Taylor Swift en Buenos Aires, un lujo para pocos argentinos y una ganga para los extranjeros

La primera gira latinoamericana de Taylor Swift ya ha empezado a causar estragos en el ¨¢nimo de miles de adolescentes y en las billeteras de sus padres. La preventa para sus conciertos en Buenos Aires, el 9 y 10 de noviembre, se ha agotado este lunes en menos de hora y media y la venta general que comienza el martes empieza a tomar tono de batalla campal. Los argentinos se han acostumbrado a agotar espect¨¢culos a pesar de la crisis econ¨®mica, pero la visita de la artista pop estadounidense ha abierto un nuevo cap¨ªtulo. A la cotizaci¨®n del d¨®lar del mercado negro que marca el ahorro local, en cuotas sin inter¨¦s para el banco elegido en la preventa, y con la devaluaci¨®n del peso al que acceden las tarjetas emitidas por bancos de fuera del pa¨ªs, las entradas prometen una ganga si se comparan los precios que se est¨¢n pagando en Estados Unidos por ver a una de las cantantes que m¨¢s factura en el mundo.

El regreso a los escenarios de Taylor Swift tras cinco a?os comenz¨® con un esc¨¢ndalo que lleg¨® al Capitolio de Washington. En noviembre, cuando se lanz¨® la preventa de las primeras fechas en Estados Unidos, la empresa Ticketmaster agot¨® dos millones de entradas en un d¨ªa y los altos precios que escalaban por la demanda, junto al colapso del sistema de la empresa, terminaron en una investigaci¨®n por monopolio que uni¨® a dem¨®cratas y republicanos en el Senado. Swift, de 33 a?os, comenz¨® su gira norteamericana en marzo, y la reventa de las pocas entradas que quedan para verla han subido a miles d¨®lares. Seg¨²n recoge Bloomberg, los 1.500 d¨®lares que pod¨ªa llegar a costar un boleto de reventa para verla en Chicago el pasado fin de semana cubren con vuelto el costo del boleto m¨¢s caro para sus shows en Argentina junto al pasaje en avi¨®n a Buenos Aires.

Cotizar una entrada para ver a Taylor Swift en Argentina es una clase magistral sobre la econom¨ªa nacional. El precio oficial oscila entre los 86.000 y 18.000 pesos argentinos, entre 360 y 75 d¨®lares al tipo de cambio oficial, y se acercan a la media del resto de la gira. Pero los 240 pesos por d¨®lar de la cotizaci¨®n del Banco Central son casi una ficci¨®n para los ciudadanos.

¡°Decime cu¨¢ntos argentinos tienen capacidad de ahorro, y yo te digo cu¨¢nto es el ahorro en d¨®lares en el pa¨ªs¡±, analizaba hace unas semanas el economista Emiliano Libman en una entrevista con este diario sobre c¨®mo el uso del d¨®lar como reserva de valor de los ingresos alienta una dolarizaci¨®n de facto en el pa¨ªs. Esos argentinos que logran ahorrar, en una econom¨ªa con una inflaci¨®n de m¨¢s del 100% anual, lo hacen en d¨®lares que casi solo se consiguen en la calle: su precio, esta semana, es de 482 pesos por d¨®lar.

Al llamado d¨®lar blue, la entrada m¨¢s cara para ver a Taylor Swift cuesta la mitad del precio oficial, unos 155 d¨®lares. El precio es similar para las compras hechas en el pa¨ªs con tarjetas emitidas por un banco extranjero: desde diciembre del a?o pasado, el Gobierno argentino permite que los turistas accedan a una cotizaci¨®n especial ¨Cque estos d¨ªas ronda los 475 pesos por d¨®lar¨C para evitar que vendan sus divisas en la calle y elijan gastarlas con un pl¨¢stico a trav¨¦s del sistema bancario.

Sin pensarla en d¨®lares ni con una tarjeta de un banco extranjero, la entrada m¨¢s cara cuesta un salario m¨ªnimo. Las 24.000 que se vendieron este lunes no se pod¨ªan comprar con ninguno de estos trucos y solo se pod¨ªan comprar a trav¨¦s de un solo banco nacional. Pero quienes compraron en preventa podr¨¢n pagarlas en seis cuotas fijas sin intereses, que con una devaluaci¨®n mensual que se acerca al 10% revela otro m¨¦todo com¨²n en Argentina para enfrentar la inflaci¨®n: endeudarse para licuar el precio de las compras.

El rumor de que las entradas en Argentina est¨¢n regaladas a comparaci¨®n de los precios en Estados Unidos ha amargado a la legi¨®n de fan¨¢ticas de Taylor Swift. Algunas exigen que solo vayan quienes conozcan toda su discograf¨ªa; otras piden a sus amigas que no lleven a sus novios solo por acompa?arlas; muchas amenazan con violencia si sus amigas se quedan sin entradas y escuchan alg¨²n acento extranjero el d¨ªa del concierto. El chiste del fin de semana en redes sociales fue citar un tuit de una fan¨¢tica que, desde Estados Unidos, se preguntaba si era seguro asistir al concierto porque no habr¨ªa sillas en el campo. Una de las respuestas m¨¢s populares fue destacar el orgullo argentino por ser un p¨²blico devoto que enloquece frente a sus artistas. La otra, m¨¢s recurrente, fue advertirle de que no era nada seguro y que lo mejor era que ni piense en venir.

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