Argentina sale a las calles contra el negacionismo de Milei
El Gobierno difunde en un video su versi¨®n sobre los cr¨ªmenes de la dictadura poco antes de que inicie la movilizaci¨®n por el D¨ªa de la Memoria por la Verdad y la Justicia, que conmemora el aniversario del golpe de Estado
Javier Milei quiere hacer saltar por los aires el consenso sobre los cr¨ªmenes de la dictadura argentina construido en los ¨²ltimos 40 a?os de democracia. El mandatario y su vicepresidenta, Victoria Villarruel, llegaron a la Casa Rosada negando la existencia de un plan sistem¨¢tico de exterminio entre 1976 y 1983 y este domingo, cuando se conmemoran 48 a?os del golpe militar, el Gobierno fue m¨¢s all¨¢. Desde las cuentas oficiales de la Casa Rosada, el Ejecutivo difundi¨® un video que equipara el terrorismo de Estado con la violencia de grupos guerrilleros, defiende que hubo una ¡±guerra¡±en la que ¡°cay¨® gente inocente de los dos lados¡±, cuestiona el n¨²mero de v¨ªctimas de la dictadura y sugiere que los organismos de derechos humanos ¡°cobraban el diezmo¡± para pedir justicia por los miles de desaparecidos. La provocaci¨®n lleg¨® horas antes de una gran marcha por el D¨ªa Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, que conmemora el aniversario del golpe y homenajea a las v¨ªctimas.
La respuesta fue masiva. Decenas de miles de personas marcharon este domingo contra Milei y en defensa de la democracia en las grandes ciudades de Argentina. La consigna ¡°Nunca M¨¢s¡± se repet¨ªa en banderas, pancartas y camisetas estampadas tambi¨¦n con el pa?uelo blanco que identifica a las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, s¨ªmbolo mundial de la resistencia argentina contra la dictadura. Hab¨ªa activistas de derechos humanos, militantes de agrupaciones peronistas y de izquierda y sindicalistas que se manifiestan cada 24 de marzo por el D¨ªa de la Memoria por la Verdad y la Justicia, pero tambi¨¦n muchas personas que decidieron participar alarmadas por un discurso oficial que justifica el accionar de las fuerzas de seguridad durante el r¨¦gimen.
¡°Es una marcha distinta a las de otros 24 de marzo¡±, coinciden los asistentes. ¡°Daba por sentado que esto no iba a pasar nunca m¨¢s, que ya hab¨ªa sido entendido por toda la sociedad¡±, se?ala Cecila Martorell, de 63 a?os. ¡°Pens¨¦ que no hab¨ªa forma de tirar abajo la lucha de las Madres y las Abuelas, pero me equivocaba¡±, dice apesadumbrada.
El 24 de marzo de 1976 comenz¨® la dictadura m¨¢s sanguinaria de la historia de Argentina. Los militares permanecieron en el poder casi siete a?os en los que llevaron a cabo un plan sistem¨¢tico de exterminio. Secuestraron, torturaron, asesinaron, robaron beb¨¦s y desaparecieron a miles de personas cuyos cuerpos nunca han sido encontrados. Al recuperar la democracia, los argentinos dijeron nunca m¨¢s al terrorismo de Estado y los responsables de esos cr¨ªmenes de lesa humanidad comenzaron a ser juzgados. Desde entonces, m¨¢s de 1.200 personas han sido condenadas en un proceso judicial ¨²nico en Am¨¦rica Latina que ha permitido que los argentinos conozcan los detalles de las atrocidades que perpetraron los militares.
Hasta Milei, todos los gobiernos democr¨¢ticos hab¨ªan condenado el terrorismo de Estado. Macri cuestion¨® la cifra de 30.000 desaparecidos que sostienen las organizaciones de derechos humanos, pero no el plan criminal del r¨¦gimen demostrado en m¨¢s de 300 juicios.
Para el presidente ultra, en cambio, ni hubo 30.000 v¨ªctimas ni hubo terrorismo de Estado. Ya en campa?a, Milei declar¨® que en los a?os setenta en Argentina ¡°hubo una guerra [entre militares y guerrilleros] y las fuerzas del Estado cometieron excesos¡±. La vicepresidenta, Victoria Villarruel, coincide y exige una ¡°memoria completa¡± que incluya a las v¨ªctimas de las guerrillas.
El Gobierno plasm¨® su versi¨®n en un video de 12 minutos difundido este domingo en las redes oficiales de la Casa Rosada. En la grabaci¨®n, se oyen los testimonios de Mar¨ªa Fernanda Viola, cuyo padre fue asesinado en 1974 ¡ªa¨²n en democracia¡ª por un grupo armado, del escritor y pol¨ªtico Juan Bautista Yofre y del exguerrillero Luis Labra?a. De acuerdo con su relato, en esos a?os ¡°el pa¨ªs no resist¨ªa m¨¢s¡± y lo que ocurri¨® fue una ¡°guerra¡± entre ¡°monstruos¡±. Pero para los protagonistas del video, se ha mostrado ¡°una sola cara¡± de esa historia y es necesaria una ¡°verdad completa¡± para ¡°sanar las heridas¡±.
El video omite se?alar, sin embargo, que la justicia ha determinado que las Juntas Militares pusieron en marcha un plan de desaparici¨®n, tortura y exterminio de un sector de la poblaci¨®n civil y que los responsables fueron condenados por delitos de lesa humanidad en una serie de procesos que iniciaron en 1985 y contin¨²an hasta hoy. Esta pol¨ªtica de Estado ha sido pionera y ha sido impulsada en gran parte por organismos de derechos humanos como Abuelas o Madres de Playa de Mayo, que en el video son acusados de hacer ¡°un gran negocio¡± con su labor.
El despliegue comunicacional activado este domingo no fue una sorpresa: despu¨¦s de que el 8M, mientras el feminismo sal¨ªa a las calles, el Gobierno anunci¨® que cambiar¨ªa el nombre del Sal¨®n de las Mujeres de Casa Rosada por el del Sal¨®n de los Pr¨®ceres, la expectativa sobre las acciones que activar¨ªa este domingo era alta.
Argentina es un pa¨ªs muy polarizado, pero la condena a la dictadura ha sido una de las pocas excepciones a esa enorme fractura social. Jorge Rafael Videla, ide¨®logo del r¨¦gimen de terror, muri¨® en 2013 sentado en el inodoro de su celda y tuvo que ser enterrado con un nombre falso porque ning¨²n cementerio quer¨ªa recibirlo. En 2017, la Corte Suprema aprob¨® una sentencia que abr¨ªa la puerta a beneficios penitenciarios a los presos por delitos de lesa humanidad; el repudio masivo de la sociedad al fallo la volvi¨® a cerrar.
Tres meses despu¨¦s de que Milei llegase al poder, muchos argentinos siguen en un estado de desconcierto e incredulidad ante un discurso oficial que rompe con todo lo anterior. En la marcha abundaban los abrazos y los mensajes de resistencia. ¡°Hay un intelectual del peronismo que se llam¨® Arturo Jauretche que dice que no hay que tener tristeza, porque los pueblos tristes no vencen. Es as¨ª, tenemos que salir de ese abrumamiento emocional y ps¨ªquico¡±, subraya Estela Calvo, de 72 a?os.
Las generaciones m¨¢s grandes recuerdan c¨®mo fue vivir en dictadura, pero no as¨ª los m¨¢s j¨®venes, que la ven como parte de un pasado que les es ajeno y menos urgente que resolver la grave crisis econ¨®mica que arrastra el pa¨ªs. ¡°Casi todos mis compa?eros del secundario votaron a Milei. No es que quieren cambiar la historia, sino dejarla atr¨¢s y mirar hacia el futuro. Ahora mismo muchos no ven futuro en Argentina y culpan a los pol¨ªticos¡±, resume Vanesa, de 17 a?os, quien marcha acompa?ada de su hermana menor, de 15.
Clima de tensi¨®n
El cambio de discurso ha disparado la tensi¨®n en la previa al aniversario del golpe. D¨ªas atr¨¢s, una militante de derechos humanos denunci¨® que fue asaltada, amordazada y abusada en su casa. ¡°No vinimos a robarte, vinimos a matarte¡±, le dijeron los agresores. Antes de irse escribieron en la pared: ¡°?Viva la libertad, carajo!¡±, el latiguillo que el presidente populariz¨® desde su campa?a presidencial el a?o pasado.
Esta misma semana, la editorial Marea, que cuenta con un amplio cat¨¢logo de libros sobre derechos humanos, sufri¨® un ataque cibern¨¦tico y la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, denunci¨® que su tel¨¦fono est¨¢ intervenido. De Carlotto atribuy¨® a esas supuestas escuchas ilegales el ruido de fondo y las constantes interferencias escuchadas durante las entrevistas radiof¨®nicas que concedi¨® en los ¨²ltimos d¨ªas.
Trabajadores de la Secretar¨ªa de Derechos Humanos tambi¨¦n han denunciado desfinanciamiento, falta de designaci¨®n de autoridades y despidos en diferentes ¨¢reas. ¡°No encontramos criterio. Solamente el desguace del Estado y las pol¨ªticas p¨²blicas de memoria, verdad y justicia¡±, critic¨® Flavia Fern¨¢ndez Brozzi, representante de los trabajadores de la secretar¨ªa. La secretar¨ªa est¨¢ dentro del predio donde funcion¨® la Escuela de Mec¨¢nica de la Armada (exESMA), instalaciones militares que durante la dictadura operaron como el mayor centro clandestino de detenci¨®n, tortura y exterminio. All¨ª tambi¨¦n se encuentra el Museo de la Memoria, un espacio declarado Patrimonio de la Humanidad por UNESCO que Villarruel amenaz¨® con desarmar.
Nuevo protagonismo militar
Milei quiere cambiar tambi¨¦n el paradigma que se ha mantenido vigente para las Fuerzas Armadas desde el regreso de la democracia. Su Gobierno ha anunciado que enviar¨¢ al Congreso una reforma de la ley de Seguridad Interior que autorice la intervenci¨®n de los militares en conflictos como la narcoviolencia que golpea a la ciudad de Rosario. Hoy los militares no quieren saber nada de ese cambio de funciones.
Las Fuerzas Armadas controlaron la pol¨ªtica argentina durante m¨¢s de medio siglo. En 1930 dieron el primer golpe de Estado, al que siguieron otros para intentar reprimir primero a la Uni¨®n C¨ªvica Radical (UCR), y luego, a partir de 1955, al peronismo. Cuando entregaron el poder en 1983 hab¨ªan sacado por la fuerza de la Casa Rosada a cinco gobiernos democr¨¢ticos.
A partir de ah¨ª su poder disminuy¨®. El presidente de la transici¨®n, el radical Ra¨²l Alfons¨ªn, juzg¨® a los jerarcas de la dictadura en 1985. En 1991, un peronista, Carlos Menem, los indult¨®. Sin embargo, comenz¨® tambi¨¦n un proceso de desfinanciaci¨®n de las Fuerzas Armadas y el repliegue de las tropas a los cuarteles al que ahora Milei quiere poner fin. A contracorriente de los recortes en las dem¨¢s ¨¢reas del Estado, el Gobierno est¨¢ dispuesto a modernizar su equipamiento y formaci¨®n para que recuperen protagonismo con nuevos roles.
¡°Reafrimamos que la participaci¨®n de las Fuerzas Armadas en conflictos internos pone en riesgo los derechos humanos de todos¡±, dijo este domingo Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas. Carlotto, de 93 a?os, dio un breve discurso desde un escenario instalado en Plaza de Mayo, en el que tambi¨¦n estaban la Madre de Plaza de Mayo Taty Almeida y el premio Nobel de la Paz Adolfo P¨¦rez Esquivel. La activista insisti¨® en que los organismos de derechos humanos reclaman ¡°una ley contra el negacionismo¡± para sancionar a los funcionarios ¡°que desestimen los cr¨ªmenes [de la dictadura] y a sus v¨ªctimas¡±: ¡°Vamos a seguir defendiendo las pol¨ªticas de Estado de memoria, verdad y justicia construidas sobre consensos democr¨¢ticos¡±.
La multitudinaria movilizaci¨®n convocada este domingo plant¨® cara as¨ª al intento del Gobierno de Milei de minimizar y reescribir el episodio m¨¢s oscuro de la historia del pa¨ªs sudamericano.
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