Simplemente Poch
Transgresor y par¨®dico, el integrante de Derribos Arias muri¨® en 1998 en silla de ruedas a los 42 a?os afectado por una enfermedad degenerativa
Han pasado cuatro d¨¦cadas de la muerte en carretera de Eduardo Benavente. Quien parec¨ªa destinado a ser nuestro Johnny Thunders, se fue con 20 a?os y se convirti¨® en un mito con la publicaci¨®n de El acto, disco grande lleno de lujuria del grupo Par¨¢lisis Permanente, liderado por Eduardo y Ana Curra, quien todav¨ªa anda dando guerra. ?l fue un pegamoide como tambi¨¦n lo fue otro personaje de aquellos coloridos y endog¨¢micos a?os digno de ser recordado: Ignacio Mar¨ªa Gasca Ajuria, apodado Poch, del cari?oso y familiar Pochete, Pocho con la ¨²ltima vocal perdida. Eduardo y Poch compartieron actuaciones con Jaime Urrutia, otro superviviente del esplendor.
Si usted escucha reiteradamente a su interlocutor arengar de modo compulsivo con el mantra ¡°Hay que aberrar¡±, muy probablemente quede desconcertado. Aberrar, desviarse, extraviarse, era una forma de vida, un tipo de m¨²sica, el mantra del veintea?ero disparatado, l¨²cido, ca¨®tico, extravagante Poch, que pulul¨® por el Madrid efervescente de los a?os ochenta. Originario de San Sebasti¨¢n (1956), hijo de familia numerosa, asm¨¢tico, de incontrolados movimientos espasm¨®dicos, producto de su grave enfermedad de Huntington, hereditaria, neurol¨®gica y degenerativa, Poch iba para m¨¦dico, como su padre, pero despu¨¦s de estudiar dos cursos en Bilbao con resultados brillantes, su progenitor lo envi¨® a Huesca, donde repiti¨® tercero dos a?os. Con cualidades para los idiomas, estudi¨® en el donostiarra Colegio Alem¨¢n San Alberto Magno; con buen o¨ªdo, recibi¨® clases de piano en la ni?ez, lo que parece indicar que marc¨® su destino.
Con una voz muy peculiar y desafinada, Poch se plantaba frente al micr¨®fono sin ning¨²n tipo de acoquinamiento
En San Sebasti¨¢n, iluminados por el no future de Sex Pistols, Alejo Alberdi (guitarra), Manuel Moreno (Paul, bater¨ªa) y Poch formaron La Banda sin Futuro, pero nunca llegaron a grabar. Con una voz muy peculiar y desafinada, Poch se plantaba frente al micr¨®fono sin ning¨²n tipo de acoquinamiento. Comenz¨® a viajar a Madrid, una ciudad donde hace amistades entre los m¨²sicos de la Nueva Ola. Parroquiano del bar La V¨ªa L¨¢ctea y asiduo del barrio de Malasa?a, su figura comienza a brillar.
Poch, Carlos Entrena (voz), Jaime Urrutia (guitarra solista), Paco Trinidad (bajo), Juan Luis Vizcaya (bater¨ªa) y Jorge Alfonso (guitarra r¨ªtmica) fundan Ejecutivos Agresivos, un grupo gamberro que triunfa con Mari Pili, la canci¨®n del verano de 1980. Poch est¨¢ al frente de los teclados (sintetizador Korg MS-10). Entre el vasco y Entrena acabaron de perfilar la letra de Mari Pili, que estaba casi perge?ada. El estribillo era de Poch (¡°Mari Pili, no, no, no / No, no, no, no me excites, por favor / Por favor, que de estar al sol tirao / Ay, ay, ay, todo el cuerpo me he quemao¡±).
Sin ser un gran lector, Poch era un entusiasta de Kafka, Lovecraft o Goethe. Las canciones que escribe, aparentemente inocuas, tienen un gran contenido transgresor y par¨®dico. Su talento est¨¢ al servicio de la pataf¨ªsica y sus referentes musicales son Suicide, Television, The Stooges, The Modern Lovers, The Velvet Underground¡
Los mods madrile?os vest¨ªan en el Rastro y en Almacenes Arias, una empresa situada en la calle de la Montera, 31, que vend¨ªa ropa barata. Popularmente conocidos como Saldos Arias, all¨ª los modernos adquir¨ªan calcetines chillones, pantalones ajustados, corbatas estrechas¡ Todo por romper con la est¨¦tica progre y hippy de los a?os setenta. Poch lleg¨® a vestirse con un traje de color anaranjado, un remedo del Elvis Costello de My Aim is True. Adem¨¢s, usaba unas gafas de pasta como las del londinense o las de Buddy Holly.
Las canciones no son menos disparatadas que su compositor, Poch: ¡®Branquias bajo el agua¡¯, ¡®Aprenda alem¨¢n en 7 d¨ªas¡¯, ¡®A Fl¨²or¡¯
Entonces los nombres de los grupos eran de lo m¨¢s descabellado. La genialidad de Poch le llev¨® a bautizar al suyo como Derribos Oscenses, porque Huesca fue su ¨²ltimo lugar de estudio, pero finalmente decidieron ponerle Derribos Arias, en homenaje a sus almacenes favoritos. La formaci¨®n inicial estaba compuesta por los mismos miembros de La Banda sin Futuro y comenzaron actuando en salas como Carolina, El Templo del Gato, Agapo, Rock-Ola¡, locales en penumbra de escenarios recoletos del circuito de la noche madrile?a. Las canciones no son menos disparatadas que su compositor, Poch: Branquias bajo el agua, Aprenda alem¨¢n en 7 d¨ªas, A Fl¨²or, resultado del recorte de una caja del dent¨ªfrico Binaca Fl¨²or: se qued¨® con la ¨²ltima vocal de la marca y el tipo de crema.
Convertido en un grupo de culto, nada comercial, Derribos Arias form¨® parte de las Hornadas Irritantes. Sus aliados eran Glutamato Ye-Y¨¦, Sindicato Malone, Siniestro Total, Ciudad Jard¨ªn, de est¨¦tica tremendista, en la que predomina el desali?o. Frente a estos corrosivos estaban los que ellos calificaban babosos o blandengues, capitaneados por Los Secretos, Mam¨¢ y otros de vestimenta aseadita. Poch lleva una vida desordenada, el personaje es excesivo. Bebe, toma todo tipo de sustancias, act¨²a bajo los efectos de la mescalina, viste un largo abrigo negro o la chaquetilla del pijama como camisa, lleva las gafas pegadas con esparadrapo, en su atuendo luce pinzas de tender (nada de imperdibles). Igual hurta discos en unos grandes almacenes que un pollo asado para luego repartir trozos entre los amigos. Abandona la medicaci¨®n. Aberra.
Se retir¨® a su ciudad, acab¨® en silla de ruedas y muri¨® con 42 a?os junto al mar, cerca del jurel, su pez fetiche.
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