Un fresco de la Buenos Aires de hace un siglo: publicada por primera vez toda la obra period¨ªstica de Roberto Arlt

Si Jorge Luis Borges (1899-1986) es el nombre que simboliza a la literatura argentina del siglo XX, el escritor que podr¨ªa representar su contracara, el otro polo del amplio canon de las letras nacionales, es Roberto Arlt (1900-1942). Aunque la cr¨ªtica literaria abandon¨® la taxonom¨ªa f¨¢cil que durante a?os puso por un lado al escritor culto y refinado y, por el otro, al autor popular y desprolijo, las obras de uno y otro siguieron recorriendo un camino desparejo en el mercado editorial. Mientras se ha avanzado exhaustivamente en la edici¨®n de la obra completa de Borges, incluyendo sus conferencias y sus primeros ensayos ¡ªde los que ¨¦l mismo abjur¨®¡ª, en el caso de Arlt la omisi¨®n es vast¨ªsima: sus cuentos, novelas y obras de teatro fueron publicados, pero sus escritos period¨ªsticos, las cr¨®nicas y los relatos que bautiz¨® ¡°Aguafuertes¡±, permanecen en gran parte in¨¦ditos.

Una universidad p¨²blica de Argentina se ha propuesto saldar esa antigua deuda con el autor de Los siete locos (1929). La Universidad Nacional de Lan¨²s (UNLa) anunci¨® que publicar¨¢ las Aguafuertes completas de Arlt. La magnitud de la tarea, que abarcar¨¢ toda la obra period¨ªstica del escritor, es todav¨ªa dif¨ªcil de mensurar: se estima que la colecci¨®n ocupar¨¢ entre 15 y 20 tomos. El primero ya se public¨® en formato digital, con acceso libre, y se espera que su edici¨®n en papel termine de imprimirse durante este mes de enero.

Hijo de inmigrantes alemanes, Arlt naci¨® y muri¨® en Buenos Aires. Fue a la escuela hasta quinto grado ¡ª¡°me echaron por in¨²til¡±, asegur¨® alguna vez¡ª y, antes de dedicarse al periodismo, las penurias econ¨®micas de su familia lo llevaron a trabajar como aprendiz de mec¨¢nico, hojalatero, obrero portuario o empleado de librer¨ªa. Ese origen est¨¢ detr¨¢s de la imagen, alimentada por el propio Arlt, de escritor autodidacta, intuitivo y vagamente ignorante, algo incomprendido por sus pares, la figura del trabajador de las letras ¡ªen oposici¨®n al escritor diletante¡ª que lo acompa?ar¨ªa incluso en la posteridad. Su contempor¨¢neo Borges, cuenta Adolfo Bioy Casares en sus diarios, lo consideraba ¡°un animal¡±, ¡°muy ingenuo¡± y ¡°extraordinariamente inculto¡±; pero, a la vez, elogiaba el descaro y la bravura de su lenguaje, as¨ª como su novela El juguete rabioso (1926) ¡ªuno de cuyos episodios Borges reescribi¨® en el cuento ¡°El indigno¡±¡ª.

La formaci¨®n de Arlt como autor provino de la lectura de folletines y novelas rusas en dudosas traducciones. A los 18 a?os ya estaba convencido de su talento y so?aba con ser el gran escritor que ser¨ªa. Su credo literario y su convicci¨®n quedaron plasmados en el pr¨®logo a la novela Los lanzallamas (1931). ¡°El futuro es nuestro, por prepotencia de trabajo¡±, escribi¨® entonces Arlt. ¡°Crearemos nuestra literatura, no conversando continuamente de literatura, sino escribiendo en orgullosa soledad libros que encierran la violencia de un cross a la mand¨ªbula¡±.

Escenas de la gran ciudad

Entre 1928 y 1942 Arlt trabaj¨® para el peri¨®dico El Mundo. All¨ª se public¨® originalmente la mayor¨ªa de sus Aguafuertes, textos que entretej¨ªan la cr¨®nica de sucesos, el relato ficcional y el ensayo breve, con la gran ciudad y su constelaci¨®n de trabajadores, de peque?o burgueses y de marginales como protagonistas, los habitantes principales de su producci¨®n literaria. ¡°Arlt traza un cuadro de costumbres, de trabajos, de h¨¢bitos, de defectos y de psicolog¨ªas que convierte sus textos en testimonios imprescindibles para quien quiera adentrarse en la Buenos Aires, y otros sitios, que tuvimos hacia los a?os treinta y cuarenta, el mundo que precedi¨® al peronismo¡±, observa el escritor, cr¨ªtico y docente argentino Mario Goloboff.

Para el autor de Genio y figura de Roberto Arlt, las Aguafuertes son ¡°el generoso borrador¡± de las grandes obras de Arlt. ¡°All¨ª est¨¢n, en ciernes, los tipos, las cataduras, los conflictos, y hasta los delirios y los fantasmas de uno de los escritores m¨¢s importantes del siglo XX. All¨ª est¨¢n los pibes, los trabajos de la adolescencia y los peque?os malandrines de El juguete rabioso, all¨ª los alucinados de la gran obra Los siete locos - Los lanzallamas, los raros y deformes de los cuentos de El jorobadito, las mujeres, los dobles, las fantas¨ªas y las audacias de sus novedosas piezas teatrales¡±, dice Goloboff.

La primera antolog¨ªa de esos escritos data de 1933 y se titul¨® Aguafuertes porte?as. ¡°La obra period¨ªstica de Arlt se public¨® de manera fragmentaria, hay un vac¨ªo gigantesco¡±, explica Marcos Mele, impulsor del proyecto de la UNLa, compilador y corrector de las Aguafuertes completas. ¡°Las obras completas de Arlt publicadas hasta ahora son por dem¨¢s incompletas. Se hab¨ªa puesto el foco en sus novelas, cuentos y teatro. En cuanto a las Aguafuertes solo se hab¨ªa editado aquello que Arlt reuni¨® en vida: quedaba todo el otro corpus in¨¦dito, que incluye muchas piezas literarias extraordinarias¡±, agrega. ¡°Hubo a?os en que Arlt escribi¨® m¨¢s de un aguafuerte por d¨ªa. Solo las publicadas en el diario El Mundo son m¨¢s de 2.000¡å.

Para la nueva edici¨®n, el equipo de investigadores y t¨¦cnicos de la universidad decidi¨® basarse en los originales aparecidos en la prensa. Parte del material se obtuvo gracias a una colecci¨®n privada; a otra parte se accedi¨® gracias a los archivos microfilmados que conserva la Biblioteca Nacional. En una primera etapa, los vol¨²menes van a incluir los textos que se publicaron en El Mundo. Luego seguir¨¢n los que aparecieron en otros diarios y revistas, como Cr¨ªtica, Don Goyo, Mundo Argentino o El r¨¦gimen de Azul.

Si bien no se trata de una edici¨®n facsimilar, la est¨¦tica de la colecci¨®n replica el formato en columnas de la prensa peri¨®dica de la ¨¦poca y recupera las ilustraciones originales de Luis Bello. El primer tomo ya est¨¢ terminado y en proceso de impresi¨®n; el segundo est¨¢ en fase de correcci¨®n; y el tercero en preparaci¨®n. Entre los tres vol¨²menes cubren solo las Aguafuertes de 1928. Casi un siglo despu¨¦s, los lectores de Arlt tienen garantizadas unas cuantas horas de nuevas lecturas. Su presagio se cumpli¨®: ¡°El porvenir es triunfalmente nuestro¡±, hab¨ªa escrito. ¡°Nos lo hemos ganado con sudor de tinta y rechinar de dientes¡±.

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