Inteligencia natural
Por fin desde alg¨²n lugar se puede demostrar que son posibles otras soluciones frente a la crisis que no pase por poner de rodillas a los m¨¢s humildes
Contra todo pron¨®stico no gan¨® la derecha. Precipitadamente se escondieron banderas, se deshicieron titulares. Dispararon una lluvia de insultos a Andaluc¨ªa por no haber sido convenientemente sumisa a los conquistadores; se tambalearon las columnas de opini¨®n que sustentan el edificio de la derecha medi¨¢tica. Los elogios desmesurados a Javier Arenas se tornaron amargas reflexiones, aceradas cr¨ªticas que actualizaban el lamento de todas las derrotas: ?Ay de los vencidos!
El mismo d¨ªa, a la misma hora, creci¨® una modesta esperanza que dibuj¨® una sonrisa en gran parte de la sociedad andaluza. Andaluc¨ªa no se suma al carro monocolor de la revoluci¨®n conservadora, alienta nuevas salidas, y aparece como un contrapoder efectivo a la mayor¨ªa omn¨ªmoda del PP. Los andaluces resolvieron el domingo una complicada ecuaci¨®n con la mayor inteligencia: restaron al PSOE casi una decena de diputados para darles una severa advertencia por su actuaci¨®n respecto a los ERE y a la situaci¨®n econ¨®mica; aumentaron significativamente el voto a IU para dar fuerza al discurso social y a la utilidad de la izquierda y situaron al PP muy lejos de la mayor¨ªa absoluta para no dar resquicio a que se pusiera en cuesti¨®n el mandato de las urnas. Finalmente, repartieron la abstenci¨®n entre votantes socialistas desencantados y electores de la derecha a los que no les gustan los excesos econ¨®micos ni pol¨ªticos de este nuevo gobierno.
En toda Espa?a la izquierda respir¨® aliviada. No se trata de sentimentalismo pol¨ªtico ni de emoci¨®n por la marea roja de Andaluc¨ªa sino de una sencilla cuesti¨®n de simetr¨ªa social: por fin un territorio grande y poderoso puede ejercer de contrapeso a las pol¨ªticas restrictivas de la derecha; por fin desde alg¨²n lugar se puede demostrar que son posibles otras soluciones frente a la crisis que no pase por poner de rodillas a los m¨¢s humildes.
No es una esperanza ilusa. Todo el mundo sabe que los tiempos son dif¨ªciles, que es dif¨ªcil hacer nuevas pol¨ªticas cuando las arcas est¨¢n vac¨ªas, que es casi imposible sustraerse a la pol¨ªtica espa?ola y europea que ha reducido su vocabulario a una sola palabra: recortes. Pero gobernar en tiempos dif¨ªciles desde la izquierda puede ser la mejor demostraci¨®n de la validez de sus principios y de sus propuestas. No se trata solo de frenar las pol¨ªticas de la derecha, ni de convertir el Parlamento en la oposici¨®n a las pol¨ªticas de Rajoy, sino de abordar con decisi¨®n cambios urgentes.
Para hacerlo, pueden contar con m¨¢s voluntades incluso que las expresadas en las urnas, porque la esperanza es compartida por el ecologismo pol¨ªtico, por el andalucismo de izquierdas as¨ª como por la mayor parte de los movimientos sociales de nuestra tierra. Por primera vez desde hace decenios, hay una voluntad com¨²n por confluir en un proyecto de cambio andaluz; por primera vez desde el reivindicativo 28-F es posible plasmar una alianza social muy amplia, m¨¢s all¨¢ de lo que representan la simple suma de siglas. Pero esta alianza est¨¢ solo disponible para el cambio, que no para la continuidad de las mismas formas de gobernar o de las mismas pol¨ªticas ni para la enso?aci¨®n radical ajena a la realidad.
Por todo esto, tanto PSOE como IU deben ser serios y rigurosos. La desesperanza se alimenta sola pero la esperanza necesita del empuje de la inteligencia. Ni un solo espect¨¢culo que alimente la maquinaria pesada de la gran derecha y de la desesperanza. A¨²n comprendiendo los miedos, la reticencias mutuas, no hay lugar para el desencuentro. Por supuesto, resulta l¨®gico exigir una limpieza inmediata y una regeneraci¨®n sin paliativos. Pero la situaci¨®n pol¨ªtica no deja espacio para alambicadas estrategias que dependan cada semana de decisiones en el Parlamento de Andaluc¨ªa. Lo urgente no es discutir el poder de cada formaci¨®n pol¨ªtica sino poner en com¨²n las soluciones a los problemas andaluces.
La ¨²nica forma de corresponder a la heroicidad de las urnas, es haciendo este camino con inteligencia, generosidad y di¨¢logo social. Solo as¨ª se podr¨¢ afrontar la brutal campa?a que se desatar¨¢ al menor tropiezo, al m¨¢s m¨ªnimo desenga?o, por parte de una derecha que no va a perdonar el desd¨¦n de Andaluc¨ªa.
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