Dos tipos de ayudas que llegan desde el mundo digital
De la cooperaci¨®n en videojuegos al progreso m¨¦dico, las herramientas digitales se imponen poco a poco
El mundo digital ha sido testigo esta semana de dos muestras de colaboraci¨®n, de maridaje entre lo f¨ªsico y lo tecnol¨®gico, muy distintas entre s¨ª. Pero con algunos puntos comunes. La primera muestra es en el videojuego ya recurrente por estos lares Elden Ring. El juego de fantas¨ªa medieval en tercera persona, que cuenta con un multijugador asincr¨®nico (un modo de juego en el que un jugador puede solicitar ayuda a otros jugadores, que saltan de su partida a la nuestra para echarnos una mano en un momento puntual), tiene un pico de dificultad bastante absurdo a la hora de enfrentarse con cierto personaje.
Malenia, conocida como la Espada de Miquella, es un miembro de la familia real que activa el folclore del juego. Derrotada y v¨ªctima de una maldici¨®n que correo su cuerpo (una maldici¨®n est¨¦ticamente hermosa, que mezcla venas sanguinolentas con coloridos insectos), Malenia descansa en las ra¨ªces putrefactas de un ¨¢rbol gigante. All¨ª nos enfrentamos con ella. O lo intentamos, porque lo cierto es que dentro de los enemigos del juego es el m¨¢s dif¨ªcil con mucha diferencia.
Ese combate ha tra¨ªdo por la calle de la amargura a millones de jugadores durante los ¨²ltimos meses. Hasta que conocimos al h¨¦roe que necesit¨¢bamos. Surgido primero como rumor en internet, y luego como una persona de carne y hueso experta en ese combate, se trata de un jugador que perdi¨® contra Malenia 240 veces hasta hacerse un maestro en ese preciso enfrentamiento. Ahora, antes de luchar contra ella, si tenemos suerte, podemos invocarle para que nos ayude. Se hace llamar Let Me Solo Her, algo as¨ª como ¡°d¨¦jame solo con ella¡±. No lleva capa (de hecho, solo lleva calzoncillos) ni m¨¢scara, pero s¨ª un tarro de cer¨¢mica que le cubre la cabeza. Esa es toda su indumentaria. Bueno, eso y dos espadas, una en cada mano. Cuando empieza a usarlas, nosotros podemos quedarnos atr¨¢s y ver uno de los bailes m¨¢s hermosos y completos del mundo del videojuego actual, ya que Let Me Solo Her acabar¨¢ con Malenia sin que esta pueda siquiera rozarlo. Las redes se hicieron eco del fen¨®meno. Varios medios especializados lograron entrevistar a ese h¨¦roe. El mi¨¦rcoles lleg¨® a las 1.000 muertes. Es decir, 1.000 jugadores a los que hab¨ªa ayudado a superar el reto m¨¢s grande del juego.
Cambiando de fondo, pero sin perder la forma digital, el mismo mi¨¦rcoles se anunciaba el lanzamiento de KEYZELL OPS, un sistema de inteligencia artificial desarrollado por la startup biotecnol¨®gica espa?ola KeyZell junto con la tecnol¨®gica Iakan, que se define como capaz de ¡°recomendar a los profesionales m¨¦dicos tratamientos personalizados contra el c¨¢ncer de pulm¨®n y mama, teniendo en cuenta las caracter¨ªsticas individuales de cada paciente y su tipo de c¨¢ncer¡±.
Es decir, KEYZELL OPS ayuda a los onc¨®logos a tomar decisiones m¨¢s personalizadas, logrando reducir la reincidencia, la sobremedicaci¨®n, los costes de los tratamientos. Seg¨²n la empresa, utiliza un sistema de Machine Learning, un mecanismo en continuo aprendizaje ¡°que se alimenta de miles de datos de historias cl¨ªnicas, creando modelos de aprendizaje autom¨¢tico a partir de la experiencia m¨¦dica recogida durante a?os¡±. Al onc¨®logo le bastar¨¢ con introducir los datos del paciente en la plataforma y esta expondr¨¢ en forma de ranking los tratamientos m¨¢s adecuados. No es la ¨²nica iniciativa similar.
Evidentemente, la historia con Let Me Solo Her es solo una an¨¦cdota dentro de ese gran divertimento que es Elden Ring, mientras que el anuncio de KeyZell es una noticia de calado. Pero, aunque el fondo sea distinto, la forma es la misma: ambas son formas de colaboraci¨®n con m¨¢quinas (o a trav¨¦s de m¨¢quinas) inimaginables hace tan solo un pu?ado de a?os. Recordemos que los tiempos digitales son exponenciales, no lineales. Y atrev¨¢monos a liberar la imaginaci¨®n para esbozar c¨®mo podr¨ªa ser el mundo del futuro. Bueno, en realidad, el mundo de dentro de no tanto.
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