La dimisi¨®n de Livermore plane¨® sobre el estreno de ¡®Don Carlo¡¯
La representaci¨®n arranc¨® anoche con un aplauso al exintendente a petici¨®n de una persona del p¨²blico
Davide Livermore, el intendente y director art¨ªstico del Palau de les Arts que dimiti¨® el pasado martes, se "col¨®" anoche en el estreno en Valencia de la producci¨®n de Don Carlo, de Verdi, al mostrarle el p¨²blico y los trabajadores del coliseo su apoyo a la labor desarrollada en los ¨²ltimos dos a?os, informa Efe.
Al margen de esta salvedad, los verdaderos protagonistas del estreno fueron el tenor Andrea Car¨¨ (en el papel de Don Carlo), Pl¨¢cido Domingo (Marqu¨¦s de Posa, un papel para bar¨ªtono), Mar¨ªa Jos¨¦ Siri (Elisabetta) y Violeta Urmana (princesa de ?boli), todos ellos bajo la direcci¨®n musical de Ram¨®n Tebar, que tuvo una notable actuaci¨®n al frente de la Orquesta de la Comunidad Valenciana.
Al inicio de la obra, y con lleno en la sala, una voz del p¨²blico pidi¨® un aplauso para Livermore, que fue secundado ampliamente por los asistentes, y al inicio del tercer acto, tras el ¨²nico descanso de la funci¨®n, una voz grit¨® "conseller cobarde", una frase tambi¨¦n secundada por el p¨²blico, en referencia a Vicent Marz¨¤ (Comprom¨ªs), el consejero de Cultura de quien depende el Palau de Les Arts.
Al final de la funci¨®n, tras los aplausos al elenco y a la orquesta, aparecieron por el fondo de la escena los trabajadores que han intervenido en el montaje mostrando p¨²blicamente tambi¨¦n su reconocimiento al que ha sido su intendente y responsable de la programaci¨®n desde 2015.
Al estreno no asisti¨® ning¨²n alto cargo de la Consejer¨ªa de Cultura, aunque si acudieron la consellera de Justicia, Gabriela Bravo (PSPV-PSOE), el senador Alberto Fabra (PP) y el diputado provincial de Cultura, Xavier Rius (Comprom¨ªs).
En el descanso, Davide Livermore coment¨® a un reducido grupo de periodistas que, desde la conselleria de Cultura, se est¨¢ intentando "levantar un muro peor que el de Trump", al pretender convocar un concurso de m¨¦ritos no s¨®lo para los cargos de gesti¨®n sino tambi¨¦n para la contrataci¨®n de artistas, lo que limitar¨¢ que puedan venir las grandes estrellas de la l¨ªrica.
Con un semblante de disgusto, Livermor¨¦ a?adi¨® que Lorin Maazel, el que fue primer director de este complejo cultural, "ha hecho m¨¢s que todos estos valencianos".
La producci¨®n, propiedad de la ?pera de Berl¨ªn, presentaba una escenograf¨ªa a base de vol¨²menes que asemejaban grandes bloques de hormig¨®n, en tonos gris oscuro, que situaban al espectador ante una historia basada en la leyenda negra de Felipe II, con errores hist¨®ricos incluidos.
El movimiento de los vol¨²menes iba conformando las diferentes estancias en las que se desarrolla esta ¨®pera (claustro del monasterio de Yuste, jardines, despacho de Felipe II, plaza de la Iglesia...), dibujando entre los huecos una gran cruz, s¨ªmbolo del poder de la Inquisici¨®n.
El auto de fe con el que concluye el segundo acto muestra la crueldad del Santo Oficio y del propio Felipe II que, con sus propias manos, enciende la hoguera en la que son quemados tres infieles que han abrazado el protestantismo o han sido desleales con el monarca.
En un ambiente sombr¨ªo, con escenas en las que la iluminaci¨®n cobraba gran relevancia, hasta en el vestuario dise?ado por Dagmar Niefind predominaban los colores ceniza y negro, con la excepci¨®n del rojo del Gran Inquisidor y el vestido blanco de las reina Elisabetta.
Andrea Car¨¦ fue un valiente Don Carlo, hijo de Felipe II, que no duda en enfrentarse a su padre por haber destruido Flandes, y tambi¨¦n porque se ha casado en segundas nupcias con la que ha sido su prometida, Elisabetta.
Con la tesitura de bar¨ªtono, Pl¨¢cido Domingo model¨® con maestr¨ªa un marqu¨¦s de Posa que, por encima de la lealtad al rey, es fiel a su amigo Carlo (el pr¨ªncipe Carlos), al que defender¨¢ hasta morir por ¨¦l para conseguir pacificar y conceder la libertad a Flandes.
En los papeles femeninos, la soprano Mar¨ªa Jos¨¦ Siri encarn¨® con solvencia el personaje de la reina Elisabetta (Isabel de Valois), vengativa primero y arrepentida despu¨¦s, aunque fue la mezzosoprano Violeta Urmano (princesa de ?boli), plet¨®rica, la que se llev¨® los aplausos m¨¢s c¨¢lidos del p¨²blico.
Destacadas fueron tambi¨¦n las actuaciones del bajo Alexander Vinogradov (Felipe II) y Marco Spotti (Gran Inquisidor).
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