Escritoras y nigromantes: nuevo g¨®tico latinoamericano
La ficci¨®n escrita por mujeres vuelve sus ojos a la fantas¨ªa. Tras a?os de realismo y autoficci¨®n, se usa la imaginaci¨®n m¨¢s oscura para retratar problemas sociales, pol¨ªticos y de g¨¦nero
Samhain. All Hallow¡¯s Eve. Halloween. V¨ªspera de Todos los Santos. D¨ªa de los Muertos. Heredera de una milenaria tradici¨®n celta que celebraba el fin de la cosecha, esta festividad tambi¨¦n auguraba la llegada del invierno como un signo inevitable de la muerte. Y por eso se consideraba que las fronteras entre los mundos de los vivos y los muertos se dilu¨ªan durante estos d¨ªas. A pesar de su progresiva cristianizaci¨®n desde el siglo VIII y su devenir en una variopinta sucesi¨®n de festividades entre el 31 de octubre y el 2 de noviembre a escala global, algo de esta tradici¨®n sincr¨¦tica pervive hasta el presente. Y lo hace en el campo f¨¦rtil de la imaginaci¨®n como portal a otros mundos, sobre todo, en la ecl¨¦ctica y ambiciosa literatura hispanoamericana contempor¨¢nea escrita por mujeres.
El terror como nueva normalidad
A falta de un lenguaje y un imaginario fruct¨ªfero para enunciar la actual crisis global sanitaria, la vida parece imitar al arte, pero al arte en su versi¨®n menos sublime: la de las distop¨ªas de serie B y el g¨¦nero cat¨¢strofe. Como si encarnaran una versi¨®n redimida del s¨ªndrome de Casandra, en los ¨²ltimos a?os, una serie de escritoras latinoamericanas refractan en los espejos negros de la ficci¨®n una versi¨®n de la vida que emula y quiz¨¢s supere la eficacia emocional del realismo psicol¨®gico.
Cat¨¢strofes ecol¨®gicas, viajes en el tiempo, par¨¢bolas sobre la incomunicaci¨®n contempor¨¢nea o t¨®picos g¨®ticos cl¨¢sicos como la transmigraci¨®n de las almas son temas centrales de las multipremiadas Distancia de rescate y Kentukis (Literatura Mondadori), de Samanta Schweblin, as¨ª como en La mucama de Omicunl¨¦ (Perif¨¦rica), de Rita Indiana. Novelas corales, donde sus protagonistas son madres y mujeres transexuales espoleadas al desastre por arriesgados pactos que involucran transmutaciones biol¨®gicas.
Los cuerpos son, adem¨¢s, la materia que encarna diferentes tipos de violencias interseccionales, como las que son el v¨®rtice de los relatos de Pelea de gallos (P¨¢ginas de Espuma), de Mar¨ªa Fernanda Ampuero; la cruda narrativa de Jennifer Thorndike; la intensidad vertiginosa de Temporada de huracanes, de Fernanda Melchor (Literatura Mondadori), o la alianza entre la pulsi¨®n carn¨ªvora y el terrorismo de Estado en Naci¨®n Vacuna (Candaya), de Fernanda Garc¨ªa Lao. La enajenaci¨®n humana por nuestros estilos de vida se consuma en esa elegante f¨¢bula de humor negro que es Cad¨¢ver exquisito (Alfaguara), de Agustina Bazterrica; as¨ª como el sistema de mataderos, el r¨¦gimen carcelario o el perturbador oficio de removedor de cad¨¢veres animales son las columnas vertebrales de la obra de la brasile?a Ana Paula Maia, traducida al castellano por Eterna Cadencia y Siruela.
Miedo local, miedo global
El lenguaje literario en estas voces no es un virus del espacio exterior como dec¨ªa William Burroughs, sino una multiplicidad de organismos simbi¨®ticos que anidan, transformando los entornos ling¨¹¨ªsticos donde conviven. As¨ª parece expandirse la singular alquimia po¨¦tica con que han aterrizado en el ecosistema editorial espa?ol la narrativa de Valeria Correa Fiz con La condici¨®n animal (P¨¢ginas de Espuma), Ariana Harwicz con Degenerado (Anagrama), Natalia Garc¨ªa Freire con Nuestra piel muerta (La Navaja Suiza) y Giovanna Rivero con Para comerte mejor (Aristas Mart¨ªnez). Las perversiones, los duelos irresueltos y otras formas resbaladizas de la incertidumbre son auscultados con el afilado instrumental quir¨²rgico de la ficci¨®n por estas narradoras.
Cat¨¢strofes ecol¨®gicas, par¨¢bolas sobre la incomunicaci¨®n y transmigraci¨®n de las almas son sus temas centrales
Herederas de una genealog¨ªa que re¨²ne tanto a Mar¨ªa Luisa Bombal, Silvina Ocampo, Sara Gallardo o la Alejandra Pizarnik m¨¢s dark, otras escritoras reimaginan leyendas ancestrales alumbrando la tensi¨®n entre lo local y lo global con gran eficacia transculturadora, como Mariana Enr¨ªquez en los sugestivos relatos de Las cosas que perdimos en el fuego (Anagrama) y Liliana Colanzi en Nuestro mundo muerto (Eterna Cadencia). M¨¢s recientemente, M¨®nica Ojeda lo hizo reinventando el g¨®tico andino con una sensual pulsi¨®n po¨¦tica en Las voladoras (P¨¢ginas de Espuma) y Marina Yuszczuk con una vuelta de tuerca contempor¨¢nea de la tradici¨®n de novelas de vampiros en La sed (Blatt y R¨ªos).
Contagiadas por esta tradici¨®n latinoamericana, autoras como Ariadna Castellarnau innovan con un lenguaje impermeable a fronteras geoculturales, con su esperado libro de cuentos La oscuridad es un lugar (Destino); as¨ª como editoriales j¨®venes como In Limbo conjuran nuestros miedos m¨¢s ancestrales con Ars Moriendi. Cuentos de la no vida, reuniendo a autoras de ambos lados del Atl¨¢ntico para invocar a la muerte como uno de los grandes temas literarios. A trav¨¦s del ensayo, la experta en cine fant¨¢stico y de terror Desir¨¦e de Fez nos guiar¨¢ en un tour de force por los miedos femeninos en Reina del grito (Blackie Books) y Erica Couto-Ferreira nos descubrir¨¢ sorprendentes mitolog¨ªas ajenas al cristianismo en Infierno. El m¨¢s all¨¢ en la Mesopotamia antigua (Aurora Dorada). Como m¨¦diums, nigromantes, guardianas de portales entre mundos diversos, heterog¨¦neos, pero con tentadores puentes hacia el nuestro, al igual que los rituales de Samhain, estas escritoras nos acompa?ar¨¢n en esta transici¨®n hacia el invierno, la ¨¦poca m¨¢s oscura del a?o.
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