¡®Mateo perdi¨® el empleo¡¯, todo es extra?o en Gon?alo M. Tavares
El escritor crea una galer¨ªa de ins¨®litos personajes con su habitual contenci¨®n narrativa en ¡®Mateo perdi¨® el empleo¡¯
Gon?alo M. Tavares (Luanda, Angola, 53 a?os) necesita construir mundos ordenados en cada libro. Dotar al caos de una estructura que ayude a no desorientarse. En Mateo perdi¨® el empleo, publicado en Portugal en 2010 y traducido este a?o al espa?ol por Rosa Mart¨ªnez-Alfaro, comienza haci¨¦ndonos creer que recorreremos un c¨ªrculo, figura obvia dado que arranca en una rotonda, y acaba meti¨¦ndonos en una elipse. Un juego. Uno de los varios que se pueden encontrar en la obra, que se inicia con Aaronson, el corredor que muere atropellado el d¨ªa que cambia el sentido de sus vueltas alrededor de la rotonda que circunda cada ma?ana.
El conductor que le mata, el se?or Ashley, ser¨¢ el protagonista de la segunda historia, donde aparecer¨¢ el nombre que nos llevar¨¢ a la tercera y as¨ª sucesivamente hasta encadenarse 25 cap¨ªtulos de acontecimientos extra?os, divertidos o macabros, como si fuesen ramilletes de cerezas entrelazadas. Los personajes atienden por nombres jud¨ªos y se suceden siguiendo un orden alfab¨¦tico, que invita a pensar que el c¨ªrculo se cerrar¨¢ en la zeta. Pero no, los relatos acaban en Mateo, un hombre que comienza a trabajar como asistente de una atractiva mujer que carece de brazos despu¨¦s de perder su empleo. Nunca sabremos la historia de Nedermeyer, el personaje que deber¨ªa haber seguido al protagonista principal. O al menos, no en esta obra. Tavares es aficionado a mover a sus criaturas de un libro para otro como hizo en la serie El barrio.
Escritor prol¨ªfico desde que se estren¨® en 2001, Gon?alo M. Tavares est¨¢ considerado uno de los grandes nombres de la literatura portuguesa contempor¨¢nea y, tal vez, el m¨¢s original. A pesar de que le han acu?ado como ¡°el Kafka portugu¨¦s¡± y que Saramago le augur¨® que alg¨²n d¨ªa ganar¨ªa el Nobel de Literatura, un galard¨®n que ha marginado hist¨®ricamente la lengua portuguesa, parece escribir ajeno a las expectativas del ¨¦xito. Su universo literario no es nada portugu¨¦s. Tanto los escenarios, que van de la imprecisi¨®n geogr¨¢fica de este caso al centro de Europa, como los nombres pertenecen a mundos distantes.
Los relatos de Mateo perdi¨® el empleo son escuetos porque Tavares es de esos escritores que detestan los adjetivos. ¡°Yo solo abro una frase si tengo algo que decir y si es as¨ª intento decirlo lo m¨¢s r¨¢pidamente posible y callarme¡±, contaba hace unos a?os en una entrevista con este diario. Con esa econom¨ªa ling¨¹¨ªstica logra, sin embargo, construir mundos complejos, donde se puede encontrar lo desagradable, lo surreal, lo ir¨®nico, lo morboso o lo horripilante.
Ninguna de las criaturas de Tavares es corriente ni hace cosas corrientes. Un millonario ciego obsesionado con un raro elemento qu¨ªmico pide a su prostituto que se tat¨²e en la espalda la tabla peri¨®dica en braille. Un repartidor tiene una entrega en una calle donde todos los edificios muestran el mismo n¨²mero. El se?or Baumann rebusca entre los restos de un contenedor para rescatar desperdicios que luego lava con una esponja. Y un hombre y su mono tendr¨¢n una muerte cruenta. Las narraciones se acompa?an de retratos de maniqu¨ªes que estimulan la atm¨®sfera inquietante.
El libro cambia en su segunda parte. Deja de ser un conjunto de relatos y se convierte casi en una gu¨ªa de lectura. La parte final es como si el cr¨ªtico Tavares desmenuzase al escritor Tavares, que disecciona porqu¨¦s de personajes y tramas. ¡°Lo que importa es esto: el alfabeto como jerarqu¨ªa, ese elemento aleatorio que nos da una orden que nos parece sensata. Un milagro¡±, escribe.
Mateo perdi¨® el empleo
Traducci¨®n de Rosa Mart¨ªnez Alfaro
Seix Barral, 2023
256 p¨¢ginas. 18,90 euros
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