Desaparecidos en combate
La vida da tantas vueltas que algunos de los que despotricaban contra la inmigraci¨®n latina hacia nuestro pa¨ªs, env¨ªan hoy a sus hijos a Argentina, Brasil, Colombia...e incluso a Cuba
En Estados Unidos est¨¢ de moda ser hispano. En la cuna de la hispanidad est¨¢ de moda no serlo. En los ¨²ltimos seis meses, m¨¢s de 166.000 j¨®venes menores de 24 a?os han dejado de ser poblaci¨®n activa. En los primorosos gr¨¢ficos presentados por la ministra de Empleo, F¨¢tima B¨¢?ez, el dato no aparec¨ªa porque las desapariciones se han convertido en la letra peque?a de la crisis.
En las redes sociales se divulga que los j¨®venes en Espa?a tienen ante s¨ª tres salidas: por tierra, mar y aire. Y, en los hogares se conoce con detalle que la primera gran decisi¨®n laboral de los j¨®venes cuando terminan sus estudios es si permanecer en nuestro pa¨ªs, curr¨ªculum y tel¨¦fono en ristre, perdidos como D¨¦dalo en el laberinto, o emprender una odisea hacia lugares con menos calor humano pero m¨¢s esperanza.
En el ¨²ltimo a?o el n¨²mero de alumnos matriculados en las escuelas de idiomas se ha multiplicado y la mitad de la sociedad se ha familiarizado con el metalenguaje de los niveles de dominio de la lengua. B1 o B2, Intermediate o Advanced forman parte ya de nuestro vocabulario familiar y constituyen el nuevo pasaporte al futuro. Cualquier idioma ¡ªingl¨¦s, alem¨¢n, chino, portugu¨¦s o suajili¡ª es v¨¢lido para huir del paro y la desesperanza que ¨²ltimamente se escriben espa?ol.
Se marchan de un pa¨ªs en el que se sienten poco apreciados, en el que se despotrica de su formaci¨®n, se desaprovechan sus conocimientos e incluso se denigran ¡ªcon el ministro de Educaci¨®n en cabeza¡ª sus titulaciones universitarias. Al parecer nos sobran ingenieros, cient¨ªficos, matem¨¢ticos, artistas, inform¨¢ticos y t¨¦cnicos de todas las materias. Han decidido que nuestra particular salida de la crisis no se afronte potenciando nuevas tecnolog¨ªas, ni la investigaci¨®n ni creaci¨®n; se construir¨¢ aumentando la tasa de ganancia de los poderosos y con el descenso generalizado de salarios, un proyecto para el que sobran los conocimientos, la profesionalidad y la creatividad.
Se estima que, desde el inicio de la crisis, han salido de Espa?a m¨¢s de 400.000 j¨®venes, la inmensa mayor¨ªa con titulaci¨®n universitaria. En los ¨²ltimos a?os, la Uni¨®n Europea est¨¢ siendo sustituida por otros destinos, como Latinoam¨¦rica donde se dirigen ya m¨¢s del 40% de nuestros emigrantes. La vida da tantas vueltas que algunos de los que despotricaban contra la inmigraci¨®n latina hacia nuestro pa¨ªs, env¨ªan hoy a sus hijos a Argentina, Brasil, Colombia...e incluso a Cuba.
Por comunidades la soberana Catalu?a, la insular Canarias, la c¨¦ntrica Madrid baten el r¨¦cord de j¨®venes expulsados de su tierra o, seg¨²n palabras del Ministerio de Empleo, los que tienen ¡°mayor esp¨ªritu aventurero¡±. Tras ellas se encuentra Andaluc¨ªa, donde la herida de la emigraci¨®n masiva todav¨ªa no ha acabado de cicatrizar cuando se abre esta nueva sangr¨ªa del exilio juvenil.
Va a ser verdad que la historia es el relato de un idiota sin sentido. Nunca hubi¨¦semos pensado que volver¨ªamos a ser testigos de la emigraci¨®n y del exilio; nunca hubi¨¦semos imaginado que ¡°vuelvan pronto los emigrantes¡± podr¨ªa ser un lema para el siglo XXI. Trabajamos para el ingl¨¦s, literalmente. Educamos, formamos e invertimos en la educaci¨®n de nuestros j¨®venes para regal¨¢rselos al mundo. Del dolor causado, de la angustia que genera y de la soledad, mejor no hablar. Realmente s¨®lo un idiota cruel puede ser tan insensible ante este fen¨®meno.Casi medio mill¨®n de hogares tienen alg¨²n emigrante forzoso. Mientras las televisiones se pueblan de espa?oles por el mundo con aire de triunfo, felices de pertenecer a un mundo globalizado, sin rastro de dolor o de exilio. Pero un mundo racionalmente globalizado, donde la interconexi¨®n de experiencias y conocimientos es f¨¢cil y r¨¢pida, no necesitar¨ªa expulsar a las poblaciones, empobrecer territorios o alimentar nostalgias.
Ahora ya no aparecen en nuestra estad¨ªstica. No son parados ni activos. Son desaparecidos en el agujero negro de la crisis. Su ausencia es la contabilidad B de nuestro corrupto sistema econ¨®mico que ha expulsado precisamente a todos aquellos que podr¨ªan reiniciarlo.
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