Nuevas reinas del grito
Una generaci¨®n de mujeres cineastas se apropia del imaginario del cine de terror para resignificar este g¨¦nero a partir de problem¨¢ticas femeninas
El abrupto despertar feminista que vivi¨® Hollywood tras el pussygate de Trump y las distintas ramificaciones del caso Weinstein se ha traducido, tres a?os m¨¢s tarde, en un cambio cosm¨¦tico en lo que afecta a las cuestiones de representaci¨®n, m¨¢s impulsado por los departamentos de marketing que por las convicciones pol¨ªticas, y cuyos resultados aguantan mejor el an¨¢lisis num¨¦rico que el cualitativo. A la espera de descubrir qu¨¦ han hecho directoras como Cate Shortland y Chlo¨¦ Zhao, ¨²ltimos fichajes de los estudios Marvel, el giro proclamado en aquellos Globos de Oro de 2018 a los que todo el mundo acudi¨® vestido de negro ¡ªun gesto bienintencionado, pero que traduc¨ªa una concepci¨®n risible de la militancia y que nadie se atrevi¨® a reproducir, solo un mes despu¨¦s, en esa alfombra roja de primera divisi¨®n que son los Oscar¡ª se ha visto reducido a un pu?ado de pel¨ªculas que aprueban con creces el test de Bechdel y que tambi¨¦n superar¨ªan la criba de las nuevas reglas de la Academia, incluso si su contenido roza la abyecci¨®n. ?Es m¨¢s feminista Ocean¡¯s 8, de Gary Ross, que Beau travail, de Claire Denis, pese a que en la segunda no haya una sola mujer protagonista? La pregunta es ret¨®rica.
En el cine con vocaci¨®n comercial, puede que los efectos m¨¢s estimulantes de esta toma de conciencia se encuentren en un g¨¦nero como el terror, tradicionalmente dirigido a un p¨²blico masculino, aunque las mujeres siempre hayan tenido en ¨¦l papeles protagonistas. Desde hace unos a?os, no dejan de aparecer j¨®venes cineastas que se reapropian del imaginario del horror y que se oponen, de manera menos llamativa pero m¨¢s eficaz, a los dogmas de la representaci¨®n del llamado male gaze, esa mirada lasciva sobre la que teoriz¨® Laura Mulvey. Las reinas del grito ya no son solo actrices como Jamie Lee Curtis y Neve Campbell, sino tambi¨¦n directoras como Amy Seimetz (She Dies Tomorrow), Rose Glass (Saint Maud), Natalie Erika James (Relic), Josephine Decker (Shirley, biopic de la escritora Shirley Jackson) o Romola Garai (Amulet), todas ellas menores de 40 a?os y responsables de pel¨ªculas estrenadas en 2020, que siguen la estela de otros nombres aparecidos en los ¨²ltimos tiempos, como Karyn Kusama, Jennifer Kent, Ana Lily Amirpour o Julia Ducournau. Surgen en un contexto de revitalizaci¨®n del cine de g¨¦nero en Estados Unidos, donde el populismo retr¨®grado de la presidencia de Trump podr¨ªa sentar las bases de una nueva era dorada del terror, como las que tuvieron lugar durante la Gran Depresi¨®n (Tod Browning, James Whale) y en los a?os de Vietnam (George A. Romero, Tobe Hooper).
She Dies Tomorrow, dirigida por una actriz vinculada al g¨¦nero como Seimetz, habla de la pandemia metaf¨ªsica provocada por un virus que se propaga a la velocidad del rayo entre amigos y familiares, haciendo creer a quien lo padece que solo le quedan 24 horas de vida. La pel¨ªcula fue rodada antes de la crisis sanitaria, pero se adelant¨® al actual estado de angustia generalizada. Protagonizada por dos actrices que llevan la pesadumbre escrita en la frente, Kate Lyn Sheil (proclamada la Meryl Streep del cine de baja fidelidad) y Jane Adams (exmusa de Todd Solondz), la pel¨ªcula puede recordar, por su pedigr¨ª indie y sus lecturas polis¨¦micas, a un t¨ªtulo como It follows, que trataba de otra enfermedad invisible, posible met¨¢fora de la s¨ªfilis o de la pura y llana congoja. A la luz de la actualidad, no cuesta interpretar la pel¨ªcula como un reflejo del traum¨¢tico memento mori que ha supuesto la llegada del virus a nuestras vidas.
Relic, de Natalie Erika James, se enmarca en par¨¢metros m¨¢s predecibles, los de la familia como caldo de cultivo del peor de los horrores, como ya hicieron otros filmes recientes como La visita o Hereditary. La pel¨ªcula se centra en tres generaciones de mujeres de una misma familia que se encuentran en una vieja casa perdida en el bush australiano. La protagonista, interpretada por Emily Mortimer, observa la desintegraci¨®n del cuerpo y de la mente de su madre, que uno no sabe si est¨¢ pose¨ªda por una fuerza oscura o si es v¨ªctima de la senilidad. El relato de la decrepitud gradual de esa mujer, en paralelo al proceso de putrefacci¨®n de su morada, no est¨¢ exento de trucos y trampas de manual, pero cobra fuerza en el tramo final, donde lo gore se reconcilia con la ternura y en el que James aborda la irremediable necesidad de cuidar de los monstruos que nos engendraron, igual que nuestros hijos cuidar¨¢n de nosotros.
La brit¨¢nica Saint Maud, que llegar¨¢ a los cines en diciembre, habla de una enfermera rebautizada con el nombre de la devota reina sajona, que intenta salvar el alma de una bailarina de vanguardia enferma de c¨¢ncer (Jennifer Ehle) en una ciudad costera del norte de Inglaterra. El descenso a los infiernos de esa joven convencida de tener l¨ªnea directa con Dios es descrito por la debutante Rose Glass con planos ultraestilizados y criptol¨¦sbicos, donde los hombres casi brillan por su ausencia. Como los otros dos t¨ªtulos, Saint Maud habla de un terror interior, menos ligado a los peligros externos que a los de la mente propia, y evoca temas tan imbricados en lo femenino como los cuidados como imperativo moral o la ansiedad que provoca el envejecimiento.
La monstruosidad p¨²ber del cuerpo de la mujer que describ¨ªan Carrie o El exorcista cede lugar, en la obra de estas nuevas cineastas, a otros aspectos. Ni rastro del tropo de la final girl, la chica virgen que llegaba viva al final de los slashers, que Wes Craven ya subvirti¨® en Scream hace 25 a?os, en plena explosi¨®n del girl power noventero. Estos brotes verdes, fr¨¢giles pero prometedores, proponen un marco conceptual distinto, donde la mujer puede ser vulnerable, pero nunca m¨¢rtir. Algo similar a lo que logra la cr¨ªtica Desir¨¦e de Fez en Reina del grito (Blackie Books), donde pasa revista en clave autobiogr¨¢fica a una larga lista de miedos que el cine de terror la ayud¨® a superar. De La noche de Halloween a Trouble Every Day, desgrana su temor al rechazo, a la regla, al embarazo, a no tener hijos y tambi¨¦n a tenerlos, con una voluntad desacomplejada que comparte con las cineastas que la preceden: resignificar el terror a partir de lo femenino.
She Dies Tomorrow. Amy Seimetz. Se estrena el 30 de octubre.
Relic. Natalie Erika James. Se estrena el 6 de noviembre.
Saint Maud. Rose Glass. Se estrena el 25 de diciembre.
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