C¨¢nones est¨¦ticos de otras culturas nos escandalizan, mientras nuestra sociedad se ve inmersa en un modelo opresor que afecta a nuestra sexualidad por miedo al rechazo, a no sentirse deseables
Exterioriza el malestar ante las presiones de su due?o. Y reclama su independencia. Unos dos millones de espa?oles reciben una respuesta inadecuada de su pene. La obsesi¨®n por la erecci¨®n es su principal enemigo. Comprender a nuestro peculiar compa?ero es la clave del ¨¦xito para superar la disfunci¨®n er¨¦ctil.
El var¨®n asume la obligaci¨®n de proporcionar placer, y la mujer, de tener orgasmos. La ansiedad por el rendimiento es la principal consecuencia de este tipo de relaciones sexuales. Una sociedad como la nuestra, 'genitalizada', debe retomar el amor, la pasi¨®n y la ternura en los juegos er¨®ticos.
La sexualidad es consustancial al ser humano, pero resulta necesario que la sociedad tome conciencia de su importancia para afrontarla adecuadamente de una vez por todas. As¨ª se conseguir¨¢ mejorar la vida sexual y tambi¨¦n prevenir los problemas de maltrato o de marginaci¨®n de las minor¨ªas sexuales.