¡®Lecturas de la violencia vasca¡¯ o c¨®mo un proyecto pol¨ªtico se construy¨® desde el terrorismo
La violencia ayud¨® a forjar un sentimiento nacionalista irredento en Euskadi cuyos protagonistas matarifes fueron iluminados por la aureola del patriotismo
Mucho ha matado Euskadi para que pueda dudarse ya de su existencia!¡±. Esta cita de Rafael S¨¢nchez Ferlosio, propia de una pluma tan descarnada y brillante como la suya, me parece el mejor de los res¨²menes del nuevo libro Lecturas de la violencia vasca. Dirigido por Luis Castells y Fernando Molina, historiadores y profesores de la Universidad del Pa¨ªs Vasco, la obra es un conjunto de ensayos contra ¡°la indiferencia moral, el miedo y una falta de empat¨ªa por el dolor ajeno¡±. Este dolor es el de las v¨ªctimas del terrorismo etarra y del contraterrorismo de Estado, una violencia que acab¨® con las vidas de cientos de espa?oles inocentes, sobre la que se impost¨® la existencia de un conflicto entre el Estado democr¨¢tico espa?ol y el nacionalismo identitario. Como se?ala Molina en el cap¨ªtulo a su cargo, no es tanto que la naci¨®n (el nacionalismo) abriera la puerta a la violencia como que esta abri¨® la puerta a la naci¨®n. La violencia es presentada as¨ª como elemento fundamental para la creaci¨®n de un sentimiento nacionalista irredento cuyos protagonistas, matarifes sin piedad, se vieron apoyados por un considerable porcentaje de la opini¨®n p¨²blica e incluso iluminados por la aureola del patriotismo.
Le¨ª la obra durante los d¨ªas en que se debat¨ªa en el Congreso la ley de memoria democr¨¢tica, que tanto ha dado y dar¨¢ que hablar en el futuro. Frente a la inocente desverg¨¹enza de los redactores de la misma y al oportunismo de los pactos que condujeron a su aprobaci¨®n, la dignidad y claridad de los textos que nos ofrece este libro es un ejemplo de honestidad en el recuerdo y en la explicaci¨®n del olvido. Los autores describen los silencios y las ausencias, el sonambulismo de la sociedad en la que viv¨ªan, y en la que se extendi¨®, en palabras de Ana Aizpiri, ¡°la calamidad de pensar que matar est¨¢ bien¡±. La lengua materna de Ana fue el vascuence, hasta los seis a?os no aprendi¨® una sola palabra en castellano, y su hermano fue asesinado por ETA como otros amigos, vecinos y conocidos suyos. Ella explica que los criminales que les dieron muerte pretend¨ªan exterminar civil y pol¨ªticamente a los vascos que dispu?taban y dispu?tan al nacionalismo ¡°el exclusivismo de lo vasco¡±. El texto de Aizpiri abre las reflexiones de otros ocho autores y es un espl¨¦ndido introito a la reflexi¨®n sobre la violencia en Euskadi. Versa sobre la manipulaci¨®n pol¨ªtica, la insensibilidad social y hasta la banalidad del mal, en el sentido que ya denunciara Hannah Arendt.
Los hechos que revela la obra son casi todos conocidos, pero el relato que con ellos se construye es de una solvencia intelectual y moral muy de resaltar. Citar¨¦ alg¨²n ejemplo m¨¢s, como el excelente art¨ªculo de Luis Castells sobre la atracci¨®n del mal, que pone de relieve la hipocres¨ªa del PNV, pues ¡°desde su distanciamiento¡± contribuy¨® a difundir la cultura de que el Estado (Espa?a) ¡°era un cuerpo extra?o a los vascos, cuando no responsable de la violencia en Euskadi¡±. Tambi¨¦n denuncia la memoria sesgada alimentada por la izquierda abertzale seg¨²n la cual la violencia de ETA no era m¨¢s que una respuesta a ¡°la violencia estructural del Estado¡±. Castells insiste en que detr¨¢s del terrorismo hab¨ªa ¡°un proyecto pol¨ªtico de corte totalitario y nacionalista radical¡±. Este es el que ahora representa de un modo u otro Bildu. En ¨¦l, aunque haya asumido otras demandas sociales t¨ªpicas de la izquierda, lo sustancial ¡°es la centralidad de la cuesti¨®n nacional, as¨ª como su lazo umbilical con ETA, aunque ya no lo diga¡±.
La obra ofrece claves relevantes sobre la actitud del Gobierno franc¨¦s en su relaci¨®n con el conflicto, su inicial mirar para otro lado y su esencial colaboraci¨®n en la desarticulaci¨®n final de la banda
El presidente S¨¢nchez se permiti¨® el intolerable sarcasmo de decir en el Parlamento que iba a dar una mala noticia a los se?ores diputados de la derecha: ¡°ETA ya no existe¡±. La organizaci¨®n terrorista renunci¨® a la violencia en 2011 y anunci¨® su liquidaci¨®n en 2018. Pero el proyecto que alumbr¨® con su actividad criminal lo representa ampliamente Bildu-Sortu. Eso explica que sus miembros sigan neg¨¢ndose a colaborar en el esclarecimiento de cientos de cr¨ªmenes de ETA todav¨ªa sin resolver. Por lo dem¨¢s, es constatable que el contraterrorismo de Estado protagonizado por el GAL aliment¨® el discurso de quienes justificaban o exculpaban los cr¨ªmenes de ETA. Pero los delincuentes del GAL fueron perseguidos y castigados por la justicia espa?ola, que entre otras cosas sent¨® en el banquillo a un presidente del Gobierno y envi¨® a la c¨¢rcel a su ministro del Interior. La obra ofrece por ¨²ltimo claves relevantes sobre la actitud del Gobierno franc¨¦s en su relaci¨®n con el conflicto, su inicial mirar para otro lado y su esencial colaboraci¨®n en la desarticulaci¨®n final de la banda.
No hay una l¨ªnea desperdiciada en este op¨²sculo que ayuda a comprender las dur¨ªsimas cr¨ªticas que antiguos l¨ªderes del PSOE hacen a la alianza de S¨¢nchez con Bildu. Contra lo que dicen los aduladores de La Moncloa, no se debe a que no hayan le¨ªdo la ley de la memoria democr¨¢tica. Es en cambio fruto de la ignorancia del actual Gobierno sobre lo que fue, ha sido y es la construcci¨®n de un imaginario vasco, a¨²n vigente en el discurso de la izquierda abertzale, que fue edificado a base de bombas y tiros en la nuca.
Lecturas de la violencia vasca
Autores: Luis Castells, Fernando Molina Aparicio, Mart¨ªn Alonso, Luis R. Aizpeolea, Ana Aizpiri Leyaristi, Francisco Javier Merino Pacheco, Lourdes O?ederra, Barbara Loyer, Lourdes P¨¦rez Rebollar, Izaskum Sa¨¦z de la Fuente Aldama e Imanol Zubero.
Edici¨®n: Luis Castells y Fernando Molina Aparicio.
Editorial: Los Libros de la Catarata, 2022.
Formato: tapa blanda (208 p¨¢ginas, 17 euros).
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