Un 30% del alumnado de 5? y 6? de Primaria sufre acoso en Andaluc¨ªa

Tres de cada 10 alumnos de 5? y 6? de Primaria sufren acoso en los centros escolares de Andaluc¨ªa. Es una cifra extra¨ªda del informe Bullying, cyberbullying y dating violence. Estudio de la gesti¨®n de la vida social en estudiantes de Primaria y Secundaria en Andaluc¨ªa, publicado por el Centro de Estudios Andaluces. La investigaci¨®n revela que, adem¨¢s de este 30% de v¨ªctimas, el 2,6% de los menores de entre 10 y 11 a?os son agresores; un 15% son tanto agresores como v¨ªctimas a la vez; y el 52,4% son espectadores. En cambio, la tendencia cambia en Secundaria, cuando se reducen las v¨ªctimas al 20% aunque aumentan los agresores al 6%.

El texto analiza tambi¨¦n las presiones que se reciben mediante el uso de dispositivos digitales con acceso a Internet, llamado cyberbullying (ciberacoso). En este caso, en los dos ciclos educativos se registran un 9% de v¨ªctimas. "Lo que observamos es que las pr¨¢cticas de acoso son continuadas en el tiempo. La muestra se ha hecho a principio y a final de curso, y no ha habido sustanciales modificaciones de conductas en los alumnos, por lo que es una situaci¨®n que representa estabilidad en el tiempo", apunta la investigadora principal de la investigaci¨®n Eva Romera.

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Los datos de la encuesta para el estudio, para el que se han contado con 3.000 menores de 5? y 6? de primaria y los cuatro cursos de Secundaria, muestra tambi¨¦n que los chicos est¨¢n m¨¢s implicados en fen¨®menos de bullying (acoso) y cyberbullying como agresores y agresores victimizados, mientras que las chicas destacan en el rol de v¨ªctimas en ambos fen¨®menos. La forma m¨¢s habitual de agresi¨®n para ellos es la f¨ªsica, seguida de insultos, y en el caso de ciberacoso, los chicos tienden m¨¢s a insultar por Internet y ellas suelen "excluir de las redes sociales en Primaria". "Es un fen¨®meno complejo que requiere una respuesta coordinada y m¨¢s contundente para evitar estos casos. Tanto por parte de la comunidad educativa, como de los padres y de los escolares. No es una cuesti¨®n solo de los individuos", apunta Romera.

En relaci¨®n con las presiones por dispositivos, el protocolo espec¨ªfico de actuaci¨®n en centros educativos ante situaciones de ciberacoso presentado el pasado 11 de este mes recoge que los profesores pueden requisar los m¨®viles de los menores ante una situaci¨®n de urgencia, en caso de que fuera necesario.? "Establecer medidas cautelares dirigidas al alumno, la alumna, o al grupo de alumnos y alumnas presuntamente acosadores, incluyendo la supervisi¨®n o privaci¨®n temporal del uso del tel¨¦fono m¨®vil e Internet, en funci¨®n del caso y tipo de ciberacoso, que deber¨¢n incluirse en el Reglamento de Organizaci¨®n y Funcionamiento y en el Plan de convivencia del centro", se lee en el documento.

"Pero no por el hecho de requisarlo, sino por poder capturar aquel conjunto de im¨¢genes y conversaciones tanto del acusado como de los acosadores e incluso si fuese necesario testigos pasivos que han sido receptores sin poner ning¨²n aviso de que est¨¢n recibi¨¦ndolo", ha matizado la consejera de Educaci¨®n, Adelaida de la Calle, este mi¨¦rcoles en relaci¨®n a esta cuesti¨®n. "En el ciberacoso hay muchos elementos en juego por lo que incluso el pasivo es culpable de no haber denunciado el caso o haber tomado medidas", ha considerado, recoge Europa Press.