Fuera de Radiohead, pero con un pie dentro

Radiohead est¨¢ a punto de cumplir 40 a?os como grupo y es curioso que una banda con tanta historia mantenga una repu?taci¨®n tan excelente. No ser¨¢ porque no hayan intentado derribarlos. Les han echado encima paladas de acusaciones. Musicalmente, dicen sus detractores, son autocomplacientes y pesados. Son oficialmente plagiadores, porque se vieron obligados a incluir entre los autores de ¡®Creep¡¯, himno de la generaci¨®n X, a los compositores de ¡®The Air That I Breathe¡¯, una canci¨®n de The Hollies de 1973 a la que su gran ¨¦xito se parec¨ªa demasiado. Cuando se habla de ellos como artistas comprometidos con las causas medioambientales les llaman hip¨®critas, porque mueven por el mundo enormes giras de lo m¨¢s contaminantes. Pol¨ªticamente, se?alan sus censores, son unos elitistas progres. Sin contar que, por apoyar al Dal¨¢i Lama, digan de ellos que favorecen un ¡°r¨¦gimen teocr¨¢tico¡± en el T¨ªbet.

Aun as¨ª, no hay manera de tumbar su prestigio. Ni siquiera que su l¨ªder, el hasta hace nada esquivo Thom Yorke, haya empezado a aparecer en la prensa rosa tras su matrimonio con la actriz italiana Dajana Roncione y ha empa?ado una reputaci¨®n trabajada concienzudamente.

Sus logros son f¨¢ciles de resumir: son unos m¨²sicos excepcionales, autores de casi una decena de ¨¢lbumes que siguen creciendo con el paso del tiempo. Lo saben bien los cr¨ªticos: Radiohead fueron pioneros de esa tendencia de publicar discos sin avisar y se vieron obligados a escribir cr¨ªticas expr¨¦s de sus trabajos. Y es complicado juzgar con solo una escucha ¨¢lbumes que si algo necesitan para ser digeridos apropiadamente es tiempo. Con los a?os, m¨¢s de uno se ha arrepentido de no haberlos sabido apreciar en su justa medida. O eso hemos o¨ªdo.

Aunque nos hayan acostumbrado a editar ¨¢lbumes a traici¨®n, con lo que un nuevo disco podr¨ªa llegar la semana que viene, el hecho es que hace seis a?os que no hay un nuevo lanzamiento de Radiohead. Es el par¨®n m¨¢s largo de toda su carrera. Un tiempo que han dedicado a reeditar sus viejos discos, en formatos a veces demasiado lujosos, y a innumerables proyectos paralelos. Siendo justos, en 2022 Radiohead es m¨¢s un septeto que un quinteto. A sus cinco miembros originales, una formaci¨®n que se mantiene inmutable desde el principio (otro logro colosal), hay que sumar al productor Nigel Godrich, que ha trabajado en todos sus discos, y al artista Stanley Donwood, autor de sus portadas y sus dise?os.

Excepto el bajista Colin Green?wood, en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas todos han desarrollado el suficiente trabajo en solitario como para que puedan considerarse carreras por cuenta propia. El guitarrista Ed O¡¯Brien edit¨® un disco, ?Earth, en 2020 que quiz¨¢s haya sido el trabajo menos ligado al sonido de Radiohead de todos los que han hecho hasta ahora los componentes del grupo. El bater¨ªa Phil Selway ha publicado dos, Familial (2010), en el que ejerc¨ªa de cantautor ac¨²stico cl¨¢sico, y Weatherhouse (2014), que era totalmente Radiohead. Los dos fueron de los primeros en trabajar fuera de la banda, en 7 Worlds Collide, un proyecto liderado por Neil Finn (Crowded House). Pero aquello era, en realidad, una obra ben¨¦fica de Finn en la que le arropaban amigos de lujo (tambi¨¦n participaron Eddie Vedder, Johnny Marr o Lisa Germano).

Para Yorke, los discos de Radiohead son una tarea ardua y dolorosa. Y todo el resto, un entretenimiento indoloro

El guitarrista Jonny Greenwood da para un art¨ªculo por s¨ª mismo, pero se puede resumir en que es ahora un reputado compositor de bandas sonoras. Su candidatura al Oscar por El poder del perro lo ha consagrado como uno de los m¨¢s deseados del momento. Y el que tampoco para es Thom Yorke, que siempre ha considerado lo que hac¨ªa al margen de Radiohead como un divertimento. La grabaci¨®n de los discos del grupo, seg¨²n ha repetido, es una tarea ardua y en ocasiones dolorosa, mientras que lo que queda fuera es un entretenimiento indoloro. Yorke ha editado tres discos en solitario, al que hay que sumar la banda sonora de Suspiria y su ¨¢lbum como Atoms for Peace, el cuarteto que fund¨® con Flea, de Red Hot Chili Peppers.

La novedad de The Smile, que acaba de publicar A Light for Attracting Attention, es que es un tr¨ªo que re¨²ne a Jonny Greenwood y Thom Yorke, que han reclutado a Tom Skinner, uno de los dos bater¨ªas de Sons of Kemet, el cuarteto liderado por el saxofonista Shabaka Hutchings, que es una de las estrellas indiscutibles de la escena jazz¨ªstica brit¨¢nica.

El de The Smile es un disco en el que manda la personalidad de Yorke y que, como casi todo lo que hace en solitario, termina cruz¨¢ndose con Radiohead hasta tal punto que parece que cualquier canci¨®n podr¨ªa aparecer en un disco del grupo madre y viceversa. Cuando adelantaron su primera canci¨®n, ¡®You¡¯ll Never Work in Television Again¡¯, se crey¨® que iban a editar un ¨¢lbum pospunk con mucha guitarra y mucha distorsi¨®n, como si hubieran vuelto a sus inicios de grupo indie esclavo de las seis cuerdas. Pues no. Despu¨¦s llegar¨ªa ¡®Pana-vision¡¯, estrenada en el ¨²ltimo cap¨ªtulo de la serie Peaky Blinders. Fantasmag¨®rica y atmosf¨¦rica, la canci¨®n tiene un pie en las bandas sonoras de Greenwood y otro en A Moon Shaped Pool, el ¨²ltimo ¨¢lbum de Radiohead. ¡®The Smoke¡¯ y ¡®The Opposite¡¯ son m¨¢s jazzeras, pero parecen sacadas de Kid A (2001). ¡®Speech ?Bubbles¡¯ podr¨ªa ser un descarte de OK Computer (1997), y ¡®Free in the Knowledge¡¯, de The Bends (1995).

Podr¨ªamos seguir asociando cada una de las 17 canciones a alguna parte de la discograf¨ªa de Radiohead. Entre otras cosas, porque estos chicos no tiran nada. Un par de temas, ¡®Skirting On the Surface¡¯ y ¡®Open the Floodgates¡¯, incluso han sonado en algunos conciertos de la banda. Aunque esta ¨²ltima la tocaba Thom Yorke solo con un piano y aqu¨ª la envuelven arreglos electr¨®nicos que parecen llevar la firma de Greenwood.

?Es eso malo? Solo para los que esperaban que The Smile sonase distinto a Radiohead, cosa que roza en lo milagroso si se conoce el trabajo en solitario de Yorke, y m¨¢s teniendo en cuenta que en The Smile est¨¢n los dos principales compositores de la formaci¨®n original, que lo ha producido Godrich y que el arte lo firma Donwood. Para los fans que echan de menos nuevos lanzamientos es un entretenimiento m¨¢s que digno para matar el ansia. S¨ª, hay mucha guitarra, pero los efectos que les aplican son tantos que podr¨ªan ser teclados, y la electr¨®nica est¨¢ por todas partes. Es una especie de buf¨¦ libre al que se suma un bater¨ªa un tanto m¨¢s jazz¨ªstico. Lo cual, despu¨¦s de todo, tampoco est¨¢ nada mal.

A Light for Attracting Attention?

The Smile?
XL Recordings / PopStock!

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