Peleas a la puerta del juzgado
Cargos del PP de Ourense que acud¨ªan a jalear a su exl¨ªder se enfrentan a manifestantes
El bar¨®n que aspir¨® al trono de gran virrey no se despeina, aunque s¨ª se tambalea. El d¨ªa en que una querella por enchufes masivos abofete¨® su forma de hacer pol¨ªtica, el cacique tembl¨® en medio del caos vivido ante el Palacio de Justicia de Ourense. M¨¢s de un centenar de personas, entre baltaristas y detractores, se concentr¨® en la puerta para aplaudir o denostar al exbar¨®n. A un lado los detractores ¡ªmiembros de Asamblea Aberta o afectados por las preferentes¡ª, convocados a trav¨¦s de las redes sociales. Al otro, los baltaristas que se encontraron all¨ª ¡°de casualidad¡± para aupar al amado l¨ªder.
?El cortejo de fieles reuni¨® a decenas de cargos del partido, numerosos alcaldes (Xinzo de Limia, Monterrei, Celanova, o A R¨²a o Verea), la mitad de los concejales populares del Ayuntamiento de Ourense o la diputada nacional Ana Bel¨¦n V¨¢zquez. La ausencia m¨¢s destacada: Baltar hijo.
La tensi¨®n alcanz¨® niveles m¨¢ximos con la llegada del exbar¨®n. El choque deriv¨® en peleas entre pol¨ªticos y detractores, que llegaron a las manos. Incluso contra la prensa. El exalcalde de Mel¨®n Alberto Pardellas se abalanz¨® sobre un periodista de Faro de Vigo. Cuando fue apartado explic¨® que no sab¨ªa que era un informador. Otra redactora de la Agencia Efe sufri¨® las consecuencias de la pelea. Cuando Baltar consigui¨® llegar a la primera planta, una edil suya romp¨ªa a llorar. Fuera, entre sollozos y empujones, todav¨ªa resonaban gritos de ¡°presidente, presidente¡±. Ana Bel¨¦n V¨¢zquez explic¨®: ¡°Tuvimos que ser los cargos del PP los que facilitamos, junto con la prensa, el paso del presidente". Y tambi¨¦n dos robustos guardaespaldas.
Tras prestar declaraci¨®n se fue en coche con su abogado. No quiso hablar con los medios. Ya en casa, tras despedirse del letrado con un abrazo y un ¡°ya hablaremos¡±, Baltar coment¨® a EL PA?S: ¡°Estoy bien. Espero que todo se aclare. No hay problema ninguno, lo que pasa es que all¨ª metido, en medio de los empujones, no est¨¢s c¨®modo, pero ahora estoy muy tranquilo. Ya dije todo lo que ten¨ªa que decir¡±.
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