La ¡®barcelonizaci¨®n¡¯ de Madrid
La capital bate r¨¦cords de visitantes a la vez que aumentan los pisos tur¨ªsticos, que han provocado que en el ¨²ltimo a?o el precio medio del alquiler haya crecido casi un 15%
Lucas Hern¨¢ndez viv¨ªa en un coqueto piso de Malasa?a: cien metros cuadrados, dos dormitorios y un sal¨®n. Pagaba 900 euros al mes y planeaba quedarse all¨ª un tiempo. Finalmente solo fueron tres a?os: el l¨ªmite legal que establece la Ley de Arrendamientos Urbanos para que el propietario del edificio rescinda el contrato. Quer¨ªa venderlo y en 2015 la constructora Aleppo Castilian lo adquiri¨® y convirti¨® el inmueble en pisos tur¨ªsticos. El precio del metro cuadrado se triplic¨®. Hern¨¢ndez, como el resto de residentes, inici¨® su di¨¢spora del centro de Madrid. Hoy, pasar una noche en la que fuera su viviendas se acerca a los 100 euros. Este es solo un ejemplo de la turistificaci¨®n del centro de la capital, una derivada acelerada de la gentrificaci¨®n. Cada vez m¨¢s pisos residenciales del centro se transforman en alojamientos ocasionales, y los moradores de largo recorrido se largan a zonas perif¨¦ricas, incapaces de afrontar los nuevos precios. El arriendo toca en Madrid picos hist¨®ricos: en solo un a?o ha subido un 14,6%, seg¨²n datos del Banco de Espa?a. Arrendar en el centro, sale, de media, a 16,9 euros al mes por metro cuadrado.
En una d¨¦cada, este distrito ha perdido un 10% de su poblaci¨®n; y en los ¨²ltimos dos a?os, las viviendas tur¨ªsticas han crecido un 50% (pasado de 4.000 a m¨¢s de 6.000). Son datos de un estudio sobre alojamiento tur¨ªstico de la Escuela T¨¦cnica Superior de Arquitectura de Madrid. Uno de sus investigadores principales, ?lvaro Ardura, alerta: "No estamos como Barcelona, pero nos acercamos a marchas forzadas". Habla de las consecuencias del turismo desbordado y de la consecuente transformaci¨®n de los centros urbanos, que acaba ahuyentando a lugare?os y a comercios de proximidad en favor del uso terciario y de las grandes cadenas y franquicias.
Madrid bati¨® su r¨¦cord de turistas en 2015, con m¨¢s de nueve millones de visitantes super¨® a Barcelona, y el a?o pasado, por primera vez, la capital recibi¨® m¨¢s visitantes extranjeros que nacionales. El portavoz adjunto del PP en el Ayuntamiento, ??igo Henr¨ªquez de Luna, no cree que esto sea el problema: "Genera riqueza y empleo y se rehabilitan zonas degradadas". Desde la concejal¨ªa de Urbanismo (Ahora Madrid) rebaten que muchos de esos trabajos son estacionales, y que los nuevos comercios terciarios no generan riqueza a largo plazo.
El problema est¨¢ sobre la mesa, y los casos se repiten: la promotora inmobiliaria Urbania ha comprado recientemente tres edificios en la almendra central. En uno de ellos, los habitantes de 25 pisos han recibido burofaxes inst¨¢ndoles a abandonar sus domicilios sin posibilidad de pr¨®rroga. "Nos han tratado como si fu¨¦semos bichos", cuenta Alberto Haj-Saleh, de 39 a?os y que reside en este inmueble con su pareja, que ha sufrido trastornos de ansiedad. "Quieren echarnos del barrio en el que estamos profundamente enraizados desde hace a?os y vend¨¦rselo al mejor postor". El concejal de Urbanismo, apunta: "Madrid siempre ha sido una lugar de acogida, el problema no son los visitantes. Pero tenemos que impedir que pierda su identidad, y eso pasa porque sus residentes de queden en el centro".
"El turismo est¨¢ concentrado, mientras que en otras capitales se diversifica. El Ayuntamiento quiere descentralizarlo, dar a conocer otras zonas de la ciudad", dice el concejal, Jos¨¦ Manuel Calvo. Por eso, en el pasado ciclo de Veranos de la Villa repartieron los espect¨¢culos por todos los distritos. Es una de muchas iniciativas para crear una ciudad multic¨¦ntrica aunque la regulaci¨®n de los pisos tur¨ªsticos es la soluci¨®n inmediata para contener la subida de precios. "Es competencia de la Comunidad de Madrid, y hemos solicitado que nos trasvasen una parte, como en otras ciudades", explica el concejal de distrito Centro, Jorge Garc¨ªa Casta?o. Se?ala a ?msterdam, donde se limita el tiempo de alquiler para uso tur¨ªstico a 60 d¨ªas. El Ayuntamiento s¨ª tiene competencia sobre el cambio de uso de los edificios. "Hasta ahora se han concedido licencias para uso tur¨ªstico de una forma un tanto descontrolada. Pero es algo que vamos a empezar a acotar", anuncia el concejal.
El director general de Turismo de la Comunidad, Carlos Chaguaceda, cuenta que intentaron que el tiempo m¨ªnimo de alquiler fuese de cinco d¨ªas, "decreto que el Tribunal Superior de Justicia tumb¨® en junio". Para Chaguaceda es necesario un marco nacional desde el que operar, distinguir entre los pisos de alquiler ocasional y los de car¨¢cter profesional y "meter en la ecuaci¨®n" a las plataformas (como AirBnB), "sin demonizar al turismo".
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