Pasar pantalla: el arte a base de ¡®likes¡¯ y algoritmos
La creaci¨®n contempor¨¢nea saca cada vez m¨¢s provecho a la nueva cultura digital, como demuestran distintas muestras recientes
El metaverso est¨¢ llegando y va a cambiarlo todo. La misiva la lanza Future Art Ecosystems (FAE), el informe anual que elaboran las Serpentine Galleries de Londres y que recoge las herramientas anal¨ªticas y conceptuales con las que construir el museo del siglo XXI. Todo eso que pasa entre los bastidores del ecosistema del arte del futuro. Dicen que es el t¨¦rmino clave de este 2021, aunque naci¨® en 1992, en las p¨¢ginas de Snow Crash, novela de Neal Stephenson, para hablar de un nuevo paisaje, mitad digital, mitad f¨ªsico, como nueva potencia de lo vivible. Hoy llaman metaverso al nuevo internet, a la mezcla de impulsos virtuales, a la enga?osa empat¨ªa del me gusta, a esa conectividad ubicua gobernada por calculados dise?os de pantalla que ha generado esta especie de sociedad virtual democratizada que lleva a vivir r¨¢pido y en bucle.
Precisamente, una gigantesca estructura en forma de rizoma cuelga ahora del atrio del pabell¨®n espa?ol en Expo Dub¨¢i. Es de Daniel Canogar y se llama Dinamo. Rodeado por un pasillo descendente en espiral, consiste en tres pantallas escult¨®ricas en forma de bucle entrelazado que muestran un contenido audiovisual generativo, en constante cambio gracias a la interacci¨®n del visitante con las barandillas que recorren la rampa de acceso. Cuanto m¨¢s contacto detecta la baranda, m¨¢s din¨¢mico y saturado est¨¢ el contenido de las pantallas de Dinamo. A m¨¢s tr¨¢fico de gente, m¨¢s ruido visual. El sonido es igualmente intenso: a m¨¢s bullicio, menos sordo es ese bucle. Un algoritmo, claro, lo rige todo. Lo ha creado Canogar pensando en lo colectivo como fuente de energ¨ªa alternativa para un futuro m¨¢s sostenible, dice. En este momento tecnol¨®gico, tan mediado por pantallas, la invitaci¨®n a la escucha, el tacto y la vista parecen una rareza. Tanto como picarle a alguien al timbre para verse.
La realidad t¨¢ctil y m¨®vil ha llenado la cotidianidad de interferencias y pliegues digitales. Esta semana se ha anunciado el nacimiento de la Metaverse Biennale, un gran espacio virtual con 101 salas en el que nos podremos conectar en marzo de 2022. Unos 100.000 metros virtuales en los que empacharse de NFT. Ya saben: obras digitales cuya autenticidad est¨¢ avalada por una clave criptogr¨¢fica en blockchain, la tecnolog¨ªa del bitcoin. El jard¨ªn de las delicias que puede verse en Matadero Madrid a trav¨¦s de un recorrido por las obras de la Colecci¨®n Solo es justo eso: un rompecabezas mental. Tambi¨¦n un nuevo nicho de negocio en el arte. El New Museum de Nueva York tambi¨¦n est¨¢ ah¨ª. Welcome to the Metaverse es un proyecto en el que analizan, discuten y debaten todas esas nuevas formas virtuales de comunicaci¨®n, por donde discurre ya lo afectivo, la econom¨ªa y la cultura popular. La conexi¨®n entre los extremos.
Hoy llaman metaverso al nuevo internet, a la mezcla de impulsos virtuales, a la enga?osa empat¨ªa que vehicula el ¡®me gusta¡¯
La sociedad l¨ªquida que pronostic¨® Zygmunt Bauman en el cambio de siglo ha mutado ya de estado y empieza a ser gaseosa, c¨¢ustica y hasta pomposa, m¨¢s fluida que sustancial, m¨¢s disuelta que diluida, en constante movimiento burbujeante. La pantalla es un lugar com¨²n que deja pocos recovecos libres. Nada de la azarosa casualidad ocurre en ella y hasta el salto de una pantalla a otra viene determinado por una cuesti¨®n de c¨¢lculo. Por eso, todo lo que escapa al control est¨¢ en auge en el pensamiento art¨ªstico. La met¨¢fora de la fermentaci¨®n que tanto tir¨®n tiene en la cultura contempor¨¢nea no es gratuita. Fermentar el futuro es, de hecho, el t¨ªtulo de uno de los pr¨®ximos talleres de mediaci¨®n en el Museo Reina Sof¨ªa. Esa vida oculta que est¨¢ dentro de otra, anal¨®gica pero casi m¨¢gica e irreal, y que determina hoy la emotividad virtual.
Sobre esa idea gira la exposici¨®n Super Superlike, en Conde Duque de Madrid. Los comisarios, Marta Ramos-Yzquierdo y el tambi¨¦n artista Enrique Radigales, lanzan a una veintena de creadores la premisa de pensar de manera cr¨ªtica sobre esas nuevas formas de lo visible. Un cat¨¢logo de pulgares que se deslizan por un lugar ya normalizado, donde las emociones se ordenan en etiquetas de c¨®digo y los links entre contactos determinan la deriva de est¨ªmu?los a seguir. El proyecto funciona a la perfecci¨®n en la Sala de B¨®vedas, un espacio que ha renacido con el cambio de direcci¨®n del centro.
Otra exposici¨®n en esa misma l¨ªnea: Todo lo que era s¨®lido se desvanece en el aire, en la Sala de Arte Joven de la Comunidad de Madrid y dentro de la convocatoria de Circuitos. Algunos artistas coinciden y hay ciertas preocupaciones comunes en las obras expuestas, como la memoria inc¨®moda del pasado reciente, la ciudad como ruina, los l¨ªmites del lenguaje y la certeza de la fragilidad. Y otra muestra m¨¢s, T¨², el mundo y yo, de Jon Rafman, en La Casa Encendida. Dos piezas audiovisuales exploran la huella digital que se forma a partir de las im¨¢genes que se generan de manera aleatoria y espont¨¢nea constantemente. El trabajo de este artista profundiza en la relaci¨®n con la tecnolog¨ªa y las implicaciones de esta con la experiencia humana contempor¨¢nea. El ciberespacio es entendido como un pozo sin fondo, una fuente inagotable de datos e im¨¢genes donde la sobreabundancia y lo desechado cobran la misma importancia que lo aprovechable. La capacidad de lo digital es infinita, dice entre l¨ªneas Raf?man, una banda tan ancha como el futuro, que no es lo que va a pasar sino lo que vamos a hacer que pase.
¡®Dinamo¡¯. Daniel Canogar. Pabell¨®n de Espa?a de Expo Dub¨¢i 2020. Hasta el 30 de marzo de 2022.
¡®Super Superlike¡¯. Centro de Cultura Contempor¨¢nea Conde Duque. Madrid. Del 30 de noviembre al 17 de abril de 2022.
¡®Todo lo que era s¨®lido se desvanece en el aire¡¯. Sala de Arte Joven. Madrid. Del 30 de noviembre al 6 de febrero de 2022.
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