Manuel Puig: como Cor¨ªn Tellado, pero completamente distinto
Los libros del escritor argentino ceden la narraci¨®n a unos personajes moralmente ambiguos, paranoicos, sublimes a fuerza de ser pat¨¦ticos. Seix Barral completa con tres nuevos t¨ªtulos la reedici¨®n de sus ocho novelas
¡°Una vez¡±, record¨® en una ocasi¨®n Alan Pauls, ¡°para desmerecerlo, Juan Carlos Onetti dijo que sab¨ªa c¨®mo hablaban los personajes de Puig, pero no c¨®mo escrib¨ªa Puig. La objeci¨®n es tan pat¨¦tica y tan consagratoria¡±, dijo el escritor argentino, ¡°como la que esgrim¨ªa Ram¨®n Doll cuando acusaba a Borges de escritor de segunda mano, de plagiario¡±. Puig fue expl¨ªcita y deliberadamente un escritor ¡°de segunda mano¡±, que cedi¨® el centro de la narraci¨®n a sus personajes: sus novelas mezclan elementos de la ¡°alta¡± y de la ¡°baja¡± cultura, avanzan mediante el intercambio de cartas y protocolos documentales, fragmentos de canciones y de filmes, redacciones escolares, informes policiales, pasajes de diarios ¨ªntimos y recortes de prensa, son polif¨®nicas. Proceden, sobre todo, a trav¨¦s del di¨¢logo entre los personajes. Que ¨²nicamente sepamos c¨®mo hablan ellos, y no su creador, es solo uno de los elementos que hacen extraordinarias estas novelas.
Manuel Puig naci¨® en 1932 en General Villegas, un peque?o pueblo en la provincia de Buenos Aires, y muri¨® en Cuernavaca en 1990; en el medio, estudi¨® cine en Roma, fund¨® en 1971 el Frente de Liberaci¨®n Homosexual argentino, fue auxiliar de vuelo de Air France, vivi¨® en Nueva York y en R¨ªo de Janeiro, escribi¨®. La traici¨®n de Rita Hayworth, su primera novela, se disput¨® el Premio Biblioteca Breve con ?ltimas tardes con Teresa, de Juan Mars¨¦, y se cuenta que uno de los miembros del jurado ¡ªm¨¢s tarde personaje habitual de la prensa rosa y el follet¨ªn televisivo¡ª amenaz¨® con renunciar si ganaba ¡°ese argentino que escribe como Cor¨ªn Tellado¡±. Boquitas pintadas, la segunda, fue un ¨¦xito internacional. The Buenos Aires Affair, la tercera, fue prohibida por el Gobierno argentino; Puig recibi¨® amenazas de una organizaci¨®n parapolicial de extrema derecha conocida como la Triple A y abandon¨® definitivamente el pa¨ªs. Ya en el exilio escribi¨® El beso de la mujer ara?a y Pubis angelical, que fueron llevadas al cine por H¨¦ctor Babenco y Ra¨²l de la Torre, as¨ª como Maldici¨®n eterna a quien lea estas p¨¢ginas y sus dos novelas ¡°brasile?as¡±, Sangre de amor correspondido y Cae la noche tropical. Las ventas disminuyeron, el rechazo de la cr¨ªtica se hizo m¨¢s visible y el autor acus¨® el golpe, como demuestra Puig por Puig, una muy buena selecci¨®n de entrevistas realizada por Julia Romero: resentido, solo, se encerr¨® a ver filmes antiguos ¡ª?que coleccionaba: en su casa no ten¨ªa libros, y siempre dijo saber muy poco de literatura¡ª con su madre, que hab¨ªa instilado en ¨¦l el amor por el cine y lo sobrevivi¨® 27 a?os. Seix Barral completa con tres nuevos t¨ªtulos este mes la reedici¨®n de sus ocho novelas.
De tan alargada, la sombra de Puig da la impresi¨®n de haberse disipado, pero su influencia todav¨ªa es enorme, especialmente perceptible all¨ª donde tropezamos con personajes moralmente ambiguos, paranoicos, caricaturescos
Las novelas de Puig son parte de la misma ¡ªmuy luminosa¡ª constelaci¨®n que conforman El lugar sin l¨ªmites, de Jos¨¦ Donoso; Colibr¨ª, de Severo Sarduy; El mundo alucinante, de Reinaldo Arenas; Las muertas, de Jorge Ibarg¨¹engoitia, y Tres tristes tigres, de Guillermo Cabrera Infante; sin ellas no habr¨ªa C¨¦sar Aira, pero tampoco N¨¦stor Perlongher, Terenci Moix, Javier Montes, Juan Pablo Villalobos, Pauls o Roberto Bola?o; tampoco Pedro Almod¨®var o Wong Kar-wai: de tan alargada, la sombra de Puig da la impresi¨®n de haberse disipado, pero su influencia todav¨ªa es enorme, especialmente perceptible all¨ª donde tropezamos con personajes moralmente ambiguos, paranoicos, caricaturescos en los extremos con que experimentan sus emociones, teatrales, ligeramente anacr¨®nicos, camp. Personajes que se vuelven sublimes a fuerza de ser pat¨¦ticos, que denuncian involuntariamente su origen y la hipocres¨ªa que los rodea, que trafican chismes ¡ªpara Tenenbaum, una ¡°puerta trasera, de servicio, femenina a la literatura¡± de la que se vali¨® Puig¡ª en procura de acceder a los secretos de los dem¨¢s. Desde su primera novela, observ¨® Pauls, el autor de Maldici¨®n eterna a quien lea estas p¨¢ginas escribi¨® para ¡°husmear, inmiscuirse, interceptar comunicaciones privadas, irrumpir en archivos personales, descorrer telones, restablecer verdades escamoteadas, sacar confesiones a la luz, exhumar secretos innobles o desoladores¡±; en Boquitas pintadas, en Cae la noche tropical, en La traici¨®n de Rita Hayworth sus personajes nunca dejan de asaltar con palabras el n¨²cleo duro de lo que no debe ser dicho.
Puig cont¨® en alguna ocasi¨®n que ¡°su¡± tema era ¡°la primera generaci¨®n de argentinos¡± que protagonizaban en las d¨¦cadas de 1940 y 1950 los grandes cambios econ¨®micos y pol¨ªticos del pa¨ªs mientras intentaban dotarse de una lengua propia que no traicionase sus or¨ªgenes. ¡°Para ellos¡±, cont¨®, ¡°era dif¨ªcil encontrar un modelo de lenguaje. Los modelos a mano eran los folletines y la radio: lenguajes muy cargados precisamente para impresionar a un p¨²blico poco refinado. Se cargaban las tintas para lograr un impacto y crearon, de hecho, una cierta sensibilidad. Las primeras letras de tango van dirigidas a un p¨²blico que tiene que entender sea como sea, con trazos de brocha gorda¡±. En palabras de Reina Roff¨¦, ¡°las pel¨ªculas de serie B, la novela rosa, las canciones populares y los novelones radiales que conformaron el imaginario de la clase media argentina (¡) se articulan en Puig como una cultura del sentimiento ¡ª?que contrasta de manera estridente con la cultura de ¨¦lite, donde lo sentimental deb¨ªa ser reprimido¡ª en oposici¨®n a un mundo violento, autoritario y censor¡±. La ventriloqu¨ªa de Puig, que Pauls define como un ¡°dispositivo parasitol¨®gico¡±, no es producto de que ¡°no supiese¡± escribir, como sospecharon algunos, sino de su concepci¨®n del personaje como una voz, as¨ª como de su inter¨¦s por el modo en que los despose¨ªdos y los excluidos recurr¨ªan, a falta de otra cosa, a modos y formas de la cultura popular para hablar de s¨ª mismos: como Cor¨ªn Tellado, s¨ª, pero completamente distinto. Entre tantos autores de lo que alguien llamaba recientemente ¡°una novela y media¡±, que avanzan y retroceden en la percepci¨®n de los lectores al arbitrio de las modas en el mercado editorial, la recuperaci¨®n de la obra de Puig es una noticia tan buena como inusual, como sus novelas.
Sangre de amor correspondido
Autor: Manuel Puig.
Pr¨®logo: Paulina Flores.
Editorial: Seix Barral, 2022.
Formato: tapa blanda (192 p¨¢ginas, 18 euros) y e-book (7,49 euros).
Maldici¨®n eterna a quien lea estas p¨¢ginas
Autor: Manuel Puig.
Pr¨®logo: Claudia Pi?eiro.
Editorial: Seix Barral, 2022.
Formato: tapa blanda (336 p¨¢ginas, 18,50 euros) y e-book (9,99 euros).
Cae la noche tropical
Autor: Manuel Puig.
Pr¨®logo: Tamara Tenenbaum.
Editorial: Seix Barral, 2022.
Formato: tapa blanda (288 p¨¢ginas, 18,50 euros) y e-book (9,99 euros).
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