Francisco Rico: ¡°La RAE es un mito porque el diccionario da poder¡±
Una charla en la cocina de su casa con el acad¨¦mico y fil¨®logo, que celebra sus 80 a?os con un volumen de homenaje a sus maestros y un ensayo sobre Nebrija en el quinto centenario del gran humanista
Para Francisco Rico, respirar es eso que se hace entre dos cigarrillos. ¡°?Cu¨¢nto fumo al d¨ªa? Todo¡±, matiza en la cocina de su casa, en Sant Cugat. La construy¨® el arquitecto Manuel de Sol¨¤-Morales en 1967, mientras Rico y su esposa, la fil¨®sofa Victoria Camps ¡ªa la que se oye a lo lejos, en una videoconferencia¡ª daban clase en Estados Unidos. En la mesa hay t¨¦ reci¨¦n servido, tres peri¨®dicos, un libro sobre Vlad¨ªmir Putin y un paquete de Nobel al que el fil¨®logo no da tregua.
En esa cocina empiezan y terminan los d¨ªas de este catedr¨¢tico jubilado de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona que el pasado 28 de abril cumpli¨® 80 a?os. Cada noche, despu¨¦s de cenar un caldo de escudella y de ver una pel¨ªcula ¡ª¡±en Filmin¡±¡ª, se instala en la cocina hasta las 2.30 para ¡°mirar cosas en Google¡±. Dice que ya lee poco ¡ªy ¡°nunca novelas modernas¡± salvo las de Eduardo Mendoza, con el que almuerza regularmente¡ª, pero al lado del sill¨®n de lectura tiene el libro de Antony Beevor sobre el D¨ªa D y el ensayo de ?ric Michaud sobre la est¨¦tica nazi. ¡°Tengo d¨ªas¡±, se justifica.
En 2004 Rico don¨® a su universidad la mayor parte de su biblioteca, que inclu¨ªa ediciones singulares del Quijote ¡ªentre ellas, una de 1605, a?o de su publicaci¨®n¡ª, as¨ª como estudios sobre la imprenta antigua, historias de la Edad Media y el Renacimiento o literatura medieval en varias lenguas. En el primer piso de la casa quedaron los cuadros relacionados con los personajes de Cervantes, alg¨²n collage de su a?orado ¡°don¡± Juan Benet y las obras de amigos suyos como Jaime Gil de Biedma o Javier Mar¨ªas, que lo incluy¨® como personaje en novelas como Tu rostro ma?ana, Los enamoramientos o As¨ª empieza lo malo.
¡°Un cl¨¢sico es una obra que sigue estando en las buenas librer¨ªas 70 a?os despu¨¦s de la muerte de su autor. Tambi¨¦n una que se conoce sin necesidad de haberla le¨ªdo¡±
Nacido en Barcelona en 1942, Rico suele presentarse en las solapas de sus libros como ¡°castellano¡±. Miembro de la Real Academia Espa?ola, de la Acca?demia dei Lincei y de la British Academy, y autor en italiano de libros sobre Petrarca o Boccaccio, siempre ha sabido conjugar la erudici¨®n m¨¢s alta con la divulgaci¨®n rigurosa. ¡°Lo de castellano¡±, explica, ¡°es porque mis padres eran de Aldeamayor de San Mart¨ªn, en Valladolid, y yo me considero castellano viejo. ?Divulgador? Me empe?¨¦ en que hubiera buenas ediciones de los cl¨¢sicos¡±. ?Y qu¨¦ es un cl¨¢sico? ¡°Tengo una definici¨®n muy prosaica: una obra que sigue estando en las buenas librer¨ªas 70 a?os despu¨¦s de la muerte de su autor. Tambi¨¦n una que se conoce sin necesidad de haberla le¨ªdo¡±.
Le gusta decir que la contemporaneidad en la que se siente c¨®modo habr¨ªa que fecharla en torno a 1600, pero lo cierto es que el idilio que el mercado espa?ol vive con autores centroeuropeos como Joseph Roth, Arthur Schnitzler o incluso Stefan Zweig es, en parte, cosa suya. Cuando mediados los a?os ochenta Jaume Vallcorba, fundador de Quaderns Crema, decidi¨® crear un sello en castellano ¨DSirmio¨D puso su colecci¨®n m¨¢s cosmopolita ¨Dllamada La caja negra¨D en manos de un enigm¨¢tico director que firmaba en los cr¨¦ditos como F. R. La empresa fracas¨® con los mismos autores que, poco despu¨¦s, triunfar¨ªan en su hermana y sucesora: Acantilado. ¡°Era cuesti¨®n de tiempo¡±, explica el hombre que se escond¨ªa tras aquellas siglas. ¡°Adelphi los hab¨ªa rescatado en Italia y all¨ª los hab¨ªa le¨ªdo yo. Vallcorba encarg¨® nuevas traducciones y los edit¨® maravillosamente¡±.
Rico fue el director de la colecci¨®n que relanz¨® en Espa?a la literatura centroeuropea de autores como Stefan Zweig o Joseph Roth
Director de la Historia y cr¨ªtica de la literatura espa?ola en la que se formaron generaciones de fil¨®logos y de la edici¨®n de referencia del Quijote, Rico fue elegido miembro de la RAE con 43 a?os, en 1986, meses antes de que Televisi¨®n Espa?ola estrenase Hablando claro, un programa sobre el buen uso de la lengua en el que ejerc¨ªa de asesor. Hoy es el segundo acad¨¦mico m¨¢s antiguo despu¨¦s de Pere Gimferrer y el director de la monumental colecci¨®n Biblioteca Cl¨¢sica de la docta casa. Consciente de su influencia, afirma: ¡°La Academia es un mito en Espa?a. Tiene una influencia y una presencia en la calle sin equivalente en otros pa¨ªses. ?Por qu¨¦? Porque hacer el diccionario da poder¡±.
Aunque sostiene que ¨¦l no ver¨¢ culminada esa Biblioteca y que apenas escribe, ahora publica dos libros propios que resumen su b¨²squeda de la s¨ªntesis entre rigor y claridad: Lecci¨®n y herencia de Elio Antonio de Nebrija, editado por la propia Academia, y Una larga lealtad, recopilaci¨®n de retratos de amigos y maestros publicada, precisamente, por Acantilado. Es, avisa, lo m¨¢s cercano a unas memorias que piensa escribir. ¡°Qu¨¦ voy a contar. He le¨ªdo m¨¢s que vivido¡±, dice con la mezcla de iron¨ªa y coqueter¨ªa con la que habla siempre. Como apunta ¨¦l mismo sobre su colega Eduard Valent¨ª, Francisco Rico alterna el distanciamiento con la pasi¨®n o la zumba, seg¨²n convenga. Y seg¨²n a quien quiera escandalizar. Puede salir fumando y diciendo tacos de un pleno acad¨¦mico y hablar a un camarero como a un latinista.
El 2 de julio se cumple el quinto centenario de la muerte de Nebrija, autor de la primera gram¨¢tica castellana. El profesor Rico reconoce que esa obra fue ¡°un golpe de genio¡±, pero subraya que lo importante fue su manual de lat¨ªn: ¡°En el siglo XVI hubo 100 ediciones. Fue la puerta a la cultura cl¨¢sica¡±. Due?o de una prosa transparente, nada ¡°universitaria¡±, Rico public¨® en 1993 un ensayo clave para entender la cultura occidental: El sue?o del humanismo. ¡°Gracias a la recuperaci¨®n de las letras antiguas, los primeros humanistas descubrieron que no vivimos en una esencia eterna, sino en la historia, en el cambio y la diversidad, en el relativismo. De ah¨ª surge la esperanza de que la vida puede cambiar, mejorar¡±. Con el tiempo, a?ade, el humanismo se fue restringiendo a la filolog¨ªa cl¨¢sica. Lo que era un ¡°fermento cultural revolucionario¡± se convirti¨® en una ¡°disciplina especializada¡±. No obstante, ¡°en Espa?a su impronta no hay que buscarla en la filolog¨ªa, sino en la educaci¨®n b¨¢sica. A principios del siglo XVII hab¨ªa unos 4.000 centros de ense?anza. Eso extendi¨® los rudimentos de la cultura cl¨¢sica, pero a costa de que el nivel fuera muy bajo¡±.
¡°?Que si fui buen profesor? Pregunta a Javier Cercas, que fue alumno m¨ªo¡±
Hubo, no obstante, una contrapartida espa?ola: el nacimiento de la novela realista moderna. ¡°Como la ense?anza fue m¨¢s general pero m¨¢s d¨¦bil, el humanismo no arraig¨® como en Italia o Francia. Los principios cl¨¢sicos no se tomaron tan al pie de la letra y los escritores rompieron con ellos. Para los griegos el objeto del arte es la realidad, pero no la que vemos, sino la ideal¡±. La condici¨®n social, adem¨¢s, marcaba el tratamiento de los personajes. Noble: tragedia. Plebeyo: comedia. ¡°Como dec¨ªa Victor Hugo, los reyes no preguntaban ¡®qu¨¦ hora es¡¯. De repente, en La Celestina los personajes bajos viven pasiones tr¨¢gicas, el Lazarillo se burla de todo. Eso enlaza con la modernidad, es decir, con el individualismo del dinero y la burgues¨ªa. Y con la imprenta¡±.
Por eso cree que el problema de esas obras en el bachillerato no es tanto de los textos como de los programas de estudio: ¡°Es dif¨ªcil que el Quijote no le guste a alguien. En Espa?a menos, pero en el extranjero se ley¨® mucho como libro para j¨®venes, como nosotros le¨ªmos a Verne o a Dumas. Eso s¨ª, a cierta edad hace falta gu¨ªa. Los profesores son clave. Hay que dejarlos trabajar porque son los que saben¡±.
De profesores que saben est¨¢ lleno Una larga lealtad. Empezando por Jos¨¦ Manuel Blecua, que le cambi¨® la vida. Asistir a una de sus clases hizo que abandonara su primera vocaci¨®n: el periodismo. A su padre, empresario de la piedra artificial en Sant Cugat, no le parec¨ªa carrera seria y la filolog¨ªa vino al rescate. ¡°Tengo la sensaci¨®n de que no he salido de aquella clase¡±, dice en un raro acceso de melancol¨ªa. ?Y ¨¦l? ?Fue buen profesor? ¡°Yo dir¨ªa que s¨ª. No mareaba a los alumnos con lo que yo estuviera investigando. Pero, chico, preg¨²ntales a ellos. A Cercas, por ejemplo. Si lo pillas, porque no para¡±. El escritor se form¨® como medievalista y col¨® a su maestro como personaje en El vientre de la ballena, la novela anterior a Soldados de Salamina. Estos d¨ªas anda entre Santiago de Chile y Buenos Aires. Y por WhatsApp confirma: el Francisco Rico profesor era ¡°brillant¨ªsimo¡±.
¡®Una larga lealtad. Fil¨®logos y afines¡¯. Francisco Rico. Acantilado, 2022. 280 p¨¢ginas. 18 euros
¡®Lecci¨®n y herencia de Elio Antonio de Nebrija¡¯. Francisco Rico. Real Academia Espa?ola, 2022. 564 p¨¢ginas.
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