El secesionismo acuerda un Govern tras reivindicar otra vez a Puigdemont

Con la mirada puesta en evitar unas nuevas elecciones, Junts per Catalunya y Esquerra ultiman la puesta en marcha de la legislatura con un Gobierno viable y sin miembros con cargas judiciales. Si no se trunca el plan, que Carles Puigdemont abord¨® esta semana en Berl¨ªn con su mano derecha, Elsa Artadi, los independentistas reivindicar¨¢n la pr¨®xima semana de manera simb¨®lica al expresident con el cambio de la ley de Presidencia ¡ªque no prosperar¨¢¡ª y d¨ªas despu¨¦s formar¨¢n Govern.

Aunque el nombre del presidente o presidenta sigue siendo una inc¨®gnita y es objeto de m¨²ltiples quinielas, lo que s¨ª han pactado Junts per Catalunya y Esquerra Republicana es el reparto de todas las consejer¨ªas y el sottogoverno. Los dos grandes partidos del independentismo tendr¨¢n un peso equivalente en la nueva estructura, en la que la vicepresidencia ser¨¢ para los republicanos.

La previsi¨®n de los independentistas es que todo esto llegue en un plazo de dos semanas para no tener que apurar hasta el ¨²ltimo minuto, tal y como prometi¨® Puigdemont. Y es que todos tienen en mente que si el d¨ªa 22 de mayo no hay presidente elegido, las elecciones se convocan autom¨¢ticamente, lo que obligar¨ªa a las formaciones soberanistas a enfrentarse a un nuevo examen justo cuando transita por sus horas m¨¢s bajas.

El plan pasa por que el Parlament haga la semana que viene un gesto m¨¢s simb¨®lico que efectivo votando la modificaci¨®n de la ley de Presidencia. Este cambio permitir¨ªa, en teor¨ªa, la investidura a distancia de Puigdemont ¡ªen Alemania a la espera de que la justicia decida sobre su extradici¨®n por los delitos de rebeli¨®n y malversaci¨®n¡ª y que se pueda gobernar desde el extranjero. El Consejo de Garant¨ªas Estatutarias, un ¨®rgano de car¨¢cter consultivo, no ve la reforma ajustada a la ley, pero Junts per Catalunya la quiere votar igualmente. El cambio legislativo no prosperar¨¢, ya que el Gobierno recurrir¨¢ inmediatamente la norma si llega a aprobarse y el Tribunal Constitucional la dejar¨¢ en suspenso de forma tambi¨¦n autom¨¢tica. Ciudadanos tambi¨¦n anunci¨® ayer que si no se retira del orden del d¨ªa del pleno del pr¨®ximo jueves presentar¨¢ un recurso de amparo ante el Alto Tribunal.

Con todo, el independentismo quiere hacer este ejercicio parlamentario como un ¨²ltimo gesto hacia las bases m¨¢s convencidas y que no entender¨ªan que no se haga todo lo posible para investir a Puigdemont. Tras este movimiento de cara a la galer¨ªa se pondr¨¢ en marcha el plan D, la investidura de un presidente o presidenta con car¨¢cter efectivo. Esto ocurrir¨¢, en principio, la segunda semana de mayo. Lo ¨²nico seguro sobre el elegido es que ser¨¢ miembro de la candidatura de Junts per Catalunya y no de Esquerra Republicana, partido que ha aceptado votar sin rechistar el candidato que proponga Puigdemont.

Solo hay dos cosas que podr¨ªan truncar este plan, explican fuentes de la negociaci¨®n. La primera ser¨ªa que el Tribunal Constitucional impida que voten en el pleno de investidura los dos diputados huidos y a los que recientemente el Parlament ha reconocido el derecho a delegar el voto. Se trata de Puigdemont y el exconsejero Antoni Com¨ªn (ERC), que est¨¢ en Bruselas. Sus dos votos son imprescindibles para que prospere la investidura en segunda votaci¨®n.

El pleno del Alto Tribunal se re¨²ne la semana del 7 de mayo y podr¨ªa tomar alg¨²n tipo de decisi¨®n al respecto siempre que Ciudadanos o el PP hayan presentado ya los recursos de amparo que anunciaron esta semana y que todav¨ªa no han registrado. La investidura podr¨ªa quedar en el aire si los recursos se acaban presentando y el TC tiene tiempo de admitirlos a tr¨¢mite y estima las medidas cautelares que pidan los demandantes.

El segundo elemento que puede impedir el plan de los independentistas es que la justicia alemana tome los pr¨®ximos d¨ªas alg¨²n tipo de decisi¨®n sobre la extradici¨®n de Puigdemont. Un eventual encarcelamiento de Puigdemont en Espa?a ser¨ªa una bomba pol¨ªtica y jur¨ªdica dif¨ªcil de digerir en tan pocos d¨ªas y abrir¨ªa un nuevo sainete pol¨ªtico que podr¨ªa conducir a unas nuevas elecciones.

Entre los negociadores de ERC hay pocas dudas de que esta vez s¨ª es la definitiva y que en dos semanas, tres a m¨¢s tardar, habr¨¢ un nuevo gobierno. En Junts per Catalunya, la candidatura de Puigdemont, tambi¨¦n se va imponiendo este relato, aunque todos esperan a que Puigdemont decida. Y es que todos recuerdan que el expresident ha cambiado de opini¨®n a ¨²ltima hora en asuntos tan capitales como cuando proclam¨® la independencia en lugar de convocar elecciones o cuando opt¨® por presentarse como candidato cuando siempre hab¨ªa dicho que no lo har¨ªa.

Una tercera fuente de desestabilizaci¨®n, aunque menos probable, es la CUP. La abstenci¨®n de sus cuatro diputados es necesaria para que prospere la investidura y, aunque siempre han dicho que mantendr¨¢n esta posici¨®n, nadie en el Parlament se acaba de fiar de ello. El objetivo sigue siendo que, en una segunda votaci¨®n, el candidato propuesto por los independentistas consiga 65 votos a favor frente a 64 en contra del bloque constitucionalista. Y as¨ª se evitar¨ªa la repetici¨®n de las elecciones.