¡®Momentos estelares del parlamentarismo a lo largo de la historia¡¯, la cr¨®nica del mundo occidental
Las c¨¢maras legislativas, basadas en el debate p¨²blico, lo que Habermas defin¨ªa como ¡°democracia deliberativa¡±, se han convertido en unos baluartes contra la tiran¨ªa, que incluso han intentado copiar los tiranos
El libro que tengo el gusto de comentar capta al lector de un modo diferente a los usos literarios. Cada uno de sus 39 cap¨ªtulos es una ¡°escena¡±, como la califica el coordinador de la obra, Alfonso Cuenca. Una escena de trascendencia especial en la vida de un pa¨ªs, precisamente por desarrollarse en el interior de la instituci¨®n pol¨ªtica par excellence.
Junto a la referencia inevitable a Grecia (la Boul¨¦) y Roma (el Senado), se analiza la evoluci¨®n pol¨ªtica ¡ªno solo parlamentaria¡ª de pa¨ªses centrales en la cultura occidental, de su crecimiento democr¨¢tico, impulsado por el ¨®rgano constitucional mejor preparado para ello. Se estudia desde la C¨¢mara de los Comunes y de los Lores al Congreso de Washington, y a la Asamblea Nacional que aprueba la Declaraci¨®n de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789. Desde los momentos estelares del Reichstag alem¨¢n a las Asambleas constituyentes de Italia, Portugal o M¨¦xico. Naturalmente, se concede una especial atenci¨®n al parlamentarismo espa?ol arrancando de la Curia de Le¨®n de 1188, que se ha llegado a considerar el primer Parlamento de la historia, hasta la sesi¨®n constituyente de las primeras Cortes democr¨¢ticas despu¨¦s de la dictadura, el 10 de julio de 1977.
Este voluminoso libro, escrito en su integridad por letradas y letrados de Cortes ¡ªlo que le inyecta una particular perspectiva de la instituci¨®n parlamentaria¡ª, es m¨¢s que 39 escenas en el teatro pol¨ªtico. Cada una de ellas se sit¨²a en un contexto que convierte a la obra en una historia de Occidente.
No se puede hablar de democracia plena hasta que en el siglo XX el sufragio universal lo es realmente y las mujeres pueden votar
El Parlamento es la clave y la medida de la participaci¨®n de los ciudadanos en el poder. Por eso, no se puede hablar de democracia plena hasta que en el siglo XX, despu¨¦s de la II Guerra Mundial, el sufragio universal es ya realmente universal. Hasta entonces, las mujeres no ten¨ªan derecho de voto en muchos pa¨ªses (en Espa?a, hasta 1977 ni los hombres ni las mujeres).
Momentos estelares del Parlamento a lo largo de la historia son siempre aquellos en que ha brillado el mecanismo que anida en el coraz¨®n de las c¨¢maras legislativas: el debate. Hasta tal punto lo es que J¨¹rgen Habermas ha definido lo que llama ¡°esfera p¨²blica¡± como ¡°democracia deliberativa¡±.
Es cierto que esa presencia deliberante en toda C¨¢mara parlamentaria est¨¢ a menudo lastrada por el dominio de la estructura de grupos, pero sin la posibilidad de debatir, con la pretensi¨®n de convencer, no habr¨ªa Parlamentos.
Un lord brit¨¢nico dijo en cierta ocasi¨®n: ¡°Ha o¨ªdo muchos discursos que han cambiado las opiniones, pero ninguno que haya cambiado el voto¡±. Puede que ese lord tenga algo de raz¨®n. No importa. El debate es crucial en todo Parlamento. Es su se?a de identidad y su fuente legitimatoria en la pr¨¢ctica. Esa fuerza est¨¢ muy presente en los cap¨ªtulos de este libro, que son escenas capitales de la historia, porque los discursos que en ellas se analizan se pronunciaron precisamente en la tribuna parlamentaria.
El debate es el n¨²cleo del Parlamento porque se dirige al ¡°exterior¡± de la C¨¢mara. No es para un c¨ªrculo cerrado, endog¨¢mico. Ha de ser p¨²blico, accesible a todos. Si no fuese as¨ª, carecer¨ªa de valor. El secreto es excepcional en la vida parlamentaria. Nada que ver con el anonimato de las redes sociales. Fij¨¦monos en la diferencia con el poder ejecutivo. Los debates de las Cortes Generales se publican en el Diario de sesiones y quedan ah¨ª accesibles para siempre. Sin embargo, las discusiones del Consejo de Ministros son secretas. No lo eran en el siglo XIX en Espa?a. Ahora, su hermetismo es total. No se publican las actas de sus debates internos. Solo los acuerdos.
En este libro de escenas trascendentales de los Parlamentos occidentales se puede vislumbrar la caracter¨ªstica b¨¢sica de nuestra democracia: la representaci¨®n. La democracia en Europa y en Am¨¦rica, que tan vivamente describi¨® Tocqueville, es representativa. Es hacer ¡°presente¡± a la totalidad de un pa¨ªs diverso por naturaleza a trav¨¦s de una asamblea ¡°representativa¡±.
Hay una hip¨®tesis esencial: se supone que nuestro Parlamento ¡°somos nosotros¡±. Es tan imprescindible esa suposici¨®n que la figura del Parlamento ha sido ¡°copiada¡± en reg¨ªmenes ostensiblemente no democr¨¢ticos, en dictaduras (por ejemplo, las Cortes org¨¢nicas en Espa?a). Todas tienen una asamblea t¨ªtere como forma de legitimar el sistema.
El Parlamento occidental es una conquista de la humanidad. Seg¨²n el ¨ªndice de democracia del grupo brit¨¢nico The Economist de 2022, solo el 45,7% de la poblaci¨®n mundial viv¨ªa en sistemas democr¨¢ticos en 2021. La democracia que tanto valoramos no ha ca¨ªdo del cielo. Ha sido producto de luchas, cruentas o incruentas, cuyo ¨¦xito ha dependido siempre de un instrumento fundamental: el Parlamento, un baluarte contra la tiran¨ªa. La lectura de este magn¨ªfico libro le convencer¨¢ de ello.
Momentos estelares del parlamentarismo a lo largo de la historia
Congreso de los Diputados, 2024
759 p¨¢ginas. 72,12 euros
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