Josep Pla contempla la vida

Cuando en 1966 public¨® El quadern gris, Josep Pla sab¨ªa perfectamente que aquel falso dietario de juventud iba a modificar para siempre la percepci¨®n que sus lectores ten¨ªan de ¨¦l. Hab¨ªan sido lustros reelaborando el original donde refund¨ªa viejos papeles y mezclaba sus diversos perfiles de escritor ¡ªel cronista, el bi¨®grafo, el narrador¡­¡ª con un doble objetivo: convertirse en el coraz¨®n de la cultura catalana del siglo XX y, al mismo tiempo, mostrarse como uno de los grandes moralistas contempor¨¢neos. No era nada f¨¢cil descodificar este complej¨ªsimo artefacto literario. ¡°Casi todo lo que la gente me ha dicho del libro ¡ª?dicho o escrito¡ª es para troncharse¡±, le escrib¨ªa Pla a su editor pocos meses despu¨¦s de su distribuci¨®n, ¡°a¨²n no he encontrado a nadie que haya entendido que este libro es inusual (en este pa¨ªs)¡±. Lo que Pla no pod¨ªa saber era que, como m¨ªnimo un lector, tal vez el mejor lector de literatura que hab¨ªa en Espa?a, s¨ª lo hab¨ªa comprendido. Era el poeta Gabriel Ferrater.

Aquel 1966, Sant Jordi cay¨® en s¨¢bado y ese d¨ªa Ferrater, siempre sin un duro, compr¨® su ejemplar y empez¨® a devorar las 800 p¨¢ginas en su peque?o piso en Sant Cugat. El lunes impart¨ªa la ¨²ltima clase de un curso sobre literatura catalana en la Universidad de Barcelona y a sus pocos alumnos ¡ªuno de ellos era Valent¨ª Puig¡ª ya les avanz¨® una primera idea sobre aquel libro. ¡°Es probablemente lo mejor de Pla. Es el diario que ha servido de cantera para los materiales que despu¨¦s Pla ha utilizado en sus libros¡±. Hab¨ªa reconocido incrustadas algunas narraciones que hab¨ªa le¨ªdo en los primer¨ªsimos libros de Pla, en Coses vistes (1925), Llanterna m¨¢gica (1926) y Relacions (1927), cuentos que segu¨ªan vivos en su prodigiosa memoria. Eran historias de argumento plano, pero que, a trav¨¦s de escenas vulgares ¡ªla conversaci¨®n en el comedor de una pensi¨®n, un paseo por un pueblo, un viaje en un peque?o barquito de pesca¡ª, concentraban una enorme cantidad de humanidad, de experiencia vital.

Algunas de esas historias Pla las hab¨ªa reescrito ya en sus primeros libros en catal¨¢n de posguerra. Unas las incorpor¨® luego al falso dietario y la mayor¨ªa pasaron a ese volumen memorable cuyo t¨ªtulo permite una doble lectura, La vida amarga (amarga como adjetivo y como verbo). Por otra parte, las narraciones de ambientaci¨®n marinera, escritas durante la posguerra, las recopil¨® en Aigua de mar. Pero la potencia literaria de El quadern gris, que a trav¨¦s de la primera persona del diario actuaba como el foco que permit¨ªa contemplar a Pla con una nueva luz, opac¨® al Pla narrador. A lo mejor no tanto al novelista como sin duda s¨ª ocurri¨® con el cuentista. Eso deber¨ªa y podr¨ªa cambiar. Porque todo ese corpus, arrancando del paradigma autobiogr¨¢fico, acaba de ser recopilado por Jordi Cornudella en un ¨²nico libro, editado tanto en catal¨¢n como en traducci¨®n castellana.

Uno de los cuentos, ideal para d¨ªas de p¨¢nico pand¨¦mico, es ¡®No somos nada¡¯, pero no es f¨¢cil decirlo¡­ Empieza describiendo al protagonista ¡ª?el se?or Peret¡ª, el narrador esboza en primera persona su relaci¨®n con ¨¦l para despu¨¦s centrarse en la peque?a an¨¦cdota que act¨²a como centro del relato. Este hombre de vida y moral equilibradas, enriquecido y al que no le hace falta trabajar, pasa la tarde en el caf¨¦ y all¨ª conversa con un amigo ¡ªel se?or Rafel¡ª. En la charla rutinaria se cuela una banalidad disruptiva. Tal vez esa felicidad mediocritas, le dice Rafel, sea ef¨ªmera porque un imprevisto pueda ser fatal. Peret no se lo hab¨ªa planteado, ajeno a la reflexi¨®n sobre s¨ª mismo, y desde ese momento tendr¨¢ clavado el p¨¢nico a la salud y al futuro, como si de repente la muerte lejana se hubiese transformado en una realidad palpable. Pla no necesita hacer esta categor¨ªa de la experiencia, simplemente narra, pero en la nueva cotidianeidad del protagonista ya anida el miedo. Hacernos sentir ese miedo es la maestr¨ªa de Pla. ¡°La profec¨ªa se le hab¨ªa enganchado a la memoria. Eran como las brasas enterradas bajo la ceniza. Se separaba la ceniza y debajo aparec¨ªa, por sorpresa, un vivo resplandor¡±. Ese resplandor ¡ªen una conversaci¨®n matrimonial, en un silencio c¨®mplice¡ª es el tema de este volumen titulado La ceniza de la vida.

Pla era como Baroja, pero con la virtud de transformar ese mundo moral gracias a su realismo po¨¦tico y una filosof¨ªa parad¨®jica de la vida

?C¨®mo convencer al lector del enorme valor de este Josep Pla redescubierto? Regreso a ese fin¨ªsimo cr¨ªtico literario. Menos de un a?o despu¨¦s de haber le¨ªdo El quadern gris, Gabriel Ferrater dirig¨ªa una carta a Jill Jarrell ¡ªya exesposa, y era informadora de literatura espa?ola e hispanoamericana de Farrar, Straus & Giroux¡ª. La prestigiosa editorial de Nueva York se hab¨ªa interesado por traducir a Pla y Ferrater argumentaba muy en serio para convencerlos. A lo mejor no era suficiente explicarles a los americanos que era como Baroja ¡ªque, seg¨²n su devoto Pla, desprend¨ªa agror, acidez, pesimismo e insatisfacci¨®n¡ª, pero con la virtud de transformar ese mundo moral gracias a su realismo po¨¦tico y una filosof¨ªa parad¨®jica de la vida. Tal vez m¨¢s pr¨¢ctico era compararlo con grandes figuras de la narrativa en lengua inglesa como Twain o los cuentos de ¡°c¨¢mara subjetiva¡± de un Isherwood. Porque Pla era mejor. Ten¨ªa ¡°una sensibilidad maravillosa ante la naturaleza y para trazar con palabras las puras sensaciones de la lluvia o sol o hierba o agua de mar (ahora dice que se ha impuesto captar el blanco exacto del ajo), y una pasi¨®n y un realismo muy grandes¡±. Es exacto. Lean a Pla. Al cuentista tambi¨¦n.

La ceniza de la vida. Narraciones (1949-1967)

Autor: Josep Pla.

Varios traductores.

Editorial: Destino, 2021.

Formato: tapa blanda (811 p¨¢ginas. 24,90 euros) y e-book (9,99 euros).

La cendra de la vida. Narracions (1949-1967)

Autor: Josep Pla.

Editorial: Destino, 2021. Colecci¨®n L'Ancora (en catal¨¢n).

Formato: tapa blanda (840 p¨¢ginas, 24,90 euros) y e-book (9,99 euros).

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