Siglo XX: ?el ¨²ltimo siglo de la fotograf¨ªa?
Una exposici¨®n en el Met recorre un siglo de fotograf¨ªa a trav¨¦s de la colecci¨®n de Ann Tenenbaum y Thomas H. Lee y plantea nuevas consideraciones acerca del desarrollo del medio y su futuro
De entre las muchas contribuciones que realiz¨® el fot¨®grafo y promotor cultural Alfred Stieglitz a la introducci¨®n del arte moderno en Am¨¦rica, figura la de exhibir por primera vez la obra de Picasso. Lo hizo en su peque?a galer¨ªa, Little Galleries of The Photo-Secession; en aquel establecimiento com¨²nmente conocido como 291 (por el n¨²mero que ocupaba en la Quinta Avenida neoyorquina), donde la fotograf¨ªa alcanz¨® la misma estatura que la pintura, para m¨¢s tarde seguir su propio desarrollo como disciplina art¨ªstica. All¨ª se encontraba el fot¨®grafo Paul Strand, cuando en 1915 se exhibi¨® la obra de Picasso y Braque. ¡°Como a la mayor¨ªa de los cr¨ªticos de entonces, me desconcert¨®... Pero tuve la impresi¨®n de que algo muy importante estaba ocurriendo... De ah¨ª aprend¨ª a construir una imagen, de qu¨¦ se compone una fotograf¨ªa, c¨®mo se relacionan las formas entre ellas, c¨®mo se llenan los espacios, y c¨®mo en su totalidad debe alcanzar un tipo de unidad¡±, recordaba el artista en una entrevista con el cr¨ªtico Calvin Tomkins en The New Yorker.
Es precisamente From the Viaduct, obra de Strand, la fotograf¨ªa que marca el inicio del itinerario a trav¨¦s de los ¨²ltimos cien a?os de la fotograf¨ªa que propone la exposici¨®n Photography?s Last Century , organizada por el museo Metropolitan de Nueva York (Met) con motivo de su 150 aniversario. Una celebraci¨®n ensombrecida por la pandemia, que oblig¨® a cerrar las puertas de la pinacoteca hasta finales de agosto, desluciendo la repercusi¨®n de esta gran muestra. Pese a ello, perdurar¨¢ el cuidado cat¨¢logo que la complementa y ofrece nuevas perspectivas sobre la evoluci¨®n y significado del medio fotogr¨¢fico.
FOTOGALER?A
La exhibici¨®n se nutre de las 60 fotograf¨ªas que fueron donadas por los coleccionistas Ann Tenenbaum y su marido Thomas H. Lee al Met, del cual Tenenbaum es consejera. Una colecci¨®n que con gran atino comenzaron a atesorar en 1993, y de la cual Jeff Rosenheim, conservador al frente del Departamento de Fotograf¨ªa del Met y comisario de la muestra, destaca ¡°el alcance y su profundidad¡±. La donaci¨®n comprende obras maestras de Man Ray, Florence Henri, La?szlo? Moholy-Nagy, Edward Weston, Walker Evans, y Joseph Cornell, as¨ª como de Diane Arbus, Andy Warhol, Sigmar Polke y Cindy Sherman. ¡°La colecci¨®n no tiene paralelo¡±, asegura el comisario en videoconferencia. ¡°Representa todo un siglo de forma sintetizada. Nadie hubiese podido reunir este conjunto de obras sin entender los caminos emprendidos por los artistas, pero tampoco sin comprender el funcionamiento del mercado del arte. Cuando los coleccionistas comenzaron a comprar fotograf¨ªa, un a?o despu¨¦s de que en el Met se creara el Departamento de Fotograf¨ªa, ya viv¨ªan rodeados de obras de Rothko, Francisco Clemente y Jasper Johns. Por aquel tiempo la fotograf¨ªa estaba viva, pero carec¨ªa de una estructura dentro del mercado. Tenenbaum ha sabido entender la fotograf¨ªa como un medio din¨¢mico y democr¨¢tico; la c¨¢mara como una poderosa herramienta de cambio¡±.
Presentada dentro de tres agrupaciones no cronol¨®gicas, la muestra abarca obras de distintas tem¨¢ticas, estilos y escalas. ¡°Componen un interesante relato acerca del desarrollo de la fotograf¨ªa. Hoy, la dominante cultura digital y global ha hecho que la fotograf¨ªa sea algo tan inmaterial como el ¨²ltimo post de Instagram, o el ¨²ltimo tuit, aun as¨ª estas fotograf¨ªas confirman que la c¨¢mara sigue siendo uno de los instrumentos m¨¢s vitales, po¨¦ticos y democr¨¢ticos de la expresi¨®n humana contempor¨¢nea¡±. La colecci¨®n destaca por la presencia de mujeres fot¨®grafas, as¨ª como por el inter¨¦s por el desnudo, tanto masculino como femenino y su enfoque en las etapas iniciales de los artistas. ¡°Resulta muy refrescante ver c¨®mo ya a principios del siglo XX muchas mujeres buscaban su voz a trav¨¦s de la c¨¢mara. La fotograf¨ªa ha estado fuera del canon durante tanto tiempo, de ah¨ª que al no existir un poder acad¨¦mico establecido, las mujeres no pod¨ªan ser consideradas como una amenaza, algo que ocurr¨ªa de forma m¨¢s evidente en el mundo de la pintura o escultura dominado por los hombres. As¨ª, la fotograf¨ªa ofrec¨ªa un camino para entrar en la escena que no estaba disponible en otras disciplinas art¨ªsticas¡±, se?ala Rosenheim.
Entre las piezas maestras que componen la exposici¨®n, el comisario destaca From the Viaduct the Paul Strand: ¡°Se trata de una obra insospechada. Realizada en 1916 se asemeja m¨¢s a una obra de Robert Rauschenberg o a un collage de los a?os cincuenta que a cualquier obra art¨ªstica de los albores del siglo pasado. Su tama?o casi dobla el de aquel de las obras de los coet¨¢neos de Strand. Stieglitz la reprodujo en el ¨²ltimo n¨²mero de Camera Work, donde utiliz¨® la palabra brutal tres veces, en un corto p¨¢rrafo, para describir la obra de su protegido¡±. De la misma forma, destaca Nude, de Man Ray, realizado en su estudio parisino durante los a?os treinta. ¡°Hasta hace poco pens¨¢bamos que la modelo era Kiki de Montparnasse, pero su protagonista sigue siendo un misterio. Tumbada como una odalisca, podr¨ªa ser una serpiente pit¨®n. Desprende una grandiosa sensualidad er¨®tica. Es realmente un hermoso estudio del cuerpo humano¡±. El estudio realizado por Andreas Gursky de un vac¨ªo estante de lujo, Prada II, (1996) desprende una inquietante belleza et¨¦rea. ¡°El autor hizo uso del nuevo software disponible para elongar la imagen qu¨ªmica subyacente y generar de forma digital un tama?o de impresi¨®n de valla publicitaria. Se trata de un destello frankensteniano de lo que estaba por llegar para transformar el medio fotogr¨¢fico en las siguientes d¨¦cadas. Gursky parec¨ªa haber comprendido la caja de Pandora que hab¨ªa abierto manipulando las im¨¢genes digitalmente, algo que pon¨ªa en cuesti¨®n su realismo esencial¡±, apunta el conservador.
¡°La fotograf¨ªa es una forma terriblemente poderosa de comunicaci¨®n visual. Uno no puede considerarse alfabetizado hoy sin saber hacer, interpretar y compartir fotograf¨ªas, pero la inmaterialidad que con frecuencia la acompa?a genera cierta inquietud. Las fotograf¨ªas tienen un valor f¨ªsico. Tienen una escala y diferentes tonalidades. Son objetos¡±, destaca Rosenheim. Esto es algo que preocupa a los conservadores de museos, historiadores as¨ª como a los coleccionistas, de la misma forma que lo hace el hecho de que cada vez es mayor n¨²mero de artistas que hacen uso de la fotograf¨ªa y prefieren no identificarse como fot¨®grafos. As¨ª el t¨ªtulo elegido para la muestra, El ¨²ltimo siglo de la fotograf¨ªa, lleva impl¨ªcito un significado doble dentro del cual el comisario nos lanza las siguientes cuestiones: ¡±?Qu¨¦ ha pasado en la fotograf¨ªa en los ¨²ltimos cien a?os? ?Es ya una obra vintage de Man Ray o un Untitled Film Stills de Cindy Sherman una antig¨¹edad como la Venus del Milo? ?La fotograf¨ªa mat¨® a la fotograf¨ªa? Y si fuera as¨ª, ?las fotograf¨ªas f¨ªsicas seguir¨¢n el camino de los p¨¢jaros carpinteros en v¨ªas de extinci¨®n? ?O al igual que pas¨® con los discos vinilos, experimentar¨¢n un renacimiento?¡±.
Photography?s Last Century. The Ann Tenenbaum and Thomas H. Lee Collection. Metropolitan Museum of Art, Nueva York. Hasta el 30 de noviembre.
Photography?s Last Century. The Ann Tenenbaum and Thomas H. Lee Collection. The Metropolitan Museum of Art / Distribuido por Yale University Press. 186 p¨¢ginas. 37,71 euros.
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