¡®El ritmo infinito¡¯, el ser humano es ese animal que canta y baila
En un monumental ensayo, Michael Spitzer rastrea la evoluci¨®n de la m¨²sica desde los or¨ªgenes de la humanidad hasta nuestros d¨ªas, sin olvidar los estragos del colonialismo en la valoraci¨®n de m¨²sicas no occidentales
Michael Spitzer declara haberse inspirado en la pel¨ªcula Dunkerque de Christopher Nolan para construir su ensayo El ritmo infinito (Ariel, 2023), un texto ambicioso por su extensi¨®n y tem¨¢tica, que destila entusiasmo hacia la relaci¨®n de los humanos con la m¨²sica desde el principio de los tiempos y hacia las emociones que esta despierta en nosotros. En Dunkerque, la historia se despliega a trav¨¦s de la narraci¨®n de lo ocurrido en una sola hora, en un d¨ªa y en una semana. Para organizar el abundante material que figura en El ritmo infinito, Spitzer opta por tres cronogramas: en el primero se centra en lo que dura una vida humana y en el modo en que la m¨²sica se intercala en ella, ya sea en momentos de ocio, en el trabajo ¡ªrecordemos los cantos que han acompa?ado las labores agr¨ªcolas durante siglos¡ª o incluso cuando los beb¨¦s son cargados a cuestas por sus padres (y, sobre todo, por sus madres), y en ese traqueteo comienza a desarrollarse su sentido del ritmo. El segundo cronograma se centra en la presencia de la m¨²sica en la historia universal, con una importante presencia de los mitos fundacionales de la m¨²sica en las distintas civilizaciones y pueblos. Por ¨²ltimo, el tercer cronograma se focaliza en el aspecto evolutivo de la m¨²sica, de ah¨ª que lo protagonicen los hom¨ªnidos y, en segundo plano, los animales, pues Spitzer lamenta que en los estudios de su campo no se le haya prestado la suficiente atenci¨®n a la ¡°m¨²sica animal¡±, que abarcar¨ªa desde las vocalizaciones de los simios hasta las numerosas emociones presentes en la comunicaci¨®n entre animales.
¡°?Por qu¨¦ nos hemos vuelto tan dependientes de la m¨²sica ubicua, mientras que al mismo tiempo nos hemos desvinculado casi por completo de hacerla?¡±
Con la intenci¨®n de ofrecer una vista panor¨¢mica del papel de la m¨²sica en la vida humana, Spitzer despliega esta estructura compleja trufada de asociaciones libres con temas diversos, desde la neurolog¨ªa hasta la filosof¨ªa de Adorno, de ah¨ª que, en ocasiones, los lectores puedan sentirse algo confundidos por los vaivenes y la gran cantidad de referencias a m¨²sicas tan diversas como las kritis o canciones carn¨¢ticas de la India, la obra de Beethoven, ¡®Over the Rainbow¡¯ cantada por Judy Garland o an¨¦cdotas musicales relacionadas con la vida personal del autor, catedr¨¢tico de m¨²sica en la Universidad de Liverpool. Ante la posible confusi¨®n, lo m¨¢s sabio ser¨ªa abandonarse al placer de seguir a Spitzer en las estimulantes preguntas que nos formula y a las que trata de dar respuesta a lo largo del ensayo: ¡°Cuando escuchas m¨²sica sin moverte, (¡), ?baila tu cerebro?¡±; ¡°?Por qu¨¦ nos hemos vuelto tan dependientes de la m¨²sica ubicua, mientras que al mismo tiempo nos hemos desvinculado casi por completo de hacerla?¡±.
Como ocurre en bastantes ensayos recientes sobre la historia cultural de cualquier materia, en ¨¦l su autor no se olvida de mencionar los estragos del colonialismo en la percepci¨®n del valor art¨ªstico de la m¨²sica de pueblos y etnias como los tutsi de Ruanda, los venda de Sud¨¢frica o los kaluli de Pap¨²a Nueva Guinea. Entona su mea culpa en tanto que el acad¨¦mico occidental anglosaj¨®n y, con muy buenas intenciones, nos acerca a otras m¨²sicas de las llamadas ¡°del mundo¡±, sin percatarse de que lo verdaderamente rompedor no radica en emplear como objeto de estudio esas m¨²sicas y los pueblos que la practican, sino en dialogar con el material te¨®rico producido en el lugar donde nacieron esos ritmos y melod¨ªas. Sin ir m¨¢s lejos, y ya que Spitzer comenta el son cubano en el primer cronograma del libro, bien podr¨ªa citar a music¨®logos cubanos de primer nivel como Fernando Ortiz o Alejo Carpentier. No culpemos a Spitzer de esta carencia, sino al sistema anglosaj¨®n, que no fomenta la traducci¨®n al ingl¨¦s de estudios escritos originalmente en otras lenguas.
El ritmo infinito
Traducci¨®n de Mar¨ªa Dolores ?balos
Ariel, 2023
592 p¨¢ginas. 24,90 euros
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