Las mujeres latinoamericanas deben ser el centro de la recuperaci¨®n poscovid

Hoy en d¨ªa, los avances logrados en t¨¦rminos de recortar la brecha de g¨¦nero en Am¨¦rica Latina y el Caribe corren el riesgo de revertirse. Las mujeres y las j¨®venes de la regi¨®n ven c¨®mo la oportunidad de alcanzar su potencial pleno se restringe como resultado de los impactos persistentes de la pandemia, inflaci¨®n, guerra incipiente y aumento de los riesgos clim¨¢ticos.

El D¨ªa Internacional de la Mujer, 8 de marzo, tambi¨¦n marca el segundo aniversario de las restricciones relacionadas con el coronavirus impuestas en todo el mundo. A medida que los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina y el Caribe emergen de la pandemia, es una buena oportunidad para hacer un llamado en¨¦rgico a la acci¨®n: las mujeres deben ser el centro de la recuperaci¨®n poscovid.

Los ¨²ltimos dos a?os han sido dif¨ªciles para todos, aunque han sido particularmente complicados para las mujeres. Ellas han sido tambi¨¦n las m¨¢s afectadas en t¨¦rminos de p¨¦rdidas de empleo e ingreso. Un estudio del Banco Mundial mediante encuestas de alta frecuencia advirti¨® el a?o pasado que las mujeres trabajadoras de Latinoam¨¦rica tuvieron un 44 % m¨¢s de posibilidades que los hombres de perder su puesto de trabajo al inicio de la crisis. A medida que la situaci¨®n evolucion¨®, los trabajadores que hab¨ªan perdido temporalmente su empleo comenzaron a volver a su trabajo. Pero la diferencia entre hombres y mujeres persisti¨®.

Un a?o m¨¢s tarde, una nueva ronda de encuestas sigue mostrando resultados desalentadores: las p¨¦rdidas de empleo son mucho m¨¢s elevadas (2,5 veces) entre las mujeres que entre los hombres.

?Por qu¨¦ es tan dif¨ªcil para las mujeres recuperarse de esta crisis? Un aumento en las tareas de cuidado familiar y la lenta recuperaci¨®n de sectores que principalmente emplean a mujeres en parte explican estos n¨²meros.

A pesar de la dif¨ªcil situaci¨®n, conf¨ªo en que podremos revertir este escenario de la misma forma en que ven¨ªamos haci¨¦ndolo antes de esta pandemia, cuando los pa¨ªses de la regi¨®n estaban logrando avances significativos en t¨¦rminos de recortar las persistentes brechas de g¨¦nero.

Indicadores de nuestras fichas de puntuaci¨®n de g¨¦nero, un recurso que compara datos de g¨¦nero en 29 pa¨ªses de Am¨¦rica Latina y el Caribe a trav¨¦s de indicadores de dotaci¨®n de capital humano, oportunidades econ¨®micas y voz y agencia, describen una regi¨®n que avanzaba firmemente hacia una participaci¨®n m¨¢s equilibrada entre hombres y mujeres en las estructuras de toma de decisiones.

Por ejemplo, entre 2000 y 2020, el porcentaje de esca?os ocupados por mujeres en el poder legislativo boliviano aument¨® de 11,5 % a 46,2 %, 24,4 puntos porcentuales por encima del promedio para los pa¨ªses de ingreso bajo y mediano.

Los avances logrados por las mujeres en t¨¦rminos de logros educativos son indiscutibles. En muchos pa¨ªses, las mujeres recortaron la brecha de g¨¦nero en logros educativos hasta superar incluso a los hombres en tasa de matriculaci¨®n y de finalizaci¨®n en los niveles secundario y terciario. Por ejemplo, en Jamaica, las mujeres j¨®venes son ligeramente m¨¢s propensas que los hombres j¨®venes a finalizar el nivel secundario inferior (84,7 % vs. 83,4 %, respectivamente).

Empoderar a las mujeres

Alcanzar la igualdad de g¨¦nero requiere de pol¨ªticas creativas y un compromiso firme. La pandemia parece haber dado lugar a peque?os cambios positivos en algunas dimensiones importantes del empoderamiento femenino.

Un cambio importante es que los hombres incrementaron su participaci¨®n en los trabajos del hogar y en los cuidados familiares no remunerados, al principio como resultado de los confinamientos, y posteriormente durante la pandemia. Si bien el porcentaje de individuos que reportan un aumento en el tiempo que dedican a cuidar de la familia sigue siendo m¨¢s alto entre las mujeres que los hombres en toda Am¨¦rica Latina y el Caribe (53 % y 42 %, respectivamente), la mayor participaci¨®n de los hombres en las tareas de cuidado representa una oportunidad para asegurar que este cambio sea permanente y, eventualmente, que este tipo de labor sea distribuida equitativamente.

La pandemia tambi¨¦n aceler¨® el ritmo al que los pa¨ªses adoptan las tecnolog¨ªas digitales, algo que deriv¨® en un aumento de casi diez veces en la frecuencia de teletrabajo en la regi¨®n. Esta modalidad de trabajo supone ciertas ventajas, especialmente para las mujeres, tales como flexibilidad horaria y la posibilidad de reconciliar el trabajo remunerado con las responsabilidades de cuidado familiar.

De manera importante, a medida que aumenta la evidencia, los Gobiernos y el sector privado obtienen nuevos conocimientos sobre c¨®mo esta pandemia est¨¢ transformando las vidas de hombres y mujeres, adoptando medidas apropiadas para responder a las brechas existentes.

Por ejemplo, Colombia aprob¨® medidas que proh¨ªben la discriminaci¨®n en contra del acceso de las mujeres al empleo, introdujo licencias parentales compartidas y elev¨® la duraci¨®n de la licencia paternal para fomentar el reparto justo de los cuidados familiares no remunerados. En Ecuador, Produbanco, un banco local de gran tama?o, est¨¢ proporcionando cr¨¦ditos nuevos a empresas ¡ªen particular micro, peque?as y medianas empresas (mipymes) propiedad de mujeres¡ª cuyos flujos de caja hayan sido trastocados por la pandemia de la covid-19.

Todav¨ªa podemos y debemos hacer mucho m¨¢s, en beneficio de todos: alcanzar la igualdad de g¨¦nero podr¨ªa elevar el capital humano en un 21,7 % a nivel global y la riqueza total en 14 %.

La mejor manera de celebrar el D¨ªa Internacional de la Mujer es tomando medidas inmediatas para promover la igualdad de g¨¦nero, ahora que lo peor de la pandemia ya pas¨®, con el fin de asegurar un futuro m¨¢s inclusivo y sostenible. Y las mujeres deben ser el centro de ese futuro.