¡®Gente muy fr¨ªa¡¯, una brutalidad... y una genialidad
La estadounidense Sarah Manguso despliega en su primera novela un retrato demoledor de la autodestrucci¨®n individual asociada al aislamiento y al sectarismo social
Sarah Manguso (Massachusetts, 48 a?os) se considera una miniaturista. Lo que quiere decir que, literariamente, trabaja con miniaturas. Esto es, con peque?os textos como instant¨¢neas que se abren camino en mitad de la nada y que, poco a poco, con una austeridad envidiablemente adictiva, deliciosa, dibujan un mapa. Un mapa que, en el caso de su primera e impactante novela, Gente muy fr¨ªa, peque?a pieza de orfebrer¨ªa delicadamente g¨¦lida y rabiosamente ardiente a la vez, es el mapa de la toma de conciencia de una ni?a. Ruthie. De lo que Ruthie toma conciencia es del mundo que la rodea. Cruel, fantasmag¨®rico. Un mundo como un animal herido que no piensa curar ninguna de sus heridas, sino que va a presumir de ellas. Va a contagiar su frialdad.
El lugar es un lugar ficticio, la helada Waitsfield, una supuesta peque?a poblaci¨®n de Massachusetts, en la que, si un d¨ªa, sin querer, das marchas atr¨¢s a tu coche y ¨¦ste se empotra contra una monta?a de nieve ¡ªcomo le ocurri¨® a la madre de Ruthie¡ª, no vas a poder sacarlo, y tampoco te atrever¨¢s a pedirle a ning¨²n vecino que te eche una mano. Porque los vecinos, y sus familias, se comportan como peque?as sociedades que nada quieren saber del resto. Peque?as sociedades sectarias en las que todo est¨¢ permitido porque ?no es as¨ª en todas partes? Hay padres que se dan ba?os con sus hijas adolescentes, y madres que consideran que ya est¨¢n haciendo suficiente por evitar que eso ocurra. Una de ellas es la madre de Ruthie, una autodestructiva y fr¨ªa ni?a grande.
La imaginaci¨®n ¡ªaquello que inventas para que nada te toque¡ª se convierte, casi sin poder evitarlo, en la ¨²nica salida
En Waitsfield, y en casa de Ruthie, los libros son algo que se consigue en el vertedero ¡ªcomo la ropa¡ª, y los regalos nunca se compran, siempre son cosas que tienes en casa. Nadie es amable contigo, y por eso, cuando alguien hace algo por ti, lloras porque no crees que lo merezcas. La imaginaci¨®n ¡ªaquello que inventas para que nada te toque¡ª se convierte, casi sin poder evitarlo, en la ¨²nica salida. Y no consuela, porque no hay nada que consolar cuando crees que las cosas no podr¨ªan ser de otra manera. Al regresar de casa de sus t¨ªos, con una gabardina Burberry prestada, Ruthie imagina que su familia es rica. La vida sigue, y a la vez, se desmorona. La ni?a crece y empieza a arrancarse las pesta?as de cinco en cinco, sin saber por qu¨¦, ?y no ser¨¢ que es el dolor lo ¨²nico que entiende?
Podr¨ªa inscribirse Gente muy fr¨ªa en la corriente de la new sincerity ¡ªla corriente de las peque?as y dolorosas confesiones, el asomarse al abismo del otro, a trav¨¦s de pormenorizados y rec¨®nditos detalles cotidianos¡ª y, de hecho, por m¨¢s que no est¨¦ describiendo en absoluto ¡ªqui¨¦n sabe¡ª nada semejante a la infancia de la propia autora, deber¨ªa hacerlo, porque su aproximaci¨®n a la vida de Ruthie comparte la idea de la intimidad por momentos insoportable del movimiento. Que Sheila Heti ¡ªjunto a Tao Lin, una de las voces clave de la new sincerity¡ª figure en los agradecimientos ¡ªcomo una de las primeras lectoras del manuscrito¡ª quiz¨¢ no sea una mera coincidencia. ?Y no ser¨ªa maravilloso que un g¨¦nero confesional alzase el vuelo como g¨¦nero de ficci¨®n pura?
Lo ser¨ªa. Pero lo que hace Manguso ¡ªm¨¢s conocida como poeta, y ensayista, y en general, responsable de inexplicables y brillantes artefactos literarios de todo tipo¡ª es ir a¨²n m¨¢s all¨¢. Porque la forma y el fondo, esto es, la manera en que se cuenta, y lo que se cuenta, coinciden en sublimar ¡ªy exprimir¡ª la idea misma de austeridad. Hay una econom¨ªa del recuerdo invocado en Gente muy fr¨ªa que hace que la novela sea a la vez un personaje de la propia historia que est¨¢ contando. La aparente inanidad desarmante de cada pincelada ¡ªde alguna forma, impresionista¡ª que Ruthie ¡ªinterpretada por Manguso¡ª da es una puerta abierta a una escritura por completo despojada de aquello que no posee la narradora: autoestima. Una brutalidad. Y una genialidad. En muchos sentidos.
Gente muy fr¨ªa
Autor: Sarah Manguso.
Traducci¨®n: Julia Osuna Aguilar.
Editorial: Alpha Decay, 2023.
Formato: tapa blanda (192 p¨¢ginas, 21,90 euros).
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