Estrategias fallidas de Argentina para contener la inflaci¨®n: ortodoxia, planes de choque y manipulaci¨®n de datos
El pa¨ªs sudamericano lleva d¨¦cadas con aumentos de precios de dos y hasta tres cifras
Desde mediados del siglo pasado, Argentina lo ha probado casi todo para bajar la inflaci¨®n. Recetas del Fondo Monetario Internacional (FMI) y propias. Restricciones monetarias, subidas de tasas, planes de choque, controles de precios, anclaje del tipo de cambio¡ Nada ha logrado erradicar este mal cr¨®nico: pasado cierto tiempo, la fiebre vuelve a subir con rapidez. Mientras Estados Unidos, Europa y muchos pa¨ªses latinoamericanos ponen pa?os fr¨ªos a sus econom¨ªas este 2022 para que la inflaci¨®n no llegue a los dos d¨ªgitos, Argentina pelea para que la subida del IPC quede por debajo de los tres d¨ªgitos. Por ahora es del 83% interanual.
¡°Los distintos instrumentos antiinflacionarios que aplic¨® Argentina s¨®lo tuvieron resultados en el corto plazo. Y los efectos de estos programas son cada vez m¨¢s cortos¡±, advierte el historiador econ¨®mico Claudio Belini.
Por debajo subyacen problemas estructurales. Seg¨²n los economistas ortodoxos, el principal es que el Estado argentino gasta m¨¢s de lo que ingresa y se ve obligado a financiarse a trav¨¦s de emisi¨®n monetaria ¡ªuna de las principales causas de la inflaci¨®n¡ª por tener restringido su acceso a los mercados internacionales tras sucesivas bancarrotas.
Adem¨¢s, las numerosas devaluaciones han llevado a la poblaci¨®n a ahorrar en d¨®lares en vez de en pesos, lo que impide que se genere liquidez en moneda local que pueda ser direccionada hacia la financiaci¨®n p¨²blica a trav¨¦s de instrumentos como letras y bonos en pesos. Por si fuera poco, d¨¦cadas de alta inflaci¨®n generan una inercia dif¨ªcil de detener. Todos creen que los precios se mantendr¨¢n elevados el a?o que viene y nadie quiere perder: los empresarios se protegen subiendo el valor de sus productos y los sindicatos pelean por aumentos salariales iguales o superiores al IPC.
¡°Estamos llenos de fracasos¡±, admite el economista Miguel Kiguel al echar la vista atr¨¢s. Se?ala que algunas iniciativas se fueron a pique por motivos econ¨®micos, otras por factores externos y tambi¨¦n hubo algunas que generaron tanto rechazo social que los gobiernos se vieron obligados a dar marcha atr¨¢s, se?ala Kiguel, exsecretario de Finanzas bajo la segunda presidencia de Carlos Menem y hoy director de la consultora Econviews.
Desde mitad del siglo XX, la inflaci¨®n fue alta no s¨®lo en Argentina sino en todo Am¨¦rica Latina. Sin embargo, en este pa¨ªs comenz¨® a desbocarse a mitad de los a?os 70, con el conocido como Rodrigazo. Las medidas aprobadas por el ministro de Econom¨ªa Celestino Rodrigo durante la presidencia de Mar¨ªa Estela Mart¨ªnez de Per¨®n provocaron una gran devaluaci¨®n y dispararon los precios: pasaron de un aumento del 24% en 1974 al 180% un a?o despu¨¦s. En 1976, el primer a?o de la dictadura militar, lleg¨® al 444%.
El r¨¦gimen intent¨® bajarla con la recordada ¡°tablita cambiaria¡±, que consist¨ªa en una devaluaci¨®n programada y gradual, combinada con altas tasas de inter¨¦s. Durante los primeros a?os se redujo el aumento de precios ¡ªaunque se mantuvo siempre por arriba del 100%¡ª con un importante ingreso de capitales extranjeros. Cuando dejaron de entrar se volvi¨® insostenible. La posterior devaluaci¨®n tuvo un impacto inmediato en los precios. Los militares dejaron el poder en 1983 con una inflaci¨®n del 343,8%.
El presidente que tom¨® las riendas de Argentina en su regreso a la democracia, Ra¨²l Alfons¨ªn, tambi¨¦n plant¨® cara a la inflaci¨®n. Lo hizo con el Plan Austral, un programa de shock que combin¨® medidas de pol¨ªtica monetaria y fiscal con acuerdos de precios y salarios. La inflaci¨®n se redujo de casi el 700% en 1984 al 81% dos a?os despu¨¦s, pero a partir de ah¨ª dej¨® de dar resultados. ¡°No funcion¨® porque no se pudo sostener la disciplina social y salarial¡±, se?ala Kiguel. Alfons¨ªn dej¨® el cargo en 1989 con el pa¨ªs paralizado por una hiperinflaci¨®n del 3000%.
Menem: un peso, un d¨®lar
Su sucesor, Carlos Menem, opt¨® por una medida radical: la convertibilidad. ¡°El Estado no pod¨ªa emitir un peso si no ingresaba un d¨®lar en sus reservas, un sistema parecido al del patr¨®n oro a finales del XIX y principios del XX¡±, detalla el economista Dar¨ªo Judzik, profesor de la Universidad Torcuato Di Tella. Ese sistema fren¨® la inflaci¨®n de golpe durante casi una d¨¦cada, pero estall¨® por los aires en 2001 con la grave crisis del corralito. ¡°El problema de la convertibilidad es que le saca las herramientas de pol¨ªtica econ¨®mica y financiera al Gobierno y cualquier shock externo afecta much¨ªsimo, como la crisis del tequila en el 95 y la de las econom¨ªas asi¨¢ticas a finales de 2001¡å, agrega Judzik.
En 2003, el presidente N¨¦stor Kirchner recibi¨® un pa¨ªs con un 13,4% de inflaci¨®n, pero al a?o siguiente la baj¨® al 4,3%. La r¨¢pida recuperaci¨®n de la econom¨ªa argentina empujada por el boom mundial de la soja y otras materias primas agr¨ªcolas dej¨® en segundo plano la preocupaci¨®n por los precios hasta 2006, cuando la inflaci¨®n volvi¨® a las dos cifras. Al a?o siguiente, el kirchnerismo decidi¨® intervenir el organismo oficial de estad¨ªsticas, el Indec, que dej¨® de dar datos fiables sobre inflaci¨®n y oblig¨® a recurrir a consultoras privadas para conocer los aumentos de precios. Seg¨²n estas, el IPC no dej¨® de aumentar y era del 30% cuando Mauricio Macri lleg¨® al poder despu¨¦s de 12 a?os de kirchnerismo.
Macri prometi¨® ¡°bajar la inflaci¨®n a un d¨ªgito¡± durante la campa?a electoral. Los primeros a?os puso en marcha una pol¨ªtica econ¨®mica y financiera ortodoxa, con metas de inflaci¨®n, que fue aplaudida por los organismos internacionales, pero descarril¨® a partir de 2018, cuando el peso perdi¨® la mitad de su valor en cuesti¨®n de meses. Al t¨¦rmino de su mandato, la inflaci¨®n superaba el 53%.
El plan econ¨®mico que hab¨ªa ideado el actual gobierno, encabezado por Alberto Fern¨¢ndez, se hizo trizas con la pandemia de covid-19. La posterior reactivaci¨®n del consumo, la escasez originada por problemas en la cadena de suministro y la guerra de Ucrania, han disparado la inflaci¨®n en todo el mundo y en Argentina la han elevado a su valor m¨¢s alto de las ¨²ltimas tres d¨¦cadas.
¡°Hoy no hay un plan y es muy dif¨ªcil armarlo cuando el Gobierno se est¨¢ yendo, en un a?o, y cuando no hay unidad para enfrentarlo¡±, dice Kiguel. Para atacar la inflaci¨®n hay que tener reservas, que Argentina no tiene y un tipo de cambio m¨¢s o menos estable, que tampoco¡±, concluye.
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