Privatizar las playas: la ¨²ltima idea de los congresistas brasile?os levanta ampollas y salpica a Neymar
Una propuesta que apadrina un hijo de Bolsonaro y el Gobierno de Lula rechaza quiere permitir que terrenos del Estado en la l¨ªnea de costa pasen a manos privadas

La playa es, en Brasil, una extensi¨®n del sal¨®n de casa, la plaza mayor del pueblo, el ¨¢gora de la ciudad, una instituci¨®n sagrada. La idea de que, en la playa, ricos y pobres pueden compartir el mismo pedazo de arena est¨¢ muy instalada en el imaginario colectivo de un pa¨ªs extremadamente desigual. Por eso, o¨ªr en la misma frase ¡°privatizaci¨®n¡± y ¡°playas¡± ha puesto a medio Brasil en pie de guerra. La pol¨¦mica ha estallado por una propuesta parlamentaria que abre la puerta a que terrenos en la l¨ªnea de costa que ahora pertenecen al Estado puedan pasar a manos privadas. El Gobierno de Luiz In¨¢cio Lula da Silva es contrario a la iniciativa, y es dif¨ªcil que salga adelante, pero el debate ya est¨¢ en la calle y ha salpicado incluso al futbolista Neymar, acusado de apoyar el cambio legal porque tiene intereses en un enorme complejo de resorts en la paradisiaca costa noreste del pa¨ªs.
El proyecto de reforma constitucional ¡ªuno de tantos que tramita el Congreso¡ª no trata de comprar o vender playas como si fueran un terreno cualquiera, sino de facilitar la explotaci¨®n econ¨®mica de una franja de costa situada justo pegada a las playas, donde suele haber manglares, dunas, vegetaci¨®n de restinga o acantilados. Quienes construyan en esos terrenos nunca podr¨¢n ser due?os de la playa (la ley lo proh¨ªbe), pero podr¨ªan impedir el acceso a la arena a determinados ba?istas, lo que en la pr¨¢ctica equivale a apropiarse de ella.
Los defensores de la idea dicen que dar¨¢ seguridad jur¨ªdica a las comunidades tradicionales que hist¨®ricamente ocuparon estas zonas de forma irregular y estimular¨¢ el desarrollo tur¨ªstico. Los contrarios alertan de la privatizaci¨®n del espacio p¨²blico y de un incalculable da?o ambiental. Seg¨²n estimaciones del Gobierno, Brasil cuenta con 48.000 kil¨®metros lineales de ¡°terrenos de marina¡±, los que bordean playas, r¨ªos y lagos y est¨¢n en el punto de mira.
La iniciativa parlamentaria fue aprobada en la C¨¢mara de Diputados en 2022, durante el Gobierno de Jair Bolsonaro, y ahora, con una configuraci¨®n del Congreso a¨²n m¨¢s conservadora, la debate el Senado. A¨²n as¨ª, que salga adelante no es tarea f¨¢cil: habr¨ªa que modificar la Constituci¨®n, y para ello se necesita un amplio consenso que con la polvareda medi¨¢tica de los ¨²ltimos d¨ªas ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil de lograr. El relator en el Senado de la propuesta que podr¨ªa privatizar las playas de Brasil es Fl¨¢vio Bolsonaro, hijo del expresidente, que considera que las cr¨ªticas al proyecto son una ¡°narrativa de la izquierda¡±.
¡°?Cu¨¢ntas familias dependen del derecho de estar en la playa para ganarse el sustento, de colocar una barraca, de vender una bebida, un aperitivo, lo que sea? Con la aprobaci¨®n de una propuesta como esa, en las ¨¢reas privatizadas eso no ser¨¢ posible. Se prohibir¨¢ el propio acceso a las playas¡±, advert¨ªa en los debates el senador Humberto Costa, del Partido de los Trabajadores de Lula. Igual que otros senadores, critic¨® que Neymar defienda la idea se?alando que hay en juego ¡°intereses privados¡±.

El delantero brasile?o entr¨® en la pol¨¦mica porque hace poco anunci¨® una colaboraci¨®n con una inmobiliaria que pretende construir 28 fincas de lujo en una franja costera de 100 kil¨®metros entre los estados de Pernambuco y Alagoas, una de las zonas mejor preservadas de la costa brasile?a, con planicies de cocoteros y agua de color turquesa. La empresa lo llama Ruta Caribe Brasile?o. ¡°Vamos a transformar el litoral del noreste y traer mucho desarrollo social y econ¨®mico a la regi¨®n¡±, anunci¨® el jugador en sus redes sociales. Le llovieron las cr¨ªticas y se enzarz¨® con una discusi¨®n con la actriz y activista ambiental Luana Piovani que viraliz¨® r¨¢pidamente, igual que lema ¡°Menos Ney, m¨¢s Mar¡±.
El debate fue m¨¢s all¨¢ de los tradicionales c¨ªrculos ecologistas. El lunes, el futbolista lleg¨® a ser recibido con pancartas de protesta en una subasta ben¨¦fica que organiz¨® en S?o Paulo. Tanto Neymar como la empresa aseguran que no tienen nada que ver con la propuesta que est¨¢n tramitando los parlamentarios.
Los cr¨ªticos con la medida tambi¨¦n recuerdan que preservar los terrenos costeros es b¨¢sico en un momento en que la erosi¨®n y la subida del nivel del mar se est¨¢n acelerando por el calentamiento global. El debate, adem¨¢s, llega pocas semanas despu¨¦s de la conmoci¨®n causada por las inundaciones en el estado de Rio Grande do Sul, que dejaron 172 muertos y m¨¢s de medio mill¨®n de desplazados. ¡°Causa m¨¢s perplejidad constatar el avance de una iniciativa de este tipo en un momento de calamidad ambiental¡±, lamentaba la senadora progresista Leila Barros en los debates parlamentarios de estos d¨ªas.
En l¨ªnea con la propuesta que apadrina su hijo Fl¨¢vio, Bolsonaro, cuando fue presidente, tambi¨¦n se esforz¨® en facilitar las construcciones en la costa. Su obsesi¨®n era flexibilizar la legislaci¨®n ambiental para levantar un ¡°Canc¨²n brasile?o¡± en la reserva de Tamoios, un para¨ªso natural con una treintena de islas al sur de R¨ªo de Janeiro. El proyecto tambi¨¦n gener¨® una sonora pol¨¦mica y finalmente no sali¨® adelante.
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