Decenas de miles de argentinos celebran la pr¨®rroga de la Ley de Nietos espa?ola con la que aspiran a la nacionalidad
M¨¢s de 15.000 argentinos han logrado la doble nacionalidad desde la entrada en vigor de la nueva ley y el n¨²mero superar¨¢ con facilidad los 100.000 cuando el proceso concluya en 2025
La pr¨®rroga por un a?o de la Ley de Memoria Democr¨¢tica aprobada por el Gobierno espa?ol dos semanas atr¨¢s se celebr¨® como un gol entre muchos argentinos descendientes de inmigrantes que llegaron al pa¨ªs en barco el siglo pasado. El consulado de Buenos Aires abre doce horas diarias para recibir expedientes, pero ni a¨²n as¨ª es suficiente para atender a todos los que aspiran a heredar la nacionalidad espa?ola que ten¨ªan sus padres y sus abuelos. Cada vez que se abren nuevos turnos se agotan en pocos minutos. Hasta ahora, 15.000 argentinos han logrado registrarse como espa?oles en Buenos Aires y m¨¢s de 105.000 han entregado los papeles requeridos. Argentina es el pa¨ªs con mayor n¨²mero de solicitudes, seguido de Cuba y Venezuela.
¡°Es una gran noticia la pr¨®rroga, la gente en Argentina la estaba esperando con mucha ansiedad¡±, admite el c¨®nsul adjunto de Buenos Aires, Juan Merino. A medida que se acercaba la fecha l¨ªmite crec¨ªan los nervios ante la dificultad para conseguir una cita en la que entregar la documentaci¨®n solicitada, cuenta Maria del Pilar D¨ªaz, integrante del Consejo de Residentes de Espa?oles de Buenos Aires. ¡°Ha sido una bendici¨®n. Si hubi¨¦ramos llegado a octubre sin la pr¨®rroga hubiese sido complejo porque mucha gente quedaba fuera¡±, asegura D¨ªaz.
La normativa vigente desde octubre de 2022, m¨¢s conocida como Ley de Nietos, abre la puerta de la nacionalidad a los descendientes de quienes huyeron de la Guerra Civil o se exiliaron durante la dictadura franquista y, m¨¢s en general, a las personas ¡°cuyo padre o madre, abuelo o abuela hubiese sido originariamente espa?ol¡±. La ciudadan¨ªa les da acceso a la Uni¨®n Europea, pero ayuda tambi¨¦n a reconstruir la memoria de numerosas familias con ra¨ªces inmigrantes y completa la identidad de quienes se sienten herederos de dos tradiciones culturales.
Ni?os emigrantes
La argentina Adriana Garriz tiene 68 a?os y es nieta de un asturiano nacido en el pueblo de La Caridad y emigrado a Buenos Aires en 1906. ¡°Viaj¨® solo en barco con 12 a?os. Su madre decidi¨® mandarlo aqu¨ª, donde hab¨ªa dos familiares que lo pod¨ªan cuidar, pero cuando lleg¨® al puerto de Buenos Aires no los encontr¨® y estuvo protegido por otra gente¡±, cuenta Garriz sobre los primeros d¨ªas de su abuelo en Argentina. Su familia adoptiva vend¨ªa telas al por mayor, una profesi¨®n que ¨¦l aprendi¨® y le sirvi¨® despu¨¦s para abrir un negocio por su cuenta en la localidad bonaerense de Carlos Casares. All¨ª se cas¨® y tuvo cuatro hijos, sin volver a cruzar nunca el Atl¨¢ntico ni echar demasiado la vista atr¨¢s. Eran tiempos pr¨®speros en Argentina, que durante d¨¦cadas sigui¨® recibiendo a espa?oles que hu¨ªan del hambre y de la dictadura franquista.
El inter¨¦s por las ra¨ªces reapareci¨® con sus nietos y se agudiz¨® con los bisnietos, que vieron c¨®mo la econom¨ªa espa?ola despegaba mientras que la Argentina iba de una crisis a otra. Migrar puede ser un viaje de ida y vuelta, aunque a veces haya generaciones de por medio, como ocurri¨® con la hija de Garriz. Migr¨® a los 19 a?os a Espa?a y dos d¨¦cadas despu¨¦s reside all¨ª junto a su marido y sus hijos. ¡°Ella es t¨¦cnica en turismo y ha desarrollado toda su vida adulta en Espa?a. Viven en Murcia y est¨¢n muy felices¡±, cuenta Garriz.
Su hija obtuvo la ciudadan¨ªa espa?ola tiempo atr¨¢s y ella vio c¨®mo se le abr¨ªa esa posibilidad con la Ley de nietos. Entreg¨® toda la documentaci¨®n requerida al consulado hace poco m¨¢s de un a?o y conf¨ªa en que es cuesti¨®n de meses recibir el correo que la avise de que ya puede ir a inscribirse como espa?ola. Su caso es uno de los m¨¢s de 100.000 que est¨¢n en tr¨¢mite en Buenos Aires.
Mayor sinergia
¡°Esta medida significa una nueva impronta hacia Iberoam¨¦rica para Espa?a¡±, dice Juan Manuel de Hoz, portavoz del Centro de descendientes de espa?oles unidos (Cedeu) y uno de los 15.000 argentinos que ya han obtenido la ciudadan¨ªa espa?ola gracias a la Ley de Nietos. ¡°Espa?a va a tener poblaci¨®n en el extranjero que va a aportar mayor sinergia entre ambos lados del charco, no solamente para que los beneficiarios vayan a aportar a Espa?a a trav¨¦s de conocimiento, estudiar, llevar nuevo know-how, sino que tambi¨¦n va a facilitar contactos y va a atraer inversiones ac¨¢¡±, contin¨²a. De Hoz intent¨® conseguir la nacionalidad espa?ola en 2008, pero le dijeron que tendr¨ªa que haberla solicitado antes de cumplir los 21. En ese momento ten¨ªa 22. ¡°La ley de nietos cierra heridas familiares¡±, dice, y pone la suya como ejemplo: su hermano menor se pudo nacionalizar en ese momento; ¨¦l y su hermano mayor tuvieron que esperar hasta 2022.
Argentina tiene la mayor comunidad espa?ola en el exterior del mundo, con casi un quinto de los 2,6 millones de residentes extranjeros. El medio mill¨®n actual podr¨ªa sumar entre 150.000 y 200.000 nuevos ciudadanos espa?oles m¨¢s cuando concluya todo el proceso.
Los estrechos v¨ªnculos entre ambos pa¨ªses se vieron comprometidos un par de meses atr¨¢s con la pelea diplom¨¢tica que protagonizaron Javier Milei y Pedro S¨¢nchez y que deriv¨® en el descabezamiento de la embajada espa?ola en Buenos Aires. ¡°Hubo una preocupaci¨®n enorme en la comunidad¡±, recuerda D¨ªaz, ¡°pero se fue diluyendo cuando se vio que el consulado funcionaba igual y que no alteraba el funcionamiento cotidiano¡±.
¡°Poco hablaba mi abuelo¡±
La ley de nietos obliga a acudir a registros civiles y a di¨®cesis espa?olas en busca de actas de nacimiento y otros papeles exigidos para acceder a la nacionalidad. En esa b¨²squeda por huellas del pasado, muchas familias conocen por primera vez, o en mucha mayor profundidad, la historia de sus antepasados y los motivos que los llevaron a emigrar.
¡°Hay que gente que dice: ¡®poco hablaba mi abuelo¡¯. Y aquel abuelo pod¨ªa haber sido desterrado, sentir verg¨¹enza por lo que hab¨ªa pasado o no saber por d¨®nde empezar. Muchos de aquellos inmigrantes padecieron traumas fenomenales y depende de la personalidad de cada uno haber explicado su historia o no¡±, opina Garriz sobre las generaciones pasadas que ahora intentan ser entendidas por nietos y bisnietos.
¡°Yo busqu¨¦ todas las actas familiares de Mallorca y comenzamos a armar el ¨¢rbol geneal¨®gico que estaba perdido. Ahora estamos desarchivando sucesiones, leyendo y tratando de reconstruir muchas historias¡±, cuenta Francisco Campomar, abogado de 38 a?os que espera que llegue el d¨ªa de su turno para presentar toda la documentaci¨®n. El primer espa?ol de su familia que pis¨® tierras argentinas fue su tatarabuelo. Lleg¨® sin nada y se dedic¨® a la industria textil. La familia prosper¨® con rapidez y en la primera mitad del siglo pasado lleg¨® a tener una hilander¨ªa con f¨¢bricas en Argentina y Uruguay. Campomar no s¨®lo se entusiasm¨® por su propia historia, sino tambi¨¦n por las dem¨¢s, y pasa horas ayudando a otros argentinos a localizar documentaci¨®n.
¡°Hay un gran sentido de pertenencia¡±, asegura De Hoz. ¡°Hemos visto a personas que se emocionan cuando entregan sus papeles porque supone reivindicar a toda la familia. Hay muchos que ya no est¨¢n, sean nuestros abuelos, nuestros padres, pero es un momento de reconocerlos y de reivindicar de d¨®nde venimos¡±, concluye.
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