venezuela van a chocar este a?o electoral dos realidades. El chavismo, que controla el aparato gubernamental y de justicia, encara las elecciones presidenciales del 28 de julio con la seguridad de que una vez m¨¢s vencer¨¢ y continuar¨¢ en el poder, como ocurre desde 1999. El oficialismo ha despejado el camino para que el presidente Nicol¨¢s Maduro no encuentre ning¨²n obst¨¢culo y se reelija por otro periodo, con el que superar¨¢ los a?os que gobern¨® un mito como Hugo Ch¨¢vez. La oposici¨®n entiende que hay algo de ficci¨®n en la idea de que estas son unas elecciones libres y justas, pero aun as¨ª no quiere ponerlo f¨¢cil y en los pr¨®ximos meses desplegar¨¢ una campa?a con el apoyo de la comunidad internacional para exigir que el chavismo respete un proceso muy cuestionado del que se siente ganador incluso antes de empezar.

Maduro, que tiene una popularidad muy baja, lleva meses haciendo campa?a. El presidente lider¨® un refer¨¦ndum para exigir como suyo parte del territorio de la vecina Guyana. Era una forma de insuflar un ¨¢nimo nacionalista que mejorase su imagen de l¨ªder. No lo consigui¨®. Los venezolanos no salieron apenas a votar por un asunto que tampoco es que les quitara el sue?o. S¨ª lo hicieron, sin embargo, para escoger a la candidata de la oposici¨®n, Mar¨ªa Corina Machado, en octubre del a?o pasado. Machado se impuso al resto de antichavistas en unas primarias que superaron todas las expectativas, incluidas las de los dirigentes chavistas. Hubo colas en los centros de votaci¨®n y Machado gan¨® con m¨¢s del 90% de los votos. Era evidente que supon¨ªa el nacimiento de una alternativa real al chavismo.

Pero el Gobierno no va a permitir bajo ninguna circunstancia que ella pueda disputar el poder a Maduro, al que aventaja en la mayor¨ªa de las encuestas. Machado ha sido inhabilitada por 15 a?os por su supuesto apoyo a las sanciones internacionales impuestas por Estados Unidos a Venezuela y su respaldo a Juan Guaid¨® como presidente interino despu¨¦s de que Maduro iniciase un segundo mandato tras unas elecciones consideradas fraudulentas por Washington y la Uni¨®n Europea. Machado, en enero, dijo que no le constaba que sobre ella pendiese ninguna inhabilitaci¨®n, pero el Tribunal Supremo respondi¨® que est¨¢ inhabilitada para ocupar cualquier cargo p¨²blico.

La opositora est¨¢ convencida de que, sin su participaci¨®n, las elecciones no tienen validez. ¡°Yo recib¨ª un mandato. El mandato de conducir a este pa¨ªs a unas elecciones limpias y libres. Yo estoy comprometida a llegar hasta el final con esto¡±, dijo tras conocerse la fecha electoral, que fue anunciada el mismo d¨ªa de la muerte de Ch¨¢vez y coincide con el de su nacimiento, por si queda alguna duda de qui¨¦n las ha escogido. ¡°As¨ª como salieron de la negociaci¨®n¡±, prosigui¨®, ¡°ahora se quieren salir de la ruta electoral porque tienen miedo. Mi compromiso es lograr elecciones limpias, y con la fuerza de la gente lo haremos posible¡±.

Crisis institucional y econ¨®mica

Al menos p¨²blicamente, Machado conf¨ªa todav¨ªa en la v¨ªa democr¨¢tica en la que ven¨ªa trabajando la comunidad internacional en los ¨²ltimos a?os. Washington, Bruselas, Francia y Colombia han tratado de convencer al chavismo de que la mejor manera de arreglar la grave crisis institucional y econ¨®mica en la que est¨¢ sumergida el pa¨ªs pasa por llegar a un gran acuerdo nacional que incluya al chavismo y a la oposici¨®n. El primer paso de ese plan era celebrar unas elecciones competitivas, donde los partidos no oficialistas tuvieran opciones reales de victoria. Maduro pareci¨® dar por buenos estos escenarios al firmar los acuerdos de Barbados, en octubre de 2023, donde se compromet¨ªa a no poner ninguna excusa y celebrar elecciones en el segundo semestre del a?o, adem¨¢s de habilitar a opositores que tuvieran prohibiciones expresas de participar, como la propia Machado o Henrique Capriles, que en su d¨ªa estuvo cerca de derrotar a Ch¨¢vez.

Daba la sensaci¨®n de que el di¨¢logo hab¨ªa entrado en una etapa feliz de entendimiento. El presidente de EE UU, Joe Biden, quiso dar m¨¢s pasos y levant¨® provisionalmente las sanciones al petr¨®leo y al oro, una forma de permitirle al Gobierno venezolano participar en los mercados oficiales que hasta entonces ten¨ªa vetados. Caracas, a continuaci¨®n, liber¨® cinco presos pol¨ªticos. En 24 horas la pol¨ªtica venezolana se movi¨® m¨¢s que en todo el a?o y medio anterior. Dos meses despu¨¦s, Washington dej¨® en libertad a Alex Saab, al que hab¨ªa detenido y encarcelado por ser supuestamente el testaferro de Maduro. Sin embargo, todos estos movimientos han resultado in¨²tiles al final.

El Gobierno no ha dejado ni va a dejar que Machado se enfrente a Maduro bajo ninguna circunstancia. En eso los jerarcas chavistas se han mostrado inflexibles. Por si fuera poco, han iniciado una campa?a de detenciones de opositores, activistas y hasta de ciudadanos corrientes. ?La acusaci¨®n? Un supuesto intento de asesinar a Maduro que derive en un golpe de Estado. La Casa Blanca ya ha anunciado que volver¨¢n las sanciones al no ver que Caracas haya dado pasos hacia la democracia, que b¨¢sicamente consist¨ªan en que se celebrasen unas elecciones justas y competitivas.

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