Salario emocional, ?la estrategia l¨ªder para fidelizar al empleado o un cuento cicatero para ara?arnos el sueldo?
Qu¨¦ hay que vigilar en un mundo en el que ya no solo el dinero contante y sonante retribuye al trabajador
Hagamos un c¨¢lculo. Si una persona trabaja de media durante 35 a?os, a raz¨®n de unas ocho horas diarias, para cuando le llegue la jubilaci¨®n habr¨¢ pasado trabajando aproximadamente ocho a?os completos de su vida. La cifra, dicha as¨ª, puede provocar estremecimientos, porque el trabajo se ha entendido tradicionalmente como esa mezcla de yugo y bendici¨®n que nos acompa?a y dignifica. ¡°Que no te falte, hijo¡± es uno de los suspiros que m¨¢s escucha la generaci¨®n milenial de boca de sus mayores y, a costa de ese no faltar, muchos empleados han aguantado carros y carretas sin m¨¢s protesta que la callada. Sin embargo, en los ¨²ltimos a?os, algunas empresas han puesto en el centro de su filosof¨ªa el bienestar de su personal, y se ha acu?ado un t¨¦rmino aparentemente contradictorio: el de salario emocional.
S¨ª, porque ya no solo el dinero contante y sonante retribuye al trabajador, sino todos aquellos aspectos que no son monetarios y que tratan de compensarle por su esfuerzo. En palabras de Elisa Colina, directora de Talento, Cultura y Marca en una consultor¨ªa tecnol¨®gica, el salario emocional lo componen, por un lado, ¡°todos aquellos productos y servicios que ofrece la empresa y que realmente tienen un valor econ¨®mico y le suponen un ahorro al empleado ¡ªaunque no lo perciba como tal¡ª, como el seguro m¨¦dico, los cursos de formaci¨®n, los ¡®ticket¡¯ restaurante o el reparto de beneficios¡± y, por otro, ¡°todas aquellas condiciones que no son tangibles y cuyo objetivo es aumentar los niveles de felicidad del personal, como la conciliaci¨®n, el reconocimiento al trabajo, los planes de carrera o ¡®mentoring¡¯...¡±.
Cada vez m¨¢s, estos factores son decisivos para la poblaci¨®n activa. Seg¨²n un informe de Infojobs, la motivaci¨®n principal para querer cambiar de empleo en 2020 fue el salario (un 79% de los encuestados la eligieron), pero le segu¨ªan de cerca la b¨²squeda de un mejor horario (optaron por ella un 55%) o la conciliaci¨®n de la vida personal y laboral (54%). Trabajar en un proyecto m¨¢s motivador (44%), ampliar competencias (43%) y tener un cargo superior (37%) fueron tambi¨¦n algunas de las causas m¨¢s mencionadas. ¡°Al final, como trabajadores, dedicamos ocho horas al d¨ªa (o m¨¢s) de nuestro tiempo a una empresa. Poder invertir ese tiempo en hacer un trabajo que te gusta y te motiva, en un ambiente de trabajo en el que te sientes bien y en el que adem¨¢s tienes flexibilidad y otras ventajas no tiene precio¡±, argumenta ?ngela Gonz¨¢lez Carracedo, consultora de Recursos Humanos en Great Place To Work.
Su empresa trabaja precisamente bajo el lema de que ¡°la confianza construye grandes lugares de trabajo¡± y se dedica a certificar a aquellas compa?¨ªas que cumplen con esta premisa, en las que los empleados conceden cr¨¦dito a la direcci¨®n y se sienten tratados con consideraci¨®n y respeto. Fidelizar de este modo a los empleados es clave, desarrolla, para ¡°evitar la fuga de talento y el alto coste de la rotaci¨®n¡±. Elisa Colina lo tiene tambi¨¦n claro: ¡°Al final los empleados son la voz de la compa?¨ªa, todo lo que trabajas con ellos va a revertir en el propio beneficio de la empresa, porque la imagen de marca no es solo un color o una tipograf¨ªa, sino todos esos valores y esa cultura asociados a ella¡±. De modo que lo que los empleados digan de su lugar de trabajo (algo tan distinto en una pandemia) es oro para los empresarios, algo que se tiene en cuenta, sobre todo, en el sector privado, que es el que ha tra¨ªdo este cambio de paradigma a rebufo de las grandes empresas de tecnolog¨ªa: ¡°Todo este tipo de trabajos han exigido una competencia en estos sectores abrumadora. Hay gente jovenc¨ªsima con sueldos desorbitados, y responde a una necesidad que se est¨¢ creando en la sociedad. En estas empresas privadas es donde hay m¨¢s competencia de talento y al final lo que consigue que te diferencies del resto es la manera en la que tratas a tus empleados y qu¨¦ les ofreces. Esto es algo que deber¨ªa generalizarse al resto de sectores, pero esa transformaci¨®n, desde mi punto de vista, va a ser m¨¢s lenta¡±, puntualiza Colina.
Ojo si te venden como salario emocional lo que son derechos b¨¢sicos
Aunque la realidad descrita hasta ahora sea de lo m¨¢s apetecible y suene saludable, los empleados tambi¨¦n deben saber discernir cu¨¢ndo les est¨¢n ofreciendo una serie de ventajas, en concepto de salario emocional, que no son tal. A veces, incluso, lo que una compa?¨ªa pone como cebo al final de la ca?a no es m¨¢s que un derecho laboral envuelto en palabrer¨ªa, como el pago de las horas extra o un lugar f¨ªsico apropiado en el que desempe?arnos: ¡°Por ejemplo, un buen proyecto de ergonom¨ªa tiene un impacto en el trabajo de tus empleados, y lo facilita, pero no es salario emocional. El salario emocional va encaminado a que una persona se sienta sencillamente feliz en el trabajo¡±, argumenta Elisa Colina. ?ngela Gonz¨¢lez a?ade: ¡°El concepto de salario emocional mal entendido puede acabar qued¨¢ndose en algo superficial. Muchas empresas han querido sumarse a la moda de oficinas estilo Silicon Valley instalando salas de descanso con futbolines y grifos de cerveza, pero en el d¨ªa a d¨ªa de un trabajador esto se queda en algo anecd¨®tico. Y, a pesar de esta imagen que intentan proyectar, parte de estas empresas a¨²n tienen una cultura de trabajo poco ¨¢gil, que dificulta la conciliaci¨®n y que no piensa en las personas¡±.
De esto ¨²ltimo da fe Beatriz. Durante varios a?os trabaj¨® para una conocida empresa de muebles, en la que se mimaba a los trabajadores¡ solo en algunos aspectos: ¡°Para m¨ª aquello no era ir a trabajar, era estar en familia. Es donde mejores compa?eros he encontrado, hab¨ªa mucha calidez, y me gustaba much¨ªsimo trabajar all¨ª, pero el salario era mal¨ªsimo. Te daban muchas formaciones, muchas posibilidades de cambiar de turno, y si hab¨ªa una vacante libre siempre ten¨ªas la posibilidad de presentarte mediante una din¨¢mica de grupo, pero los puestos sol¨ªan estar dados (y, aun en puestos supuestamente mejores, el salario segu¨ªa siendo baj¨ªsimo)¡±, cuenta ya desde otro trabajo. En aquella empresa, de tanto en tanto, los empleados merendaban churros con la directora, quien se encargaba de mantener al tanto al personal de c¨®mo marchaba la compa?¨ªa. Otra de sus atenciones hacia los trabajadores, por ejemplo, era no permitirles que trabajaran m¨¢s de seis horas con la vista en la pantalla, pero, luego, el sueldo cumpl¨ªa por los pelos con el salario m¨ªnimo interprofesional. Y, a la larga, a Beatriz no le compens¨®. ¡°Se da el caso de que algunas empresas se mueven en bandas salariales muy bajas y luego intentan compensar con un salario emocional para mantenerse dentro del mercado competitivo, pero no hay que olvidar la realidad de que las personas trabajamos por dinero porque lo necesitamos para vivir. Por eso debe haber unos m¨ªnimos en cada sector, una horquilla de un salario acorde al puesto que puede complementarse con el emocional¡±, explica la directora de Talento de la consultora tecnol¨®gica.
Y ah¨ª es donde los empleados tienen que estar atentos. Ambas expertas recomiendan llevar los deberes hechos a la entrevista, conocer previamente cu¨¢les son los salarios que se est¨¢n ofreciendo en el sector para el que trabajamos y no limitarnos a tener una actitud pasiva durante la conversaci¨®n: ¡°No es solo la empresa la que tiene que preguntar, el futuro empleado tambi¨¦n tiene que indagar en cu¨¢l es la filosof¨ªa de empresa y sus valores. Al final el rol que vayas a desempe?ar lo puedes hacer en una empresa u otra, pero lo distintivo va a ser precisamente ese salario emocional¡±, afirma Colina. Y ya depender¨¢ de cada cual la elecci¨®n final: ¡°Si tienes la suerte de tener que decidir entre dos ofertas con condiciones distintas, valora lo que m¨¢s se ajuste a tus necesidades personales. Para algunos puede ser el desarrollo profesional y seguir form¨¢ndose, y para otros poder conciliar con su vida personal¡¡±, dice ?ngela Gonz¨¢lez. El trabajo que mejor nos sienta, si nos lo podemos permitir, es como un traje: el que est¨¦ hecho a medida.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.