Lanbide: Expedientes X
Tres afectados cuentan el infierno que est¨¢n sufriendo por unas decisiones administrativas que no entienden
La pobreza se est¨¢ cronificando en Euskadi. No solo lo dicen las estad¨ªsticas de Lanbide. C¨¢ritas Diocesana, que hace un trabajo m¨¢s a pie de calle, lo certifica. La tasa de paro de larga duraci¨®n (de m¨¢s de 2 a?os), sigue subiendo y afecta sobre todo a los mayores de 45 y a los menores de 25, ya que el 60% de los contratos se centra en personas de entre 25 y 44 a?os de edad. El mayor riesgo de pobreza y exclusi¨®n social lo sufren las familias con menores a su cargo.
Si a ello se le suman las denuncias que est¨¢ llevando a los tribunales las asociaciones que trabajan con los perceptores de la RGI, el panorama de una parte muy importante de la sociedad vasca empieza a ser alarmante. Los parados, los pensionistas que apenas si sobreviven con lo que reciben despu¨¦s de d¨¦cadas trabajando, perceptores de la RGI que tienen que devolver importantes cantidades de dinero, y quienes han sido expulsados del sistema, forman un ej¨¦rcito pasivo que reclama condiciones dignas. En medio de esa batalla hay casos que ni los afectados ni sus abogados acaban de comprender. Son los Expedientes X de Lanbide.
VICTORIA MONTOLIVO:?Tiene m¨¢s de setenta a?os y desde 2006 est¨¢ recibiendo tratamiento psiqui¨¢trico por varios problemas como desequilibrios bipolares, y depresi¨®n. Es pintora. Instituciones como Kutxa, tienen obra suya. Cobra una pensi¨®n de 600 euros, y desde 2010 completa con 50 euros de RGI y otros 250 euros de la pensi¨®n complementaria de vivienda. El pasado noviembre Lanbide le embarg¨® la pensi¨®n para recuperar 180 euros al mes de una deuda que no entiende. Ha perdido la vivienda en la que viv¨ªa alquilada (pagaba 400 Euros) y est¨¢ ingresada, muy descompensada, en un centro de Usurbil.
?C¨®mo ha llegado hasta aqu¨ª? Victoria, que ha llevado el caso al contencioso, demanda a Lanbide por coacciones. El relato de hechos seg¨²n el abogado de Lanbide es el siguiente. En 2013 el Servicio Vasco de Empleo le comunic¨® que le renovaban la RGI sin plazo y que no estaba obligada a aportar m¨¢s documentaci¨®n salvo que su situaci¨®n cambiara, o cambiara de domicilio. En 2015 sufri¨® una crisis y tuvo que ser ingresada. Al no poder notificar ese cambio, Lanbide le exigi¨® una documentaci¨®n que no pudo presentar. Al estar hospitalizada no se enter¨® de la notificaci¨®n y le extinguieron los pagos. Present¨® los certificados de ingreso hospitalario a posteriori. Al volver a solicitar la RGI se la denegaron alegando nuevos ingresos dinerarios? que la afectada document¨® que no existen.
En noviembre del pasado a?o Lanbide le abri¨® un expediente de reintegro por 5.250 euros, no le aceptaron los recibos bancarios que present¨® y en la cita que mantuvo con Lanbide le conminaron a firmar la devoluci¨®n de la deuda a raz¨®n de 128 euros mes, o en caso contrario le embargaban la pensi¨®n. "Entr¨® en p¨¢nico y firm¨®", relata el abogado de la Asociaci¨®n de Afectados por Lanbide, Aitor Gonz¨¢lez. "Su situaci¨®n es que le descuentan 180 euros de su pensi¨®n de 600 y en consecuencia le quedan 414 para pagar un alquiler de 400 y seguir viviendo. Ha perdido el piso, y sigue ingresada".
PATRICIA L. Es el nombre ficticio de una mujer de 43 a?os, separada y con un hijo que prefiere mantenerse en el anonimato para proteger al menor. Se separ¨® en 2008 y de la venta de la vivienda en la que viv¨ªa con su pareja, ingres¨® 50.000 euros. Alquil¨® un piso y mont¨® un negocio en el que invirti¨® el dinero. Dos a?os despu¨¦s quebr¨®. En 2010 solicit¨® la RGI y se la concedieron. Empez¨® a cobrar el m¨¢ximo. En 2013 se la revisaron y le suspendieron temporalmente, pero al analizar la documentaci¨®n le devolvieron el dinero y los ingresos, en las mismas condiciones. En abril de 2016 recibi¨® una notificaci¨®n y en base a la revisi¨®n de 2013, le reclamaron 42.000 euros. "42.000 euros", gesticula el abogado.? Con la notificaci¨®n le mandaron un cheque a nombre de Lanbide por si quer¨ªa firmarlo y devolver la cantidad por esa v¨ªa. "Es increible, pero cierto. Esta mujer entra en los supuestos de devolver a raz¨®n de 30 euros al mes. Se da la paradoja que le va a costar devolver esa deuda, absolutamente injustificada, 116 a?os", explica Gonz¨¢lez.? No puede ser que la administraci¨®n act¨²e como con los deudores como lo hacen los bancos, con cartas indiscriminadas", critica Gonz¨¢lez.
R. E. Tiene 43 a?os, y son cinco en la familia. Ha trabajado durante 11 a?os en la construcci¨®n. La indemnizaci¨®n por despido le supuso un ingreso de 20.000 euros. Pidi¨® la RGI porque su subsido es de 426 euros. Lanbide le concedi¨® 169 adicionales de RGI y 250 de complemento de vivienda. En total sus ingresos ascend¨ªan a 845 euros.
Lanbide le reclama el 65% de la indemnizaci¨®n que recibi¨® y le descuenta directamente 333 euros cada mes. "Si llega a tener unos ahorros de 20.000 euros en su cuenta no hubiera habido ning¨²n problema porque puedes tener hasta cuatro veces el SMI anual en ahorros", y eso supera los 20.000 euros. Pero es una indemnizaci¨®n por trabajo, y "te exigen la devoluci¨®n. Creemos que no se puede discriminar por el origen del dinero". R. E est¨¢ preocupado, muy preocupado, porque los cinco malviven y no le ense?an su expediente. "Solo me lo dicen de viva voz", lamenta.?
La presidenta de la Plataforma de Afectados por Lanbide, Vicky Molina especifica que estos son solo tres de los muchos casos que tienen. Critica que adem¨¢s de los problemas espec¨ªficos de cada una de las historias, hay otros comunes, como las dificultades para que Lanbide muestre el expediente personal de cada afectado y el poco caso que hacen a las alegaciones que presenta la asociaci¨®n. "Ahora hablan de reformar Lanbide. El problema es que la reforma ser¨¢ para excluir colectivos, en vez de para hacer el servicio m¨¢s justo para quienes m¨¢s lo necesitan", lamenta Molina.
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