Juristas y polit¨®logos censuran la reforma electoral que plantea el PP

Ahorro irrelevante, incluso peligroso, y, formalmente, una medida poco menos que impresentable por su unilateralidad y por formularla ya en v¨ªsperas de las elecciones. Son el denominador com¨²n en las opiniones que suscita la reforma electoral anunciada por Alberto N¨²?ez Feij¨®o y el PP gallego en un panel de expertos a los que EL PA?S ha solicitado su opini¨®n al respecto, todos ellos del ¨¢mbito universitario. Se trata de los catedr¨¢ticos Jos¨¦ Antonio Portero Molina, Roberto Blanco Vald¨¦s (ambos de Derecho Constitucional) y Guillermo M¨¢rquez (de Ciencia Pol¨ªtica) y los profesores Miguel Bastos y Cristina Ares, de la Facultad de Ciencias Pol¨ªticas de la Universidade de Santiago, e Ignacio Lago, de la catalana Pompeu Fabra. Lo que sigue es un resumen de sus consideraciones.

? Cambiar las reglas de juego. ¡°Las reglas no son dogmas¡±, anticipa Guillermo M¨¢rquez, ¡°y cambiarlas forma parte del sistema¡±. En Espa?a el sistema electoral estuvo funcionando de forma r¨ªgida durante muchos a?os y luego algunas comunidades aut¨®nomas, como Asturias y Murcia, hicieron un camino de ida y vuelta, subiendo y bajando sucesivamente las barreras legales de m¨ªnimos para obtener representaci¨®n parlamentaria. ¡°No es ning¨²n ataque a la democracia, y tampoco lo veo mal¡±, abunda Miguel Bastos, que se declara militante del PP. ¡°Es leg¨ªtimo, es un arma que tienen los partidos y, aunque suene a c¨ªnico, forma parte del juego: De Gaulle lo hizo varias veces, cada vez que las encuestas le se?alaban una amenaza de los comunistas modificaba la demarcaci¨®n de los distritos, y tambi¨¦n se ha practicado mucho en Italia¡±, a?ade Bastos. ¡°En la Espa?a democr¨¢tica de las ¨²ltimas d¨¦cadas, se realizaron cuatro reformas de la ley electoral estatal y todas se hicieron por consenso¡±, asienta Ignacio Lago.

El ahorro que se derivar¨¢ ser¨¢ irrelevante, y la pol¨ªtica no es gasto

? Una reforma unilateral del PP. Nadie lo disculpa. Incluso Bastos admite que ¡°ciertamente, queda un poco marrullero¡±. ¡°La ley lo permite, pero no es conveniente desde el punto de vista democr¨¢tico, lo m¨¢s razonable es hacerlo por consenso o con un respaldo amplio¡±, se?ala Blanco Vald¨¦s. ¡°Estamos hablando de reglas de juego institucionales que deben servir para todo tiempo y lugar, que no deber¨ªan estar sometidas al juego de mayor¨ªas y minor¨ªas; en el desarrollo estatutario [de la autonom¨ªa] debe haber un consenso en esas reglas¡±, opina M¨¢rquez. ¡°No es de recibo, me parece intolerable¡±, ataca Lago, que a?ade: ¡°En cualquier reforma, unos ganan y otros pierden, pero si con solo disponer de mayor¨ªa absoluta se pueden cambiar las reglas de juego, tambi¨¦n podr¨¢n hacerlo los siguientes que consigan esa mayor¨ªa, y eso genera inestabilidad en cuestiones b¨¢sicas¡±.

? Un ahorro ¡°irrelevante¡± y una ¡°idea peligrosa¡±. El PP justifica la reforma en el ahorro que genera en estos tiempos de crisis y en que recoge un sentir de la calle. Todos los consultados consideran ¡°irrelevante¡± ese ahorro, que se cifra en torno a un mill¨®n y medio de euros y que se podr¨ªa obtener por otras v¨ªas del propio funcionamiento de la pol¨ªtica, ¡°como un mayor rigor de las incompatibilidades, por ejemplo¡±, apunta Portero Molina. ¡°Los motivos econ¨®micos me parecen insuficientes, habr¨ªa que explicarlo en funci¨®n de las tareas del Parlamento¡±, a?ade, ¡°y si el Parlamento ha estado trabajando durante d¨¦cadas con 75 diputados, tendr¨¢n que explicar si puede hacer lo mismo con 60, 40 o con la mitad¡±. A su juicio, ¡°tal como se plantea¡±, la reducci¨®n de esca?os va a afectar a la funcionalidad del Parlamento ¡°y especialmente a la oposici¨®n para ejercer su tarea de control al Gobierno¡±.

La reducci¨®n de esca?os prima siempre al que gana, aqu¨ª el PP

¡°Es una irresponsabilidad porque hay donde recortar antes con mucho m¨¢s merecimiento¡±, coincide Cristina Ares, que prosigue: ¡°Y me parece grave porque la reducci¨®n de esca?os en funci¨®n del ahorro hace pensar en la pol¨ªtica como un gasto, una idea muy peligrosa. Hay que reivindicar la pol¨ªtica y habilitar los mecanismos que permitan mejorar su trabajo, como reformas para aproximar los parlamentarios a sus electores, fomentar esa relaci¨®n sobre todo en estos momentos. No puede entenderse la pol¨ªtica como un coste y como si su trabajo no generara valor¡±.

? Los reducci¨®n de esca?os favorece al PP. ¡°La reducci¨®n de esca?os prima siempre al que gana¡±, sentencia Ignacio Lago. ¡°Incide en el ¨ªndice efectivo de voto, esto es, el porcentaje de votos que necesita un partido para obtener esca?o¡±, explica Guillermo M¨¢rquez. ¡°El resultado depende t¨¦cnicamente de la combinaci¨®n de la ley D¡¯Hont y del tama?o de la circunscripci¨®n¡±, a?ade. En esa tesitura, la reforma ¡°favorece claramente al PP como grupo mayoritario¡±, expone Bastos, para quien los fines de la misma, antes que el ahorro, son dos: aumentar la sobrerrepresentaci¨®n de las provincias de Lugo y Ourense y dificultar la obtenci¨®n de esca?o a los partidos m¨¢s peque?os. ¡°Tambi¨¦n el BNG, aunque ahora protesten, sacar¨¢ provecho del voto ¨²til frente a los grupos nacidos de su ¨®rbita¡±, apostilla.

El recorte podr¨ªa hacerse en el fijo de los 10 esca?os por provincia

¡°Siempre que se reducen esca?os se reduce la proporcionalidad, y disminuir la proporcionalidad favorece a quien tiene la mayor¨ªa¡±, abunda Blanco Vald¨¦s. ¡°Pero deber¨ªa aprovecharse el debate para evaluar todos los factores y no solo los que perjudican a unos, sino a todos. Me refiero a algo tan determinante como que un partido que se sit¨²a por los resultados electorales al borde de la mayor¨ªa absoluta, con m¨¢s del 46% de los votos, no pueda gobernar porque se lo impide una coalici¨®n. Eso sucede aqu¨ª y no en otras democracias europeas¡±, apunta.

? Seguir¨¢n los tres grupos parlamentarios. Los tres grupos actuales seguir¨¢n manteniendo su representaci¨®n en el Parlamento, coinciden todos los consultados. Guillermo M¨¢rquez ¡ªcon referentes estimativos que memoriza desde su lugar de vacaciones, es decir, haciendo una salvedad de inexactitud¡ª, considera improbable que la reforma abra el Parlamento a grupos minoritarios: en A Coru?a y Pontevedra precisar¨¢n obtener m¨¢s del 4% de los votos y en Lugo y Ourense, m¨¢s del 5%.

56.386 electores por cada esca?o de A Coru?a y 26.627 por el de Lugo

? Sobrerrepresentaci¨®n de Lugo y Ourense. La desproporcionalidad de la representaci¨®n ser¨¢ mayor y las provincias de Lugo y Ourense aumentar¨¢n su actual sobrerrepresentaci¨®n. ¡°Para atajarlo, creo que hay margen para negociar las condiciones¡±, indica Blanco Vald¨¦s, ¡°ya que la reforma podr¨¬a hacerse reduciendo esca?os en la asignaci¨®n fija de 10 por provincia y aumentando los 21 de elecci¨®n proporcional¡±, una medida que tambi¨¦n Guillermo M¨¢rquez considera la m¨¢s indicada para obtener mayor proporcionalidad.

Con el censo electoral de 2009, dividi¨¦ndolo por el n¨²mero de esca?os provinciales que plantea la reforma, a Lugo le corresponder¨ªan 26.627 electores por cada uno de sus 15 esca?os, y a Ourense, 29.622 electores por cada uno de sus 12 esca?os. En A Coru?a, sin embargo, a cada uno de sus 19 esca?os le corresponder¨ªan 56.386 electores y en Pontevedra, 51.405 electores por cada uno de sus 17 esca?os. Los desfases son evidentes.