¡°La memoria ha de actuar tambi¨¦n como un elemento de lucha¡±

¡°Intento, mediante el simbolismo, ir enunciando las distintas modalidades de opresi¨®n que afectan a nuestra sencilla vida cotidiana¡±. La psic¨®loga cl¨ªnica Rosa Montiel (Barcelona, 1948) se da a conocer en el mundo de la creaci¨®n literaria, tras su jubilaci¨®n, con el libro de relatos Recordar el olvido(Plataforma Editorial), que prologa Rosa Reg¨¢s, quien lo present¨® en Palma de Mallorca y Barcelona.

La obra, fragmentada en tres partes (Las edades de la inocencia, Sue?os rotos, El invierno y la memoria) ¡°no tiene ning¨²n car¨¢cter biogr¨¢fico¡±, se apresura a advertir Montiel, que fue una ni?a de la inmigraci¨®n obrera andaluza a Catalu?a, ni?a en el fondo de desterrados, perdedores de la guerra en pueblos de M¨¢laga y Almer¨ªa. A los 13 a?os dej¨® la escuela y se hizo oficinista, aprendi¨® a escribir a m¨¢quina y otros rudimentos y lleg¨® a redactora de cursos por correspondencia. Con 28 a?os y un hijo decidi¨® estudiar en la universidad. Al lograr su t¨ªtulo acad¨¦mico se dedic¨® 25 a?os a escuchar duras historias personales, casos reales complicados, en la sanidad p¨²blica. Feminista a pie de calle, recuerda ¡°el pozo¡± en el que ca¨ªan las ni?as que eran abusadas por sus padres.

Pregunta. ?Los dramas an¨®nimos o¨ªdos en su despacho nutren su obra?

Respuesta. No expresamente. Todos mis relatos son ficciones, lo que no excluye que algunos de ellos tengan anclajes en mi trayectoria, sea con vivencias de mi infancia o con las derivadas del ejercicio de mi profesi¨®n.

P. ?Escribir es su terapia privada?

R. Los hechos profundos que fui conociendo dieron rienda suelta a mi creatividad; era una manera de expulsarlos desde mis adentros, sac¨¢ndolos al exterior con toda la energ¨ªa de ¨¢nimo y con la intensidad que, creo, reclamaban. Las experiencias de seres humanos en valores universales ¡ªlos sufrimientos, la ternura, el amor, la crueldad, la avaricia, la generosidad...¡ª me aportaron multitud de temas.

P. ?Cuando naci¨® su pasi¨®n por la escritura?

Candel y Mars¨¦ fundamentaron en m¨ª el potencial de la literatura como arma de combate

R. De ni?a copi¨¦ una narraci¨®n, pero la maestra la ensalz¨®; ello cal¨® en mi pundonor y mi ansia a hacerlo bien. Tambi¨¦n me impuls¨® a leer sin desmayo. Otra profesora me dio Al¨ªcia en el pa¨ªs de las maravillas, que enraiz¨® mi enamoramiento por la lectura. Empec¨¦ a cavilar que tambi¨¦n yo pod¨ªa y deb¨ªa expresar mi visi¨®n del mundo y as¨ª encend¨ª la llama de la pasi¨®n por escribir.

P. El duro entorno popular de la Barcelona de los a?os 50 y 60 del siglo pasado que evoca tiene p¨¢ginas cl¨¢sicas.

R. Conoc¨ª el sufrimiento por lo precario y la sensibilidad hacia las injusticias que se viv¨ªan a pie de calle, donde tambi¨¦n disfrut¨¦ jugando. Con los a?os, me sent¨ª impactada por los escritores que se sumerg¨ªan en la s¨®rdida existencia, en la que los vencedores doblegaron la resistencia de la poblaci¨®n que sobreviv¨ªa a sus penalidades de la ¨²nica manera posible: interiorizando la represi¨®n.

P. ?Qu¨¦ autores recuerda?

R. El inventario de espejos desde ni?a es inmenso. Est¨¢ el realismo descarnado y period¨ªstico de Paco Candel con su mundo charnego, con el que me sent¨ª totalmente identificada. Literariamente m¨¢s creativo es Juan Mars¨¦ narrando la violencia y las tensiones soportadas por los oprimidos. Eso y ellos fundamentaron en m¨ª no solo el valor de la solidaridad y del potencial de la literatura como arma de combate, sino que me ayudaron a adquirir, creo, una s¨®lida conciencia de clase.

P. ?Escritura de compromiso social?

R. Es una necesidad simb¨®lica de expulsar tambi¨¦n demonios. Las injusticias y desigualdades forman parte consustancial del modelo de sociedad que tenemos. Es inevitable que la conciencia del creativo consciente bucee en ellas para desentra?ar mejor sus tripas y entregar, al menos intelectualmente, armas para encontrar el camino del compromiso y la rebeli¨®n. Es una sublimaci¨®n.

P. El t¨ªtulo, Recordar el olvido, parece una proclama...

R. Declara abiertamente la intenci¨®n de recobrar los rincones oscuros del pasado para que la memoria act¨²e como un elemento de lucha. En mis cuentos quiero pensar y expresar, mediante la ficci¨®n, la vida cotidiana de todos aquellos que tienen negada su voz, d¨¢ndoles la m¨ªa para denunciar las barbaries que les afectan.