Usamos demasiadas cremas: estas son las ¨²nicas que realmente necesita nuestra piel
Sin contar con la limpieza y la fotoprotecci¨®n que, m¨¢s que actos cosm¨¦ticos, s¨ª son una necesidad casi tan b¨¢sica como el respirar
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Cuenta un art¨ªculo de The Newyorker que Procter&Gamble produjo hasta 2009 la serie Guiding Light para promocionar un jab¨®n. Pero no hace falta remontarse a los archivos para encontrar los mensajes que nos incitan a intervenir nuestra piel con rutinas interminables, a sabiendas de que ninguna logra los resultados de las luces, el maquillaje, el Photoshop... Sin embargo, han logrado que reneguemos de los signos de la evoluci¨®n de la piel, y construido un negocio multimillonario (en Espa?a, la belleza mueve 8.200 millones de euros). ?Estamos perdiendo el norte?
Reflexion¨¢bamos el mes pasado que quiz¨¢ hayamos perdido el foco sobre lo que verdaderamente importa de la cosm¨¦tica: que es un acto m¨¢s de autocuidado en pro de la salud que, adem¨¢s, nos aporta bienestar. Y, con eso, basta y sobra. ¡°Una piel sana no deber¨ªa tener arrugas, manchas, flaccidez, descamaci¨®n, sensibilidad, ros¨¢cea... Es aquella en equilibrio y en la que cada c¨¦lula y estructura mantiene su funci¨®n. [Cuando esto no es as¨ª] sembramos el campo id¨®neo para que aparezcan alteraciones¡±, arranca Laura Cubells, dermat¨®loga y miembro del Grupo de Dermatolog¨ªa Est¨¦tica y Terap¨¦utica de la Academia Espa?ola de Dermatolog¨ªa y Venereolog¨ªa (AEDV).
Las arrugas aparecen cuando nuestros m¨²sculos machacan las fibras de col¨¢geno; las manchas, cuando alteramos el ADN de nuestras c¨¦lulas por pasarnos con el sol; la descamaci¨®n y sensibilidad cuando no cuidamos la hidrataci¨®n... ¡°Ninguna de estas alteraciones son cuestiones meramente est¨¦ticas, subjetivas sobre el aspecto, sino consecuencias de la p¨¦rdida de salud¡±, contin¨²a. Y manteni¨¦ndola, los evitamos todos. ¡°Una piel sana ser¨¢ bonita porque, ?qu¨¦ es la belleza sino la m¨¢xima expresi¨®n de la salud?¡±, observa la tambi¨¦n directora m¨¦dica de Cl¨ªnica Alejandr¨ªa, en Valencia.
Necesitamos poca cosa para cuidarla
¡°La piel es un ¨®rgano perfectamente dise?ado para funcionar con normalidad. Pensemos en nuestros hijos peque?os; tienen la piel hidratada, luminosa y tersa sin necesidad de cremas humectantes¡±. Y esto es as¨ª hasta que comienzan los desequilibrios: de grasa en la adolescencia, ¡°que altera la microbiota [como explica el art¨ªculo de The Newyorker, la piel es un ecosistema lleno de seres vivos que hay que proteger], la microcirculaci¨®n y el col¨¢geno¡±; del ciclo celular a partir de los 30 a?os, que se hace m¨¢s lento, trastocando la hidrataci¨®n interna, ¡°haciendo necesario aportarla desde el exterior¡±; y en cualquier momento que dejamos que el sol nos achicharre. As¨ª, recuperar el control pasa por una rutina de lo m¨¢s simple: adem¨¢s de fotoprotecci¨®n diaria durante toda nuestra vida y limpieza, principios seborreguladores y exfoliaci¨®n.
Bueno, ser¨ªa sencilla si los cat¨¢logos cosm¨¦ticos no parecieran un circo con tres pistas en los que hay siete deslumbrantes n¨²meros a la vez. Hidratantes revitalizantes con protecci¨®n solar y antioxidantes, cremas iluminadoras regeneradoras con vitamina C, brumas limpiadoras exfoliantes, mol¨¦culas que aportan hidrataci¨®n, peelings enzim¨¢ticos con anti radicales libres... Sin entrar en los cientos de activos con misiones imposibles que copan las conversaciones en los medios. Y as¨ª, c¨®mo no vamos a eternizar los rituales cosm¨¦ticos: es tan complicado resistirse a ese instinto tan humano del ¡°cuanto m¨¢s mejor¡±...
¡°No hace falta utilizar demasiados productos. Una persona de 60 a?os habr¨¢ absorbido 15 kilos de ingredientes cosm¨¦ticos a trav¨¦s de la piel a lo largo de su vida, por lo que es importante simplificar la rutina diaria y saber qu¨¦ ingredientes tienen los productos que nos aplicamos¡±, avanza Ricardo Ruiz, dermat¨®logo y director de la Cl¨ªnica Dermatol¨®gica Internacional. Adem¨¢s, aunque en muchos botes hay algo de lo que suena correcto, en demasiadas ocasiones no est¨¢ como deber¨ªa.
La piel no ¡°es¡± seca, sensible¡, sino que ¡°est¨¢¡±. Por eso hay que olvidarse del autodiagn¨®stico y el furor por gastar. Si no te lo dice un dermat¨®logo, suelta el Retinol ya.
El experto enumera aquellos sobre los que existe mayor literatura cient¨ªfica que avala sus avances y efectividad, que son los que convendr¨ªa buscar (aparte de los filtros solares, b¨¢sicos para todos los expertos en piel): ¨¢cido retinoico y derivados de la vitamina A y alfahidroxi¨¢cidos ¡ª¨¢cido glic¨®lico¡ª [ayudan a la renovaci¨®n celular], despigmentantes y vitamina C ¡ªantioxidante¡ª. ?Y sanseacab¨®? ¡°Muchos otros ingredientes cosm¨¦ticos son complementos, como el DMAE [de efecto tensor], aportan propiedades no imprescindibles pero ¨²tiles [incluidas las sensoriales, tan importantes para no amargarnos las ma?anas]¡±, recuerdan Virtudes Ruiz y Mar¨ªa Vicente, m¨¦dicos est¨¦ticos de los centros Virtud Est¨¦tica, en Murcia y Lorca.
Y que una etiqueta diga que lleva algo desafortunadamente puede no significar nada de nada. De poco sirve si no hay una buena formulaci¨®n detr¨¢s, en las concentraciones en las que s¨ª han demostrado eficacia. Y estas se cuentan con los dedos de las manos. Lo dice Ruiz: ¡°Lo ideal es que un cosm¨¦tico tenga entre un 15% y un 20% de concentraci¨®n de vitamina C. Si es pura, es eficaz a partir del 8%¡±. Cantidades mayores no han demostrado mayor eficacia y s¨ª m¨¢s posibilidad de irritaci¨®n. ¡°De glic¨®lico suelen llevar entre un 4% y un 20%. En consulta, lo usamos del 20% al 50% para realizar peelings superficiales para iluminar e hidratar la piel, y entre el 50% y el 70% para exfoliaciones profundas en caso de manchas, arrugas o para mejorar el acn¨¦. El ¨¢cido retinoico solemos recomendarlo al 0,05%, dos o tres noches por semana, y el Retinol entre el 0,1% y el 1%¡±. Aunque tenga esta ristra de n¨²meros no olvide lo m¨¢s importante: que sea su dermat¨®logo quien le diga qu¨¦ y cu¨¢nto tiene que usar.
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