El latido Nu Kigali: as¨ª es la m¨²sica ¡®underground¡¯ de Ruanda
Una vibrante ola de artistas ruandeses despierta de nuevo el ritmo musical del pa¨ªs africano con una valiente mirada hacia a sus ra¨ªces
En Ruanda mirar al pasado sigue siendo un pulso entre el dolor y la memoria. Veinticinco a?os despu¨¦s, las heridas del genocidio a¨²n sangran y son muchos a quienes todav¨ªa les pesa demasiado el dolor del recuerdo. Recuperar lo que un d¨ªa lati¨® en la cultura y la identidad de este pa¨ªs requiere tiempo y un buen b¨¢lsamo de juventud. Dos ant¨ªdotos que en los ¨²ltimos a?os han logrado que las nuevas generaciones ruandesas empiecen a trazar los caminos hacia la reconciliaci¨®n del presente y el pasado.
La m¨²sica es una de las v¨ªas de rescate. Desde hace unos a?os, una nueva filosof¨ªa creativa conocida en Ruanda como Nu Kigali (nuevo Kigali) est¨¢ despertando en el pa¨ªs africano, configurando una floreciente escena cultural. Su objetivo es reivindicar la memoria art¨ªstica de Ruanda y reinventar los espacios del arte. Desde la capital ruandesa de la que toma nombre este movimiento, creadores de diversas disciplinas, como la fotograf¨ªa, la escritura, el dise?o o la m¨²sica colaboran para preservar el pasado y crear una nueva era art¨ªstica.
El camino de vuelta de muchos de los que un d¨ªa se vieron arrastrados al exilio est¨¢ ayudando a recuperar la efervescencia musical que qued¨® silenciada en 1994. Desde Europa o desde Estados Unidos, estos artistas de las di¨¢sporas se nutrieron de las tendencias actuales en sus pa¨ªses de acogida, pero est¨¢n demostrando que jam¨¢s dieron la espalda a sus ra¨ªces.
El cantante Corneille ten¨ªa 16 a?os cuando su familia fue masacrada por soldados del Frente Patri¨®tico Ruand¨¦s (FPR), en pleno genocidio tutsi. En Parce qu'on vient de loin, su primer ¨¢lbum, publicado en Canad¨¢ en 2002, sus letras recogen un sentimiento que se repite en muchos de estos artistas, el del dolor del recuerdo y la perdida de sus or¨ªgenes en el exilio: ¡°Cu¨¢ntas veces nos toc¨® el fin del mundo (oh) / As¨ª que vivimos todos los d¨ªas como el ¨²ltimo / Porque venimos de lejos¡±. Son las mismas marcas que quedaron en C¨¦cile Kayirebwa, la representante m¨¢s conocida de la m¨²sica tradicional ruandesa. Asentada en Bruselas, lleva a?os reivindicando la herencia sonora de su pa¨ªs natal a trav¨¦s de canciones que enra¨ªzan los rituales y danzas ikinimba o inhore para rescatar las sonoridades precoloniales de su pa¨ªs. Tambi¨¦n mantiene vivo el legado la cantante estadounidense de sangre ruandesa Somi Kakoma, una panafricanista que hace unos a?os puso en marcha el proyecto New Africa Live para el desarrollo art¨ªstico de nuevos talentos en ?frica.
El empe?o de quienes un d¨ªa tuvieron que dejar atr¨¢s su pa¨ªs se resume en una frase: "No olvides nunca de d¨®nde vienes". La pronuncia el personaje de la premiada novela Peque?o pa¨ªs escrita por el rapero Ga?l Faye y en la que el artista plasm¨® su realidad. Hijo de madre ruandesa, con tan solo 13 a?os su familia materna fue exterminada y su ¨²nica v¨ªa tambi¨¦n acab¨® siendo el exilio en Francia. Desde all¨ª, Faye logr¨® mantener el pulso de la memoria tambi¨¦n a trav¨¦s de la m¨²sica. ¡°Recordando mi vida antes de la guerra / Para recordarme mis sentimientos sin repatriaci¨®n / Peque?o pa¨ªs / Te env¨ªo esta postal¡±, canta en Petit pays de su primer ¨¢lbum, Pili Pili Sur Un Croissant Au Beur (2013).
Ga?l Faye acabar¨ªa regresando a Kigali. La capital se ha convertido en un punto de encuentro entre quienes se marcharon y quienes se quedaron en Ruanda. Los referentes exiliados han ido recuperando la efervescencia musical del pa¨ªs. De esta forma, ese renacer se apoya tambi¨¦n en j¨®venes emergentes que se quedaron en Ruanda, como la rapera Angell Mutoni, que el a?o pasado present¨® su estreno con el EP Seedling (2018). Ejemplo de la esencia Nu Kigali, esta joven de 25 a?os compone sus canciones en ingl¨¦s y kinyaruanda (principal lengua de Ruanda) y se sirvi¨® de las redes sociales para darse a conocer internacionalmente. Lugar de creaci¨®n y encuentro, Internet ha desempe?ado un papel crucial en el fen¨®meno Nu Kigali, fomentando las colaboraciones interdisciplinares y musicales.
La capital se ha convertido en un punto de encuentro entre quienes se marcharon y quienes se quedaron en Ruanda. Los referentes exiliados han ido recuperando la efervescencia musical del pa¨ªs
Uno de los nexos es el pianista ruand¨¦s Mike Kayihura, un brillante compositor que acaba publicar su primer ¨¢lbum Barely Mixed este mes de abril. Un trabajo para el que este joven de 26 a?os se ha inspirado en primigenias formas musicales ruandesas. Junto a ¨¦l han unido sus voces Mutoni o la cantante de soul Mucyo, que regres¨® de Londres en 2017 para desarrollar su m¨²sica en su pa¨ªs natal. Ahora, tras debutar con Blur (2018), presenta su segundo EP Free (2019), al que tambi¨¦n se une el piano de Kayihura.
Entre tanta efervescencia art¨ªstica, un acontecimiento tambi¨¦n clave: la primera edici¨®n del KigaliUp! Festival en 2011. Siguiendo los pasos de lo que ya empez¨® a hacerse un a?o antes con el encuentro Blanket & Wine, esta cita ha servido para exponer la creatividad y diversidad art¨ªstica de la regi¨®n. Ruanda entraba as¨ª en el mapa de festivales y ofrec¨ªa a sus artistas la posibilidad de mostrar su m¨²sica en su propio pa¨ªs.
Como filosof¨ªa o como escena creativa, el Nu Kigali est¨¢ consiguiendo dar impulso a los discursos m¨¢s optimistas sobre Ruanda. Un pa¨ªs que se despierta con la m¨²sica y que comienza a recuperar el camino hacia su propio futuro.
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