Los testimonios de funcionarios cercan a Baltar ante su cita con el juez
El antiguo interventor confiesa que no hab¨ªa dinero para pagar a los 104 enchufados en v¨ªsperas del congreso del PP
Jos¨¦ Luis Baltar acude esta tarde a su cita con el juez de Ourense Leonardo ?lvarez, que instruye la querella por prevaricaci¨®n del fiscal contra el exbar¨®n del PP, despu¨¦s de tres rondas de declaraciones judiciales de funcionarios de la Diputaci¨®n que, en algunos casos, han dejado en una embarazosa posici¨®n a su antiguo jefe.? La ¨²ltima, la de Jos¨¦ Mar¨ªa Ba?os, antiguo interventor de la Diputaci¨®n y exhombre de confianza de Baltar, que ha arrojado toda clase de dudas sobre los 104 contratos laborales que investiga el juez. Seg¨²n el interventor, la instituci¨®n no ten¨ªa dinero para asumir esa cantidad de personal nuevo en 2010, en v¨ªsperas del congreso provincial del PP en el que Baltar trataba de ceder la presidencia del partido a su hijo.
La euforia contratadora de afines al PP -con capacidad para ser compromisarios en el congreso de la sucesi¨®n del baltarismo- que se desat¨® en la Diputaci¨®n de Ourense en el entorno de ese c¨®nclave, no fue sino la euforia contratadota de Baltar padre. Los dos altos funcionarios de la instituci¨®n en aquel momento (el secretario, Francisco Cacharro, y el interventor, Jos¨¦ Mar¨ªa Ba?os) no dejaron dudas ante el juez. Ambos responsabilizaron de ello al exbar¨®n. Reconocieron que el entonces presidente de la Diputaci¨®n autoriz¨® entre enero y marzo de 2010 m¨¢s de 100 contratos eventuales, la mayor¨ªa vinculados al PP, sin los informes necesarios perceptivos de sus respectivos departamentos. Sus declaraciones pueden sumar, a la de la prevaricaci¨®n, una querella por malversaci¨®n contra el extodopoderoso Baltar.
El interventor asegur¨® ante el juez que se enter¨® a posteri de esas contrataciones masivas y que comunic¨® alarmado al secretario la falta de recursos para hacer frente a las n¨®minas del batall¨®n de nuevos empleados. Precis¨® que cuando pregunt¨® por esos contratos, el jefe de personal y el secretario le dijeron que hab¨ªa sido cosa del presidente.
El exinterventor, otrora persona de estrecha confianza de los Baltar ¨Clo pusieron al frente del Club Deportivo Ourense Baloncesto- cuestion¨® todo el proceso: no era normal contratar a aquellas personas. No era normal el elevado n¨²mero ¨Clo habitual era tener una bolsa de entre 40 y 50 personas, precis¨®-. No era normal la duraci¨®n de solo tres meses de los contratos siendo tan necesarios. No era normal que las contrataciones no hubieran pasado por la comisi¨®n de control y seguimiento de la que ¨¦l formaba parte y que deb¨ªa pronunciarse sobre la existencia, o no, de cr¨¦dito. No era normal que no lo hubieran consultado a ¨¦l. Y adem¨¢s, explic¨® Ba?os, no hab¨ªa dinero para pagar a los enchufados, hasta el punto de que, seg¨²n confes¨®, lleg¨® a temer que no pudiese pagar la n¨®mina de los funcionarios de la Diputaci¨®n.
Pocos meses despu¨¦s, Ba?os abandon¨® por sorpresa su plaza de alto funcionario en la Diputaci¨®n y acept¨® un puesto de secretario en un peque?o pueblo de Guadalajara. El martes, ante el juez, Ba?os record¨® que tras enterarse de la situaci¨®n hab¨ªa hablado entonces con Baltar para decirle que podr¨ªan afrontar el gasto con el cr¨¦dito, pero no supo precisar qu¨¦ le dijo respecto a las consecuencias jur¨ªdicas de su contrataci¨®n masiva e irregular.
Ba?os ech¨® por tierra la teor¨ªa que el secretar¨ªo hab¨ªa intenado exponer en su comparecencia el d¨ªa anterior relativa a una supuesta laguna legal en la contrataci¨®n del personal laboral. El exinterventor asegur¨® que aunque se trate de contratos temporales deben regir los principios universales de publicidad, m¨¦rito y capacidad que en este caso no se dieron
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