Antonio Colinas: ¡°El artificio, el ¡®todo vale¡¯ y el producto est¨¢n sobrevalorados frente a lo profundo, los valores y el fruto¡±
El poeta re¨²ne sus ¡®Tratados de armon¨ªa¡¯ en un solo volumen y les a?ade un libro in¨¦dito completo
El poeta Antonio Colinas (La Ba?eza, Le¨®n, 1946) re¨²ne en Tratados de armon¨ªa (Siruela) sus apuntes y meditaciones. El volumen, que se publica el d¨ªa 18, contiene un tratado in¨¦dito que incorpora una larga lectura de Boris Pasternak y notas de un intenso viaje a Jerusal¨¦n.
?Qu¨¦ libro le hizo querer ser poeta?
La Segunda antoloj¨ªa po¨¦tica (1898-1918), de Juan Ram¨®n Jim¨¦nez. La primera d¨¦cada del siglo de su poes¨ªa siempre me entusiasm¨®, sin dem¨¦rito de la ¨²ltima, tan depurada y profunda.
?Qu¨¦ poema ajeno le habr¨ªa gustado escribir?
Ser¨ªa petulante decir que las ¡°Coplas¡± de Manrique, el ¡°C¨¢ntico¡± sanjuanista o las ¡°Alturas de Machu Picchu¡±, de Neruda.
?Qu¨¦ aprende un poeta traduciendo?
A salvar el esp¨ªritu del poema. Para traducir poes¨ªa no basta la versi¨®n simplemente ¡°literal¡±. Esta ser¨ªa una traducci¨®n muerta.
?Y escribiendo las notas y aforismos de un libro como Tratados de armon¨ªa?
Aprende a conocerse a s¨ª mismo y a los dem¨¢s. Es un largo viaje interior, el testimonio de una vida y de una obra a contracorriente siempre de lo que hoy se nos impone.
?Se atrever¨ªa a definir armon¨ªa en una frase?
El estado de armon¨ªa es algo nada f¨¢cil: es el hallazgo de la plenitud de ser; pero despu¨¦s de pasar por la dificultad y de todo tipo de pruebas. Nada que ver con lo evanescente o la pasividad.
?C¨®mo resuena la invasi¨®n rusa de Ucrania en su lectura de Boris Pasternak?
S¨ª, mis p¨¢ginas sobre Pasternak pueden ser de una gran actualidad, pues revelan la independencia del intelectual frente a la barbarie de las ideolog¨ªas extremadas y las guerras.
?Qu¨¦ adjetivos aplicar¨ªa a cada uno de estos lugares, decisivos en su obra: Italia, Ibiza, el noroeste peninsular, Extremo Oriente, Medio Oriente?
Sucesivamente: lo bello verdadero, el esp¨ªritu mediterr¨¢neo, el territorio siempre arraigado del origen, la sabidur¨ªa perenne, la extremada dualidad de la luz del conocer y de las sombras del padecer.
De no ser escritor le habr¨ªa gustado ser...
Un jardinero, un le?ador, un arque¨®logo; algo relacionado con la tierra. Decir que un m¨²sico ya ser¨ªa pedir demasiado. Solo la m¨²sica est¨¢ a la altura de la poes¨ªa en la creaci¨®n.
?Cu¨¢l es la pel¨ªcula que m¨¢s veces ha visto?
Quiz¨¢s la versi¨®n original y completa de Il Gattopardo, de Visconti. Me entusiasma todo el cine italiano.
Si tuviese que usar una pieza musical como autorretrato, ?cu¨¢l ser¨ªa?
Las ¡°Variaciones Goldberg¡± , de J. S. Bach, o su ¡°Cantata 140¡å, o cualquier otra pieza suya que llev¨® el humanismo musical a la cima m¨¢s alta.
?Qu¨¦ suceso hist¨®rico admira m¨¢s?
La etapa fundacional de la Am¨¦rica hispana, la de esas obras que nos revelan las universidades, los hospitales, las bibliotecas, los colegios, una arquitectura civil, que all¨ª quedaron.
?Qu¨¦ est¨¢ socialmente sobrevalorado?
El artificio frente a lo profundo, el ¡°producto¡± frente al fruto, el ¡°todo vale¡± frente a los valores.
?A qui¨¦n le dar¨ªa el pr¨®ximo premio Nobel de Literatura?
Ser¨ªa pretencioso, o me equivocar¨ªa, nombrando a un candidato entre tantos merecedores. Por eso, perm¨ªtame que le recuerde aqu¨ª a algunos de los poetas que ya lo obtuvieron: Juan Ram¨®n, Quasimodo, Seferis, Perse¡
Puedes seguir a BABELIA en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.