Sin Roberto Carlos, no hay Navidad en Brasil
M¨¢s de 34.000 espectadores asisten a la grabaci¨®n del especial navide?o para Globo, un cl¨¢sico que cumple medio siglo, mientras el artista celebra los 83 con la agenda repleta
Si en Espa?a la loter¨ªa del Gordo marca el inicio de la Navidad, en Estados Unidos, la cuenta atr¨¢s empieza con la cena de Acci¨®n de Gracias; en Colombia, con el d¨ªa de las Velitas. Y en Brasil¡ con el especial televisivo del cantante Roberto Carlos, que desde hace 50 a?os llega hasta el ¨²ltimo rinc¨®n del territorio de la mano del canal Globo. El rey de la canci¨®n mel¨®dica es m¨¢s que un ¨ªdolo en su patria, se ha convertido en una instituci¨®n nacional. O Rei, con permiso de Pel¨¦. Arropado por 34.000 fans, Roberto Carlos Braga (83 a?os, Cachoeiro de Itapemirim) grab¨® hace unas semanas en un estadio de S?o Paulo el espect¨¢culo. El m¨¢s rom¨¢ntico de los rom¨¢nticos repas¨® su repertorio acompa?ado sobre el escenario por amigos de toda la vida como Gilberto Gil o el d¨²o sertanejo Chitaozinho y Xoror¨®. En el ambiente flotaba la inc¨®gnita de si ser¨¢ el ¨²ltimo especial navide?o del artista, pese a que no muestra ni un indicio de retirada. Tiene la agenda comprometida para los pr¨®ximos meses.
Le guste su m¨²sica o no, todo brasile?o atesora recuerdos asociados a Roberto Carlos. Sea por sus canciones, por sus man¨ªas o por la leyenda que acompa?a. Esa es la magia del especial navide?o, que Globo emitir¨¢ el 20 de diciembre. Ning¨²n brasile?o ha vendido m¨¢s discos que ¨¦l, se estima que unos 120 millones a lo largo de una carrera de m¨¢s de seis d¨¦cadas en las que ha tocado los palos m¨¢s diversos. Quiz¨¢ haya contribuido a ese ¨¦xito transversal su aversi¨®n a los asuntos pol¨ªticos. Pudiendo cantarle al amor, quien quiere pol¨¦micas.
El show navide?o, titulado RC50 con motivo de su medio siglo del programa, es una oda a la nostalgia. Grabado un caluroso mi¨¦rcoles de noviembre por la noche a 26 grados ante un p¨²blico entregado que hab¨ªa pagado entrada. El venerado artista subi¨® al escenario con su pelo lacio, su flequillo largo, traje blanco y una camisa azul celeste abierta hasta la mitad del pecho que permit¨ªa ver una medalla dorada. Pese a su aspecto fr¨¢gil, mantiene una voz vigorosa.
Entre los presentes, una multitud de mujeres con trajes largos, muchas con sus hijas o con amigas, vestidas de gala, con mucho dorado, tirantes y tacones. El p¨²blico acompa?aba a coro cada pieza mientras se hac¨ªa selfies y publicaban retazos en Instagram. ¡°Vengo a agradecer que me hag¨¢is llorar y sonre¨ªr¡±, le dijo Roberto Carlos a su p¨²blico al final del espect¨¢culo en un mensaje que llegar¨¢ a millones de hogares a las puertas de Navidad. El broche final, como siempre, ese momento m¨¢gico para sus fans m¨¢s fieles en el que Roberto Carlos lanza desde el escenario rosas sobre un p¨²blico que casi mata por conseguir una. Las afortunadas las exhiben a la salida con el ¨¦xtasis de quien gana el Oscar. Desde las gradas, impresiona esa s¨²bita marea de personas que corre al escenario para hacerse con una flor-recordatorio.
El espect¨¢culo arranc¨® dos horas antes con Esse cara sou eu (Ese tipo soy yo). Todos los presentes estaban preparados para que, si algo sal¨ªa mal, la actuaci¨®n se interrumpiera y repetir como si fuera una nueva toma. Ventajas de las grabaciones. Al protagonista de la noche no le hizo falta, todas sus interpretaciones, incluidos temas imprescindibles como Nossa Senhora o Evidencias, fueron como la seda. Solo una de sus invitadas, una joven actriz de Globo, pidi¨® no una, sino dos veces, volver a empezar su canci¨®n. Los nervios.
El espect¨¢culo fue un recorrido musical por medio siglo de m¨²sica brasile?a, la suya y la de sus amigos artistas. Protagoniz¨® el primero de los duetos con Gilberto Gil, que es un a?o menor, y ha desarrollado una carrera paralela a la suya. Juntos entonaron Vamos fugir (Huyamos) del bahiano. Amigo se la dedic¨® a su alma gemela, Erasmo Carlos, compa?ero desde los sesenta con Jovem Guarda, que abri¨® la senda al rock brasile?o, de los tiempos cuando Roberto Carlos era el Elvis brasile?o. Record¨® la d¨¦cada de los setenta junto al sambista Zeca Pagodinho. Sin duda, el momento m¨¢s intenso del concierto fue el tr¨ªo de Roberto Carlos con Chitaozinho y Xoror¨®, los m¨¢ximos exponentes del sertanejo cl¨¢sico, el country brasile?o nacido en el interior, que en los ¨²ltimos a?os ha conquistado la costa, las emisoras y Spotify en Brasil.
El p¨²blico sabore¨® el show como si cada balada los rejuveneciera diez a?os. La empresaria Estela, 72, disfruta por quinta vez de Roberto Carlos en directo. En esta ocasi¨®n, en un asiento lateral en la parte baja de la grada, con su hermana y una amiga. Est¨¢n aqu¨ª para celebrar juntas el cumplea?os de la amiga y la vida. ¡°?Que qu¨¦ significa para m¨ª Roberto Carlos? Ay¡. Las pasiones¡ las pasiones de la juventud, las pasiones de los maridos y las de los novios...¡±. Proclama: ¡°Es nuestro ¨ªdolo¡±.
Todo en el artista es superlativo. Sus ventas, sus premios (un Grammy a secas, cinco Grammy latinos, un Billboard Latin Music¡), sus supersticiones... El azul es su color, el que le acompa?a sobre el escenario y en sus apariciones p¨²blicas. Huye del marr¨®n como de la peste. Cuentan los que conocen cada uno de los detalles de su herm¨¦tica vida, que se lleva su propia comida, incluso cuando lo invitan a una boda; que perdi¨® una pierna al ser atropellado a los seis a?os, un asunto del que se habla en susurros porque ¨¦l jam¨¢s lo menciona.
Antes de despedir este 2024, el veterano cantante tiene previstos cuatro conciertos en otras tantas ciudades brasile?as. Un par de meses de descanso y en marzo se embarca para el show M¨¢s all¨¢ del horizonte Roberto Carlos, cinco d¨ªas de traves¨ªa tem¨¢tica en un crucero por la costa brasile?a con un concierto del ¨ªdolo ¡°para bailar y divertirse al son de las canciones que consagran el amor en todas sus formas¡±, dice la publicidad. A¨²n quedan plazas en los camarotes m¨¢s baratos, 830 d¨®lares por persona en pensi¨®n completa a pagar en diez plazos. Tras un breve respiro, un pu?ado de conciertos en el sur de Brasil para enlazar en mayo con una gira con cinco shows en M¨¦xico antes de regresar a S?o Paulo.
El compromiso del cantante con la Globo es tan f¨¦rreo que, desde aquel primer especial en 1974, solo en dos Navidades, y por causas de fuerza mayor, no hubo especial. La primera, en 1999, cuando Roberto Carlos enviud¨® de Mar¨ªa Rita, su tercera esposa. La otra fue en 2020, por la pandemia que par¨® el mundo. Sus fans m¨¢s entregados recuerdan que es muy religioso, que cant¨® para el Papa Juan Pablo II y una Navidad el especial de Globo se grab¨® en tierra Santa, en Jerusal¨¦n.
A muchos de los grandes artistas brasile?os solo la enfermedad o la muerte los retira del escenario. Numerosos coet¨¢neos de Roberto Carlos siguen activos. Caetano Veloso, 82 a?os, est¨¢ de gira con su hermana Mar¨ªa Bethania, 78. Gilberto Gil acaba de protagonizar regresar de una turn¨¦ por Asia al frente de su clan, Chico Buarque se deja ver menos, pero estuvo de gira en 2023.
Robert Carlos tiene una agenda de infarto para los pr¨®ximos meses, aunque hace mucho que dej¨® de publicar un ¨¢lbum por a?o. Sal¨ªan siempre a principios de diciembre, a las puertas de la Navidad y de las vacaciones del verano austral.
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