Canciones para bailar ¡®bajito¡¯ en casa
Una lista para intentar reproducir en un piso lo que pasaba en los clubes, pero sin pasarse
No pasa un d¨ªa sin que alguien me recuerde lo que echa de menos bailar. Parece que todos mis conocidos a?oran esos momentos cat¨¢rticos ahora tan lejanos. Es comprensible, son muchos meses sin clubes y la ausencia de baile pesa incluso a esos que uno jurar¨ªa que se jactaban de no hacerlo en ninguna circunstancia. Rind¨¢monos a la evidencia, todo el mundo baila. Lo hac¨ªa hasta Friederich Nietzsche. Lo juro. El mismo se?or que aseguraba ¡°Dios ha muerto¡± ten¨ªa una excepci¨®n: ¡°solo creer¨ªa en un dios que supiese bailar¡±, afirm¨®. Seguimos sin noticias de los dioses a d¨ªa de hoy.
Hay que partir de una certeza, cualquier tema se puede bailar, pero para hacerlo en casa no vale todo lo que se pincha en un club. Hay ciertas cosas que es mejor evitar, lecciones que se aprenden con el tiempo, gracias a esa entidad abstracta denominada ¡°vecinos¡± que tiende a materializarse cuando uno no est¨¢ muy fino con su selecci¨®n. A esta lista de canciones bailables se le ha intentado aplicar esa descripci¨®n del reggae que hizo Bob Marley: ¡°Debe golpearte, pero no hacerte da?o¡±.
Primer consejo: Si se trata de bailar indoor es mejor olvidarse del techno duro. Los bombos son una invitaci¨®n directa para que suba a aporrear la puerta la parejita del cuarto derecha (les env¨ªo una disculpa desde aqu¨ª). La mala noticia es que en la m¨²sica de baile la percusi¨®n es inevitable. V¨¦ase el tema de apertura de esta lista: incluso la remezcla del muy sutil Four Tet se deja llevar por los tambores cuando menos te lo esperas. Lo mismo pasa con la electr¨®nica enso?adora de Ross From Friends o ese clasicazo que es Halcyon +on +on del m¨ªtico disco marr¨®n de Orbital. Los fans de la electr¨®nica m¨¢s dura van a pensar que esta es una lista de chill out y un poco de raz¨®n quiz¨¢s tengan. Para terminar de fastidiarles encontrar¨¢n temas vocales sin cantaditas. Desde HeCTA, la maravillosa incursi¨®n de Kurt Wagner (Lambchop) en el synthpop a Chris & Cosey ?Qu¨¦ es una lista si uno no puede meter sus debilidades personales?
Por cierto, como viene bien tambi¨¦n esquivar los estribillos potentes, esos que se cantan a voz en grito y los ritmos que elevan demasiado el esp¨ªritu e incitan a saltar, descartado queda el reguet¨®n. Se siente.
Para bailar no es necesario conocer lo que escuchas, pero un hit de vez en cuando siempre sube la moral. Drake casi nunca falla. Tambi¨¦n es aconsejable meter de vez en cuando eso que los clubbers definen despectivamente como ¡°un duermeovejas¡±. Dar una cal y una de arena para bajar a los invitados, demasiado subid¨®n seguido lleva inevitablemente al desastre. Tampoco es conveniente que el sonido sea demasiado oscuro. Mejor que sean temas principalmente diurnos que se pueden escuchar de noche. Por ah¨ª se cuelan cositas como el Yama Yama setentero de Yamasuki, el proyecto en el que participaba Daniel Vangarde, padre de un Daft Punk. O esa maravilla que es Maluyaki, de los congole?os Mbongwana Star.
Hay modelos de sesiones de este tipo. Desde 2001 se edita la serie de recopilatorios Late night tales. Se encarga a artistas que elijan sus canciones favoritas para escuchar en casa de noche y los resultados suelen ser sorprendentes, como corresponde a selecciones llevadas a cabo por m¨²sicos de muy distinto pelaje. Los ¨²ltimos vienen firmados por Agnes Obel, Floating Points y Hot Chip, y anuncian para diciembre uno de los texanos Kruaghbin en el que se incluye Contigo, un tema en el que Paloma San Basilio se dej¨® llevar por lo sensual. Aqu¨ª sirve para cerrar la lista. La excentricidad final. Al fin y al cabo lo que buscamos es bailar bajito. Espero que funcione.
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