Ver porno en el port¨¢til del trabajo y otros riesgos laborales inesperados de la era de Zoom
Llevas toda la vida aplazando lo inevitable, pero ya no hay excusas: para sobrevivir a la era del teletrabajo hay que abrazar nuevos h¨¢bitos de higiene digital
Poner la lavadora, enviar correos electr¨®nicos, tender la ropa. Reunirte con tu jefe en Zoom, atender al cartero, llamar a unos clientes y recibir a tu pareja. Desnudarla, atender la llamada de unos clientes, almorzar, leer el peri¨®dico y mirar la clasificaci¨®n de LaLiga. Hacer ejercicio. El teletrabajo ha convertido el desplazamiento de la casa a la oficina en un trayecto de apenas unos pasos. A veces, ni eso. Lo personal y lo profesional acaban teniendo l¨ªmites difusos, pero deber¨ªas esforzarte por marcarlos y comportarte en casa como si estuvieras en la oficina. Hay motivos de peso.
Empecemos por los relacionados con la tecnolog¨ªa, por los peligros de entrar en una web que no deber¨ªamos, sufrir el robo de contrase?as, ponerle la alfombra roja a un virus que ataque a la empresa (que est¨¢ lejos, pero est¨¢) o mostrar al mundo nuestro espacio m¨¢s ¨ªntimo. Para Isaac Agudo, experto en ciberseguridad e investigador de NICS Lab de la Universidad de M¨¢laga (UMA), la importancia de la higiene digital es igual, a veces mayor, que la personal. ¡°Hay que trasladar a lo digital acciones b¨¢sicas como lavarte las manos o ponerte la mascarilla¡±, resume. Para Agudo, la medida m¨¢s sencilla ser¨ªa usar un ordenador para trabajar y otro para los asuntos personales. Sencillo, s¨ª, pero nada f¨¢cil: las grandes empresas ¡ªy algunas de m¨¢s discreta envergadura¡ª ofrecen a sus empleados un port¨¢til para sus tareas, pero otras no lo hacen. Por eso hay una serie de pasos que, tomados uno tras otro, ayudan a evitar problemas.
Algunos son de sentido com¨²n, como que es mejor no poner tu nombre o una palabra sencilla como clave de la red wifi (mejor una compleja), y que no hay que repetir la misma contrase?a para todos los servicios. ¡°Si un ciberdelincuente accede a uno, tendr¨¢ la puerta abierta a todos los dem¨¢s¡±, apuntaban en 2015 los expertos del Hacker Day. Tambi¨¦n es recomendable bucear en internet con el navegador en modo inc¨®gnito. Tu empresa o tu operadora pueden seguir viendo tus visitas, pero en teor¨ªa se borran los datos que se almacenan cach¨¦, la memoria intermedia que guarda datos para en el futuro no pedirlos otra vez, como qu¨¦ cookies aceptas o no.
Sin salir del cap¨ªtulo del navegador, Agudo apunta que es ¨²til usar uno para el trabajo y otro para todo lo dem¨¢s: ¡°Los favoritos, las ¡®cookies¡¯¡ todo se separa y es mucho mejor¡±. Y hay que mantener actualizado tanto este programa como el sistema operativo. La mayor¨ªa se actualizan solos (o te avisan de que van a hacerlo), pero conviene revisarlo. No actualizarlo es problem¨¢tico porque los fallos de los programas inform¨¢ticos se van rectificando y los errores de seguridad, una vez corregidos, se hacen p¨²blicos, se exponen y se cuenta qu¨¦ hace el parche utilizado para solucionarlo con la idea de evitar futuros problemas.
¡°Es como una reuni¨®n presencial¡±
La posibilidad de que nos hackeen la webcam es m¨ªnima, dice Agudo, principalmente porque es poco rentable y es f¨¢cil darse cuenta de que est¨¢ activada sin nuestro permiso; los iconos que muestran nuestros tel¨¦fonos o que se iluminen los leds colocados junto a la lente delatan la intromisi¨®n. Para mayor seguridad, hay tapas espec¨ªficas para estas c¨¢maras y un m¨¦todo que nunca falla: colocarle encima un p¨®sit. La gracia es que este papel se puede quitar cuando la situaci¨®n te lo exija, y una reuni¨®n es una de ellas.¡±As¨ª es como si particip¨¢ramos en una presencial¡±, dice Gema Lobillo, profesora de la Facultad de Ciencias de la Comunicaci¨®n de la UMA .
La docente, que en sus clases ense?a a hablar en p¨²blico, subraya que mantener la c¨¢mara activa tambi¨¦n ayuda a tus compa?eros de trabajo, quienes as¨ª no dudar¨¢n de que est¨¢s ah¨ª, escuchando. Esta recomendaci¨®n la incluye en un dec¨¢logo donde tambi¨¦n caben la gran importancia de la comunicaci¨®n no verbal y la idea de vestirse en casa de la misma manera que lo har¨ªas para ir a la oficina. ¡°Aporta seguridad¡±, subraya Lobillo, que aconseja el uso de perfume, corbata, maquillaje, tacones u otros complementos. S¨ª, puede ser tentador trabajar en pijama, pero no merece la pena porque genera inseguridad, o que te levantes sin darte cuenta y todo el mundo vea que llevas la chaqueta en calzoncillos...
Tambi¨¦n hay que cuidar el fondo de la imagen; conviene que sea una pared ¡ªnada de ventanas y molestos contraluces¡ª y que nadie pueda pasar por ah¨ª. Organizar la habitaci¨®n de trabajo para favorecer las videollamadas ayuda tambi¨¦n a evitar que nadie, ni compa?eros ni jefes, pueda averiguar de ti m¨¢s de lo que te apetece en funci¨®n de los libros o las fotos de la estanter¨ªa. ¡°Prevenir es muy importante¡±, subraya Lobillo, que tambi¨¦n apuesta por el uso de auriculares y micr¨®fonos para eliminar ruidos o cuidar la iluminaci¨®n.
Ante situaciones embarazosas: naturalidad y diplomacia
Por ahora, ense?ar los genitales o la forma en la que besas a tu pareja (o d¨®nde) no es importante en tu trabajo. Pero si ocurre accidentalmente durante una reuni¨®n ¡°hay que salir del paso con naturalidad y diplomacia¡±, insiste la experta en comunicaci¨®n. En una situaci¨®n m¨¢s com¨²n, tus hijos pueden entrar a la habitaci¨®n gritando mientras t¨² est¨¢s de reuni¨®n. En ese caso, interrumpes el encuentro virtual para decir que debes solucionar un problema familiar, desconectas la c¨¢mara, arreglas la situaci¨®n en casa y te conectas una vez la solventes.
?Y si prefiero tener la c¨¢mara apagada en todo momento para asegurarme de que no pasar¨¢ nada embarazoso incluso en las reuniones profesionales? No es recomendable, pero tampoco imposible. ¡°Una empresa te puede obligar a participar en las reuniones y estar activo, eso s¨ª, pero es complicado que pueda obligarte a activar la c¨¢mara en todo momento¡±, dice Francisco Jos¨¦ D¨ªaz, profesor de la Facultad de Relaciones Laborales y Recursos Humanos de la Universidad de Granada. ¡°Esa obligaci¨®n tiene algo de vulneraci¨®n de la intimidad, porque, al fin y al cabo, est¨¢s en tu casa, no en la oficina¡±, subraya. Y no es lo mismo...
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