¡®Cuando ya nada se espera¡¯ o la pol¨ªtica como decepci¨®n, seg¨²n Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n
El ensayo del exministro socialista es un buen manual para estudiar la memoria democr¨¢tica, adem¨¢s de un resumen hist¨®rico de los tiempos de la dictadura y la Transici¨®n
Solo, triste, cansado, pensativo y viejo, as¨ª se ve¨ªa a s¨ª mismo Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n antes de decidirse a escribir el libro de su vida, que es tambi¨¦n el de la vida de muchas otras gentes. Diputado socialista, ministro en dos gobiernos de Gonz¨¢lez y senador con Rodr¨ªguez (Zapatero), presidente de Andaluc¨ªa, cargo del que dimiti¨® por sus responsabilidades pol¨ªticas en el caso de los ERE, busc¨® alivio rastreando su pasado, hasta llegar a comprender que la pol¨ªtica es ¡°un aprendizaje de la decepci¨®n¡±. As¨ª lo explica en una extensa autobiograf¨ªa dedicada a su familia y redactada como un di¨¢logo con sus hijos, despu¨¦s de que fuera condenado a seis a?os de c¨¢rcel. Nunca imagin¨® que esa cuesti¨®n de los Expedientes de Regulaci¨®n de Empleo pudiera llegar a sentarle en el banquillo y menos a¨²n que acabara en tama?a condena.
La lectura del libro revela que su autor es un hombre bueno, en el buen sentido de la palabra, independientemente de c¨®mo termine su aventura judicial, recurrida ante el Supremo. El relato constituye una contribuci¨®n a la memoria que ayudar¨¢ a combatir el desconocimiento actual sobre c¨®mo era durante el franquismo la vida dom¨¦stica de los hijos de la postguerra civil. Precisamente los que protagonizaron m¨¢s tarde la Transici¨®n Pol¨ªtica.
Nacido en Madrid en una familia militar de clase media, particip¨®, como muchos otros pertenecientes a la prole de los vencedores, en movimientos y actividades contra la dictadura. En sus memorias describe admirablemente el mundo del Nacionalcatolicismo, el desd¨¦n por la cultura liberal, el ambiente opresivo y el aburrimiento de los a?os cincuenta. Cuenta con rigor y abundancia de detalles la evoluci¨®n del pa¨ªs hasta la muerte del dictador y las circunstancias que permitieron transformar la Reforma Pol¨ªtica de Adolfo Su¨¢rez en una ruptura pactada. Para atreverse despu¨¦s a intentar un resumen hist¨®rico del devenir de nuestra democracia. No con el rigor del profesional de la especialidad, pero desde la honestidad intelectual de quien ha sido testigo y protagonista de los acontecimientos.
Todo en el texto es un homenaje a la moderaci¨®n, al consenso y a la b¨²squeda de acuerdos como distintivo de la democracia liberal. Con abundancia de datos y profusi¨®n de citas parece haberse guiado sobre todo por la narraci¨®n de los hechos publicada en este peri¨®dico. Relata las peripecias del partido socialista y lo hace sin ¨¢nimo vengativo alguno contra quienes al final le abandonaron por necesidades del guion; antes bien hace un derroche de generosidad para con sus compa?eros, a muchos de los cuales expresa gratitud y reconocimiento no siempre justificados. Su objetividad al describir la trayectoria del PSOE desde la fundaci¨®n hasta la Guerra Civil se ve no obstante oscurecida por un exceso de lealtad a la hora de juzgar los gobiernos con que colabor¨®.
A se?alar son sus comentarios sobre las privatizaciones empresariales del gobierno Aznar y la conspiraci¨®n del mismo contra el grupo Prisa, en las personas de Jes¨²s Polanco y quien esto escribe. Es uno de los pocos pasajes en que el autor pierde a medias la compostura, al acusar como gu¨ªa de la operaci¨®n a Miguel ?ngel Rodr¨ªguez, entonces portavoz de Moncloa y hoy mano derecha de Isabel D¨ªaz Ayuso. En este punto, por cierto, se aprecia un peque?o gran error cuando dice que el juez G¨®mez de Lia?o, que instruy¨® la causa, dej¨® m¨¢s tarde la magistratura. En realidad fue expulsado tras condenarle el Tribunal Supremo por cometer en el caso un delito de prevaricaci¨®n. Tambi¨¦n incurre en tropiezos similares al afirmar que el presidente de Chile Salvador Allende fue asesinado por los golpistas, pues se suicid¨®. O en la versi¨®n que da del abandono de Javier Pradera como director de opini¨®n de este peri¨®dico, un hecho cuyas circunstancias expliqu¨¦ yo mismo en su d¨ªa. Son cuestiones menores que no empa?an el brillo del intento, pero merecen ser corregidas en ediciones sucesivas.
En lo esencial la obra demuestra que su autor, seg¨²n lo califica en un excelente pr¨®logo Fernando del Rey, es un dem¨®crata a machamartillo
Diferente es el caso de algunas versiones que aporta acerca de la elecci¨®n de (Rodr¨ªguez) Zapatero como l¨ªder del PSOE. Asegura que goz¨® del apoyo de Felipe Gonz¨¢lez, aunque no existe prueba documental alguna al respecto. En cambio no es dif¨ªcil encontrar testimonios de la obsesi¨®n zapateril por acabar con el felipismo. Pero en lo esencial la obra demuestra que su autor, seg¨²n lo califica en un excelente pr¨®logo Fernando del Rey, es un dem¨®crata a machamartillo. As¨ª lo ponen de relieve su rechazo a los nacionalismos (¡°todos terminan impidiendo la convivencia¡±); su inequ¨ªvoco apoyo a la Constituci¨®n del 78; su reconocimiento a la tarea de los protagonistas de la Transici¨®n, y expresamente la de Adolfo Su¨¢rez o don Juan Carlos; y sobre todo su adhesi¨®n permanente a la causa de la socialdemocracia.
He aqu¨ª un buen manual para estudiar la memoria democr¨¢tica, aunque destile la triste amargura de quien ya nada espera. O quiz¨¢ sea por eso.
Cuando ya nada se espera?
Autor: Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n.
Pr¨®logo: Fernando del Rey.
Editorial: Galaxia Gutenberg, 2022.
Formato: tapa blanda (568 p¨¢ginas, 23 euros) y e-book (14,99 euros).
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