Jos¨¦ Ra¨²l Mulino visita al condenado expresidente Martinelli en el d¨ªa de elecciones en Panam¨¢
El sustituto del inhabilitado expresidente, asilado en la embajada de Nicaragua en la capital paname?a, encabeza las encuestas previas a los comicios
Que nadie se llame a enga?os sobre su cercan¨ªa. Jos¨¦ Ra¨²l Mulino, el inesperado favorito de las encuestas para convertirse en presidente de Panam¨¢, ha visitado este domingo de elecciones al inhabilitado expresidente Ricardo Martinelli, al que sustituy¨® in extremis en las boletas electorales. El candidato del partido Realizando Metas lleg¨® hacia las 10.00 horas a la embajada de Nicaragua en la capital paname?a, donde Martinelli se encuentra asilado desde febrero para esquivar la orden de captura que pesa en su contra, despu¨¦s de ser condenado a m¨¢s de diez a?os por corrupci¨®n y lavado de activos.
En un corto video que divulg¨® su campa?a se les ve abrazarse efusivamente en la sede diplom¨¢tica, en medio de los flashes de las c¨¢maras que acompa?aron el encuentro privado. En la gorra del exmandatario se lee el mismo lema de la camisa del candidato, omnipresente en la publicidad de campa?a: ¡°El loco con Mulino¡±, en referencia al apodo por el que todos conocen a Martinelli. ¡°Darle un abrazo al amigo ca¨ªdo¡± era el prop¨®sito de la visita, se?al¨® Mulino a primera hora de la ma?ana en un encuentro con la prensa. ¡°Es en esos momentos en que uno es amigo. Definitivamente, la campa?a me lo comprob¨®, es un hombre muy querido en un nivel social y econ¨®mico muy deprimido, muy golpeado por la situaci¨®n¡±, a?adi¨®.
Apenas hasta este viernes, a pocas horas de unas elecciones que se definen en una sola vuelta, el m¨¢ximo tribunal de Panam¨¢ disip¨® la incertidumbre al avalar finalmente la designaci¨®n de Mulino, originalmente la f¨®rmula vicepresidencial de Martinelli. La Corte Suprema de Justicia decidi¨® solo hasta entonces que ¡°no es inconstitucional¡± la decisi¨®n previa de las autoridades electorales de reeemplazar a Martinelli por su n¨²mero dos. Es una situaci¨®n in¨¦dita, ya que Murilo no cuenta con candidato a la vicepresidencia. Sus principales contendores incluyen a otro exmandatario, Mart¨ªn Torrijos, as¨ª como a R¨®mulo Roux, de Cambio Democr¨¢tico, el partido original de Martinelli, y Ricardo Lombana, el candidato antisistema que abandera la lucha contra la corrupci¨®n. Los tres invocan una remontada, alimentada por el alto n¨²mero de indecisos. ¡°Siento que va a haber sorpresas, que lo que se refleja en las encuestas no es lo que est¨¢ sucediendo¡±, dijo el expresidente Torrijos a este peri¨®dico al recordar que los paname?os vienen de dos elecciones en las que el resultado final ha sido distinto a lo que expresaban las desacreditadas encuestas.
Desde la embajada de Nicaragua, ubicada en un tranquilo barrio de clase media en Ciudad de Panam¨¢, Martinelli ha protagonizado los comicios al promover sin disimulo a Mulino, quien fue su ministro de Seguridad, e incluso grab¨® un video para el cierre de campa?a, donde le reservaron una silla vac¨ªa en la tarima. El antiguo magnate de los supermercados gobern¨® Panam¨¢ entre 2009 y 2014, en un momento de crecimiento econ¨®mico y multimillonarias inversiones en infraestructuras como el metro de Ciudad de Panam¨¢, el primero de Centroam¨¦rica. Gracias a ese recuerdo sigue siendo popular a pesar de sus m¨²ltiples problemas judiciales, que atribuye a una persecuci¨®n pol¨ªtica, y a ser se?alado por Estados Unidos como un exgobernante corrupto. Al margen del enredo jur¨ªdico, Mulino se sumergi¨® en la campa?a con la estrategia de atraer a los votantes con la promesa de regresar a los buenos tiempos.
En el enorme centro de convenciones Atlapa en Ciudad de Panam¨¢, el lugar de votaci¨®n de mayor participaci¨®n en el pa¨ªs, con m¨¢s de 25.000 electores habilitados, abundan las gorras que conservan el logo Martinelli-Mulino 2024, que se funden con las camisetas de los dem¨¢s candidatos y tambi¨¦n con la publicidad de los aspirantes a cargos locales, pues los paname?os eligen, adem¨¢s de presidente y vicepresidente, diputados a la Asamblea Nacional, alcaldes y concejales. En este colegio electoral vota tanto el presidente, Laurentino Cortizo, del PRD, que deja el poder con baj¨ªsimos indices de popularidad, como Mulino y Lombana. A la salida, nadie parece tener tiempo, muchos de los votantes esquivan las preguntas de los periodistas y la mayor¨ªa recuerdan que el voto es secreto, una se?al del alto n¨²mero de indecisos al que alud¨ªan las encuestas.
En la amalgama de camisetas, sobresale una familia uniformada con la camiseta roja de la selecci¨®n de f¨²tbol. ¡°Estamos votando por Panam¨¢, es un acto c¨ªvico, es una fiesta, no importa a quien apoyes¡±, proclama Gladys Fossati, una ejecutiva de ventas de 48 a?os, al explicar por qu¨¦ lleva la prenda del equipo nacional. Tras un instante de duda, vence sus reticencias para confesar que vot¨® por Mulino debido a que ¡°tiene autoridad, y necesitamos autoridad¡±. Lo define como una persona ¡°con car¨¢cter¡±, que cuenta con una garant¨ªa en el respaldo de un ¡°administrador¡± como Martinelli. Sobre sus problemas judiciales, considera que tienen mucho de persecuci¨®n pol¨ªtica, pero en cualquier caso debe probar su inocencia.
¡°No entiendo el favoritismo de Mulino¡±, afirma con perplejidad Susana D¨¢vila, una coach de salud de 41 a?os que llega esta ma?ana con una camiseta con el lema ¡°mi voto es mi voz¡±. ¡°Si las encuestas estuvieran bien, y eso se confirma, el pa¨ªs a mi juicio no ha entendido bien en que consisti¨® el Gobierno de Martinelli; creen que fue pr¨®spero pero realmente no, ah¨ª hubo claramente un saqueo a las arcas nacionales y el pueblo quiz¨¢s no lo ha entendido¡±, valora minutos despu¨¦s de haber depositado su voto por Roux. Javier Zapata, un periodista deportivo de 23 a?os que tambi¨¦n llega enfundado en la camiseta roja de la selecci¨®n, teme la incertidumbre que pueda traer Mulino, por los malos antecedentes de Martinelli en su relaci¨®n con Estados Unidos, y opt¨® por Lombana, que cultiva apoyos entre los j¨®venes. ¡°Me parece, como dicen por ah¨ª, que es el menos malo. Si nos ponemos a contrastar candidatos, todos tienen malos anexos¡±, dice con resignaci¨®n.
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