Los ¨¢rboles centenarios del Hayedo de Montejo de la Sierra est¨¢n en peligro
La extempor¨¢nea helada de la semana pasada agrava, seg¨²n los cient¨ªficos, su ya cr¨ªtica situaci¨®n
El?Hayedo de Montejo de la Sierra sufri¨® la semana pasada una gran helada que fulmin¨® los brotes de las hayas y robles que hab¨ªan nacido debido a las altas temperaturas de abril. Los cient¨ªficos temen su efecto sobre las 230 hayas centenarias, que ya soportan una situaci¨®n cr¨ªtica con una alta mortalidad de casi el 30%. Uno de sus grandes problemas es la competencia con otros ¨¢rboles nuevos, que las debilita. Hay zonas en las que se han detectado hasta 3.700 ejemplares por hect¨¢rea.
A estas alturas del a?o el Hayedo de Montejo, declarado Reserva de la Biosfera, deber¨ªa ofrecer una imagen de un verde intenso, de hoja nueva y vigorosa, pero su color se asemeja m¨¢s a un gris invernal. Son las consecuencias de la helada soportada por el bosque la noche del jueves al viernes de la semana pasada, que arras¨® con las peque?as hojas de las hayas y robles que hab¨ªan comenzado a crecer empujadas por las altas e inusuales temperaturas del mes de abril. Ese d¨ªa el mercurio se desplom¨® a los cinco grados bajo cero durante varias horas. Otras especies como el cerezo o los manzanos silvestres, m¨¢s preparados, soportaron la g¨¦lida noche. Los cient¨ªficos, que estudian el Hayedo desde 1992, solo tienen registrado otro episodio similar en 2010, pero de mucha menor intensidad.
Ahora los ¨¢rboles, distribuidos por las 125 hect¨¢reas del Hayedo, tendr¨¢n que generar nuevos brotes. La situaci¨®n preocupa al equipo de investigaci¨®n de la Escuela T¨¦cnica Superior de Ingenieros de Montes de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid, liderado por el catedr¨¢tico e investigador Luis Gil. El problema principal, indican, es c¨®mo saldr¨¢n adelante las 230 hayas centenarias que sobreviven en este singular bosque, ubicado en la Sierra del Rinc¨®n a menos de 100 kil¨®metros de Madrid, porque el a?o pasado fue muy seco. A estas circunstancias se suma a la tendencia actual con altas tasas de mortalidad en las hayas de mayor edad (30%), que en caso de mantenerse podr¨ªa suponer una reducci¨®n de su n¨²mero a la mitad en menos de una d¨¦cada, seg¨²n indican los investigadores.
¡°Uno de los grandes obst¨¢culos es la saturaci¨®n de ejemplares existente, que compiten unos con otros y se impiden el crecimiento¡±, explica Gil. Esta abundancia debilita a los ¨¢rboles centenarios de tal forma que los hongos entran con mayor facilidad por sus ra¨ªces. Una vez instalados, se comen la madera del ¨¢rbol sin que se aprecie en el exterior y el ejemplar puede caer cuando el viento arrecia. ¡°Hace cuatro a?os se desplom¨® el ejemplar m¨¢s grande del Hayedo con tres metros de di¨¢metro de tronco, en invierno, sin ning¨²n sentido hasta que vimos los hongos¡±, describe Gil. Las hayas pueden alcanzar su m¨¢xima talla a los 125 a?os y su longevidad roza los 300 a?os.
La competencia tambi¨¦n afecta al crecimiento de los ejemplares regenerados. Los investigadores han comparado diferentes tama?os de tronco (de 2 a 20 cent¨ªmetros, con alturas de 3 a 14 metros) y curiosamente ¡°todos ten¨ªan la misma edad, entre 47 y 48 a?os¡±. La alta densidad les impide el desarrollo y ser el relevo futuro.
El equipo de investigadores propone como soluci¨®n gestionar el Hayedo ¡°no dejarlo a su aire como est¨¢ ahora¡±. La muerte s¨²bita de estos gigantes se podr¨ªa ralentizar extrayendo de forma artificial a sus competidores m¨¢s cercanos. El sistema empleado hasta ahora, que ha permitido la regeneraci¨®n del bosque desde la ¨¦poca en la que exist¨ªa aprovechamiento maderero y ganadero sin ning¨²n control, est¨¢ provocando que en la actualidad se comprima. En los a?os sesenta se prohibi¨® la entrada al ganado, pero los investigadores se quejan de que las vacas siguen accediendo al recinto. Fuentes de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente indican que se intenta ¡°controlar al m¨¢ximo¡±. Asimismo, explican que ya se est¨¢ estudiando el modelo de gesti¨®n, y que se ha enviado la documentaci¨®n para un Life (programa de subvenciones de la Uni¨®n Europea para el medio ambiente) que pretende expandir el hayedo fuera del espacio actual.
El equipo de cient¨ªficos de la Escuela de Montes inici¨® el estudio de la gesti¨®n del monte en 2015 en varias parcelas acotadas, en las que se han eliminado los ¨¢rboles de menores dimensiones y de una altura media de 6,5 metros. El clareo ha sido importante, pasando de 3.700 pies por hect¨¢rea a 220, en algunos lugares. Los cient¨ªficos comprobaron que en seis meses, las hayas conservadas crecieron un 22% m¨¢s que los a?os anteriores, teniendo en cuenta que la primavera hab¨ªa sido poco lluviosa. La precipitaci¨®n en el ¨²ltimo decenio se ha reducido en el Hayedo casi 200 mm anuales, un 20% de la media de la d¨¦cada anterior. Los estudios son necesarios, pero al mismo tiempo, se deber¨ªa acelerar la soluci¨®n, porque mientras se recogen los datos, las grandes hayas siguen desapareciendo, advierte Gil.
Un aut¨¦ntico laboratorio natural
El Hayedo es un bosque mixto de especies entre las que destacan el haya, el rebollo, el roble albar y el acebo, a los que acompa?an m¨¢s de una docena de otras especies. El ¨²ltimo inventario forestal, elaborado en 2015, arroja un saldo de 34.540 hayas, de un total de 120.500 ¨¢rboles, de los cuales m¨¢s de 900 son centenarios. El mayor incremento de la especie se produjo entre 1909 y 2005, periodo en el que las hayas aumentaron de 6.150 ejemplares a 33.190. Desde ese momento, se ha empezado a detectar un estancamiento general de la especie, que puede haber alcanzado la fase de saturaci¨®n. La mortalidad ha subido un 7,5% de media en los ¨²ltimos 10 a?os, y los ejemplares m¨¢s a?osas con un tronco de m¨¢s de 70 cent¨ªmetros han perdido 41 ejemplares (de 451 a 410).
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