Remedios Zafra: ¡°Deber¨ªa ser un mandato disponer del tiempo propio¡±
El ¨²ltimo libro de la investigadora del CSIC, ¡®El informe¡¯, es un alegato en defensa de los oficios creativos
Remedios Zafra (Zuheros, C¨®rdoba, 1973) es investigadora cient¨ªfica del Instituto de Filosof¨ªa del CSIC. En sus ensayos, reflexiona sobre el advenimiento de las vidas-trabajo y la precariedad en la era digital. Su ¨²ltimo libro, El informe (Anagrama), es un alegato en defensa de los trabajos creativos.
Una parte de su obra ensay¨ªstica se concentra en la idea de la precariedad laboral. ?Hasta qu¨¦ punto influye el trabajo que desempe?amos en la construcci¨®n de nuestra identidad? Hubo ¨¦pocas en las que la pregunta ¡°?qui¨¦n eres?¡± se respond¨ªa con un v¨ªnculo familiar o un gentilicio, (soy la hija de Juan o soy de Zuheros). Hoy esta pregunta se contesta con el trabajo. Si la vida es el tiempo y el tiempo lo ocupa cada vez m¨¢s el trabajo, este termina identific¨¢ndonos y antecediendo otras maneras de presentarnos. Sin embargo, al mismo tiempo muchos trabajos se han desdibujado en multitud de peque?as pr¨¢cticas que hacen dif¨ªcil acotarlos en un oficio y palabra porque somos y hacemos muchas cosas. Tambi¨¦n la precariedad obliga a la polivalencia alimentando el conflicto laboral e identitario. En mi libro El informe cuento la peculiar historia de una investigadora de ¡°curr¨ªculum competitivo¡± que dedica la mitad del a?o a trabajar en un centro de investigaci¨®n y la otra mitad a ser pastora en el sur de Francia. Esta anomal¨ªa de ser ¡°investigadora y pastora¡± habla de las tensiones que estamos viviendo en la transformaci¨®n del trabajo.
En El informe regresa a nociones como la defensa del denostado trabajo intelectual y el absurdo de la burocracia. ?Pueden ser los avances tecnol¨®gicos, como la IA, una soluci¨®n a estos problemas? Los avances tecnol¨®gicos pueden y deben ayudar, pero no lo est¨¢n haciendo como esper¨¢bamos. Lejos de estar suponiendo una mejor organizaci¨®n de tiempos, o una liberaci¨®n de los trabajos m¨¢s tediosos y mec¨¢nicos, lo que estamos viendo es que las IAs se ocupan de tareas creativas, empujando fuera del mercado a ilustradores, traductores, actores, escritores, asesores y otros. Entretanto las burocracias crecen y es f¨¢cil encontrar trabajadores muy cualificados dedicando la mayor parte de su tiempo a cumplimentar informes o a suministrar datos a la m¨¢quina. La autogesti¨®n movida bajo fuerzas exclusivamente mercantilistas que buscan m¨¢s ganancia, con independencia del valor y sentido de lo que se hace, lleva a l¨®gicas hiperproductivas y competitivas donde los trabajadores se convierten en pieza de la maquinaria.
Como salida del laberinto, propone una reapropiaci¨®n del propio tiempo. ?Por d¨®nde empezar? La vida nos pertenece, debiera ser un mandato tener libertad sobre la propia vida a trav¨¦s del tiempo propio. Sin embargo, pareciera que si no somos ricos ni valientes hemos de venderla de antemano al trabajo. Hay quienes pasan su vida dedicados al trabajo, buscando trabajo, preocupados por el trabajo o descansando solo para tomar aliento del trabajo hasta hacer coincidir enfermedad y jubilaci¨®n.
Para reapropiarnos del tiempo propio ayudar¨ªa reducir la jornada laboral, recuperar el valor de una vida consciente y m¨¢s vivible. Con tiempos libres la vida (individual y colectiva) ser¨ªa mejor pero tambi¨¦n podr¨ªamos concentrarnos en hacer con mayor atenci¨®n y cuidado nuestros trabajos. Incluso podr¨ªamos ayudar a desmontar el dilema vida/trabajo, pues en muchos casos podr¨ªamos disfrutar de esas pr¨¢cticas poniendo en ellas mejores ideas, mayor valor y sentido.
?Por qu¨¦ naturalizar que esto es la vida? Naturalizar una vida convertida en trabajo anima a mantenerla, a dar por sentado que est¨¢ bien, y como efecto terminamos legitimando las desigualdades que hoy se mantienen y amplifican con estas maneras de vivir-trabajar. Rebelarnos frente a esta normalizaci¨®n implica recordar que las formas de trabajar son formas convenidas que pueden ser transformadas. La centralidad que hoy se da al trabajo pone la energ¨ªa en el ¡°m¨¢s¡± y en el ¡°uno mismo¡± dificultando los lazos colectivos que ayudan a decir ¡°no¡± y a cambiar socialmente una situaci¨®n que nos da?a.
?Qu¨¦ libro, aparte de los suyos, recomendar¨ªa para entender el mundo del trabajo hoy? Recomendar¨ªa un plural: El artesano de Richard Sennett; La condici¨®n obrera, de Simone Weil; Trabajos de mierda. Una teor¨ªa, de David Graeber; Despu¨¦s del trabajo, de Helen Hester y Nick Srnicek.
?Cu¨¢l la convirti¨® en lectora? Colecciones incompletas y muy diversas de libros (casi al peso) que mi padre tra¨ªa de la secci¨®n de saldo y oportunidades del Galer¨ªas Preciados de C¨®rdoba. Siempre faltaban tomos y estos vac¨ªos animaban la curiosidad y las preguntas.
?Y en escritora? Esos mismos libros en combinaci¨®n con los de la biblioteca y la escuela p¨²blicas de Zuheros. Pero dir¨ªa que a escribir me anim¨® contar adem¨¢s con el tiempo para jugar y pensar que tienen, o debieran tener, los ni?os.
?Qu¨¦ libro ajeno le habr¨ªa gustado escribir? No lo tengo claro. Quiz¨¢, La c¨¢mara l¨²cida, de Roland Barthes.
?Con qu¨¦ tres adjetivos definir¨ªa el ensayo perfecto? No creo en la perfecci¨®n, pero me parece que un buen ensayo debe ser: integrador (de conocimiento y pensamiento propio), creativo (siendo original pero aportando valor y sentido), situado (contextualizando y habitando su propia ¨¦poca, ayudando a entenderla).
?Cu¨¢l es la mejor cr¨ªtica que ha recibido? No suelo leer las cr¨ªticas, pero espero que las mejores posibles existan y que las regulares animen tambi¨¦n a disentir, a leer y valorar por uno mismo. La mejor de momento es la que me env¨ªa por correo alguien que me lee.
?Y la m¨¢s extravagante? Puede que la cr¨ªtica que hace unos a?os me hizo mi madre. Ella apenas pudo ir a la escuela y no ha le¨ªdo ning¨²n libro. Al ver que iba logrando varios premios de ensayo, un d¨ªa lleg¨® a decirme: ¡°Se te dan bien los premios, deber¨ªas jugar a la loter¨ªa¡±.
?Cu¨¢l ha sido el ¨²ltimo libro que le ha gustado? Un libro de un joven investigador y poeta: Los reales sitios, de Juan de Salas.
?El que tiene abierto ahora mismo en la mesilla de noche? Veo poco y apenas puedo leer en papel. Leo con audio y en estos d¨ªas tengo abierto el archivo de un libro in¨¦dito de una joven estudiante.
?Qu¨¦ pel¨ªcula ha visto m¨¢s veces? L¨¦olo (1992).
?La ¨²ltima serie que vio del tir¨®n? Perni (2021).
Si tuviese que usar una canci¨®n o una pieza musical como autorretrato, ?cu¨¢l ser¨ªa? We¡¯re All Leaving, de Arcade Fire y Owen Pallet.
?La que suena en bucle en su cabeza? Esta misma.
?En qu¨¦ museo se quedar¨ªa a vivir? Me interesan mucho los museos. Vivir¨ªa cerca de los de arqueolog¨ªa, pintura, rurales, contempor¨¢neos, casas-museo¡, pero nunca en ellos.
?Qu¨¦ suceso hist¨®rico admira m¨¢s? Los sucesos impl¨ªcitos en procesos lentos pero claves como la hominizaci¨®n y el feminismo.
?Qu¨¦ encargo no aceptar¨ªa jam¨¢s? Para responder necesitar¨ªa pensar en un contexto. Jam¨¢s me parece una palabra contraria a la imaginaci¨®n.
?Qu¨¦ est¨¢ socialmente sobrevalorado? Creo que la apariencia, desde la primac¨ªa de la visi¨®n frente a otros sentidos como el o¨ªdo. Esa sobrevaloraci¨®n sostiene una cultura excedentaria en lo visual, que anima a acceder al mundo desde la impresi¨®n, favoreciendo el prejuicio.
De no ser escritora y profesora le habr¨ªa gustado ser... Como sugiero en mis libros, fantaseo con dedicarme a una Fruter¨ªa Filosof¨ªa o a una Mercer¨ªa Antropolog¨ªa. Pero tambi¨¦n, me habr¨ªa gustado ser valiente, para poder liberar estos trabajos de la escritura de la multitud de tareas que hoy los boicotean.
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